
Foto 1- secretario de las FFAA, y jefe de la FAD.
Foto-2 Jefe de Estado mayor del Ejercito Nacional.
Foto-3 director de inteligencia J-2 de la SEFA
Foto-4 Jefe de Estado Mayor de la M de G.
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. La situación de militares involucrados en actos de inconductas, ha generado siempre mucha irritación en la población dominicana, pero más molestia generaba que no se les castigaran debidamente o encubriera.
Pero en un hecho más que evidente real, los altos mandos militares encabezados, por el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general piloto Pedro R. Peña Antonio FAD., desde su llegada a esa elevada posición militar advirtió, que los militares que no honren el uniforme serán sacados de las Fuerzas Armada, ya ha expulsado miles, haciendo valer su palabra.
Entre las medidas que dan Fé, se encuentran la creación por decreto de la Dirección de Asuntos Internos de las Fuerzas Armadas por sus siglas DAIFA., y además la designación para su dirección de un profesional militar el mayor general Antonio V. Jáquez López. EN.
La cancelación de una gran cantidad de militares de todas las instituciones, sometidos a investigación previa en un acto justo, y luego sus recomendaciones, donde los que fueron encontrados culpables, quedaron, expulsados y sometidos a las justicia ordinaria.
Pero además este lunes el secretario reiteró que los miembros que han sido expulsado, que las fuerzas armadas están vigilantes para que no vuelvan a ingresar a las instituciones, luego de una denuncia de que un supuesto coronel expulsado por nexos con el narcotráfico, había ingresado de nuevo a las Fuerzas Armada.
Recientemente el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, mayor general piloto Carlos Rafael M. Altuna Tezanos, sorpresivamente realizó, una prueba antidoping, en la Dirección del servicio de Inteligencia de sus institución, (A-2) que dirige el general de brigada Luis Peña Jiménez a más de 200 militares.
Y es importante señalar que de este lugar es de donde salen las investigaciones de los propios militares, lo que le da calidad para realizar la desagradable misión de vigilar, sus propios hermanos de armas, pero además se garantiza la pulcritud de las mismas.
A pesar de los desagradable que esto se ve entre ellos, es una forma de mantener el control conductual de los miembros de las instituciones armadas, de lo contrario el crimen, especialmente el narcotráfico y otros delitos conexos entraría con mayor facilidad a permear las fuerzas militares.
Los picochatos como se conocen fueron sometidos a esa prueba y ninguno salió positivo, lo que evidencia que están actos para combatir el delito dentro y fuera de la institución.
Si miramos para la Marina de Guerra, desde la llegada de su actual jefe el vicealmirante Homero L. Lajara Solá las cosas ha tenido un giro diferente, se respira un aire totalmente nuevo, y debe ser así, ya que los marinos conocen bien a este jefe y el tiene los juego pesados cuando se trata de hacer cumplir las leyes y los reglamentos de la institución.
A pesar de que muchos lo ven como un militar de línea dura, y por un tiempo fue marginado, este hombre es una reserva de moralidad, y un experimentado y profesional militar, que además es respetuoso de su institución y de la patria.
Lajara Solá y su equipo especialmente el director de inteligencia naval (M-2) contralmirante Edwin Dominici un colaborador eficiente e incorruptible lo que demostró en las investigaciones de los miembros de la institución involucrados en el caso de Paya, y que le proporcionó amenazas de muertes, debiendo reforzar su seguridad.
Las informaciones ahora son de que todo el mundo se ha alineado, y está en consonancia con las palabras que pronunció el jefe en su toma de posesión, donde dejó el mensaje de que los que no se sometan, pidan su renuncia, pensión o de los contrario Najayo lo espera.
Y esto debe ser así, ya que algunos militares de diferentes instituciones , no solo marinos, han tomado su posición como un negocio particular, para buscar dinero a todos los niveles en una carrera para alcanzar el enriquecimiento de forma ilícita asociándose con delincuentes comunes, narcotraficantes y todo tipo de lacras que genere dinero.
Estos militares de diferentes rangos, simplemente han olvidado, sus deberes y las funciones ante la sociedad como vigilantes de la patria y especialmente la seguridad nacional, por lo que el trabajo que están desarrollando los altos mandos militares y las direcciones de inteligencias que están dirigidas por dignos y profesionales militares y sobre todo incorruptibles como el mayor general Pedro Ant. Cáceres Chestaro en el (J-2) en la sefa, el general Ovalle Pichardo en el (G-2) de Ejercito Nacional, y Peña Jiménez en el (A-2) y Edwin Dominici (M-2) antes mencionados. Son importantísimos. O mejor dicho vitales.
Por lo que desde este humilde medio felicitamos los altos mandos milites porque este trabajo, le devuelve la integridad y credibilidad al soldado dominicano y sobre todo el respeto del uniforme militar.