Atracaron a mi vecina doña Dolores

justo frente al colmado donde està el camion fue atracada doña Dolores.

Apunta de chuchillo le decía, el delincuente dame la cartera, dame la cartera.

Autor Ricardo Rojas Vicioso.

Santo Domingo este. Ensanche Ozama. R.D. Mientras me encontraba viendo televisión y haciendo algunas notas escuche que me llamaban, cuando salí encontré a doña Dolores, una vecina de unos 70 años recostada de una verja, para no caerse del susto del atraco que le había acabado de hacer.

Aproximadamente eran como las 9 de la noche y ella regresaba de la iglesia, cuando dos delincuentes en una passola negra uno de ellos, se desmontó y a punta de un filoso cuchillo amenazaba a la indefensa señora para que le diera la cartera.

Sola impotente y aterrada le soltó la cartera y se marcharon con la misma rapidez que habían aparecidos.

Y es que los delincuentes hace mucho que han tomado las calles para ellos trabajar y especialmente la Masonería esquina curazao gracias a la tranquilidad y la falta de vigilancia policial.

Esta esquina además es el lugar preferido para los enamorados venir en vehículos y profesarse el amor gracias a la tranquilidad y la falta de vigilancia policial.

Pero especialmente para lo delincuente hacer sus fechorías, una noche en medio de un maldito apagones de los que saben dar Edeeste, presencie cuando atracaban a un joven que iba en un motor con una muchacha y para quitarle el vehículo, le dieron un tiro en el estomago, no sé si murió.

El muchacho, lo vi con el dedo tapando el orificio de la bala, con la finalidad de parar la sangre, mientras buscaba algunas pertenencias que en el forcejeo, se cayeron como su celular, llaves y otras cosas de valor.

Otro día como a las 7 de la mañana encontré a un señor de 70 años, con un puñalada en el pecho en un charco de sangre que le propinaron dos haitianos para robarle una maleta, y si algún lector hizo algo en ese caso, eso mismo hizo la justicia y la Policía, todavía, no han encontrado los asesinos de este señor.

Pero, además en esta misma esquina le dieron tres tiros a una mujer Raquel de 40 años, aunque fue diferente ya que su asesino era su ex esposo que luego también se suicido de un disparo en la cabeza. Esos son algunos de los que les puedo relatar pero son cientos de casos que pasan diariamente.

Ya la gente no sabe qué hacer mi hija me visitaba y tuvo que dejar la cartera por temor que esos delincuentes, la vean y le hagan lo mismo que a la señor Dolores ,que no se ha podido recuperar del susto, ni con un poco de agua de azúcar que una vecina le dio.

Al jefe de la Policía que venga en auxilio de esta olvidada Barriada que solo era importante cuando el ex presidente Balague estaba vivo y gobernaba.

Las calles siempre estaban transitables ahora donde quiera hay un maldito hoyo que el vendito sindico Juan de los Santos no quiere arreglar porque solo le interesa los parques.

Si, la policía no hace nada tendremos que tomar las justicia con nuestras propias manos, y linchar varios delincuentes que es la única ley y autoridad que ellos respetan.

Hacer como en Haina que le pegaron fuego luego de una golpiza, a un atracador, nos llevarán a esos niveles de desesperación, y sus familias que después no venga diciendo que son gente buena, porque ellos nunca están cuando realizan sus parientes sus fechorías, pero cuando los atrapan siempre aparecen las madres defendiéndolos.

Esa gente tiene a la justicia y a la policía de mojiganga y ahora con este Código, que le da tantas garantías, solo les falta escupir a los jueces.

Cuantos jóvenes, madres, abuelas y abuelos tendrán que ser víctima de la delincuencia, para que se realice un efectivo trabajo de vigilancia policial en el ensanche Ozama, aquí solo vigilan los negocios de las avenida Venezuela y sabana larga, pero las calles intermedias solo pasan y nada más.

Mientras todo esto pasa los carro de Franklin Almeida Rancier están parados en las esquina, sus ocupantes haciendo cuentos en vez de darle uso y ponerlo al servicio de la seguridad ciudadana, que con el dinero del pueblo fue que se compraron y también se les paga a los que andan en ellos.