Mis amigos guardias Son dos años o menos no se vuelvan locos.
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo. R.D. Una gran cantidad de militares a pesar de su preparación, profesionalidad y todo lo que las Fuerzas Armadas, han invertido en su capacitación, una vez cuando son designadas en posiciones importantes de mando, desconocen, sus deberes y responsabilidades.
Por tal razón lo que pudiera a ver sido una gestión exitosa termina, en una gran humillante y vergonzoso fracaso, recibiendo el repudio de todo el mundo, pasando de ganadores a perdedores, y aquellos que los recomendaron para los cargos sumidos en un sentimiento de traición .
Las primeras señales de esto se evidencian, una vez tomado el cargo, que inmediatamente cambia su forma de ser, son otra persona y se colocan en una burbuja llena de una neblina, que les proporciona el poder, con lo que se desconectan de la realidad, tornándose ciegos, sordos y mudos iniciando sus primeros fracasos desde que se sientan en el cargo.
A pesar de que para esos militares las designaciones dependiendo de su importancia, y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, tiene un periodo mínimo de seis meses y un máximo de 1 a 2 años, cuando se ven encima del poder piensan que será una eternidad, haciendo todo tipo de disparates, y todo menos para lo que fueron designados.
Con tristeza veo como se inflan, como los pavos reales, se ponen como locos, me pregunto y después que pasen esos dos años, que harán. La vida seguirá igual volverán a ser lo que antes, sencillamente tendrán que bajar por la misma escalera, donde cuando estaban subiendo y una vez arriba pisotearon, y al bajar verán, los rostros de los que humillaron o maltrataron como le ha pasado a muchos que luego no pueden volver a las instituciones.
Primeramente cuando faltan dos o tres meses para salir del cargo piensan en todos aquellos amigos que humillaron, los que jodieron, los proyectos que iniciaron y no terminaron, y la pregunta ¿que hice estos dos años?, ¡púes nada! comer cheques, y poner a cobrar a mujeres para luego cobrarles a ellas. No entienden bueno los dejos de tarea.
Dos años manejando nominas, pagar a los enemigos para que no digan las cosas malas e ignorar a los amigos, por que no representan peligro, recibiendo a quien creía le generaría algún tipo extra de beneficios, por que nunca están conformes, y menos cuando se rodean de gente del mismo nivel de mediocridad, que los ayudan o lo empujan más hacia el abismos del fracaso administrativo. Los casos son evidentes.
Durante años he visto cuando llega la hora cero, como tienen que recoger en cajas, cajitas , fundas, maletas, buscar donde meter todas esas cosas , si no tiene otra designación, y luego los que fueron sus colaboradores, al saber que ya no están en el encargo lo dejan solos.
Estos son los mas afortunadas, otros salen pensionados, como el caso del un coronel del Ejercito Nacional, que dirigió la Radio Emisora de las Fuerzas Armadas, que por pasarse de listo está en su casa.
Hay direcciones y cargos que tienen problemas por que la gente que los ocupa, se transforma, se ponen como locos, no importa la institución, si llegan y se sientan, se quedan desquiciados o ¿será que les quedan muy grandes?
Bueno este pequeño análisis, si ustedes lo relacionan se darán cuenta que los cargos, no son para todo el mundo, hay gente que no nació para dirigir, sino para ser dirigido esa es la razón de las administraciones de éxitos y las de fracaso.
A los militares en posiciones de mando que vean su imagen reflejada en este espejo están a tiempo para corregir el rumbo, de lo contrario mañana, no alegue ignorancia y carguen con el peso de su enorme fracaso y culpa.
Por tal razón una humilde sugerencia al Presidente Dr. Leonel Fernández Reina, y sus asesores militares que a la hora de designar a sus militares, relacione su trayectoria dentro de las respectivas instituciones, como los caso de los últimos secretarios, mayores generales, Ramón Antonio Aquino García, Pedro Rafael Peña Antonio, así como los vicealmirantes Sigfrido A. Pared Pérez y Homero L. Lajara Solà, y el mayor general piloto Carlos R. Altuna Tezanos entre otros, quienes han dejado una impronta de honestidad, profesionalidad y lealtad dentro de las Fuerzas Armadas y el País. Que el pueblo se lo agradecerá.
Luego analizaremos el desempeño de cada una de las direcciones por separado
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo. R.D. Una gran cantidad de militares a pesar de su preparación, profesionalidad y todo lo que las Fuerzas Armadas, han invertido en su capacitación, una vez cuando son designadas en posiciones importantes de mando, desconocen, sus deberes y responsabilidades.
Por tal razón lo que pudiera a ver sido una gestión exitosa termina, en una gran humillante y vergonzoso fracaso, recibiendo el repudio de todo el mundo, pasando de ganadores a perdedores, y aquellos que los recomendaron para los cargos sumidos en un sentimiento de traición .
Las primeras señales de esto se evidencian, una vez tomado el cargo, que inmediatamente cambia su forma de ser, son otra persona y se colocan en una burbuja llena de una neblina, que les proporciona el poder, con lo que se desconectan de la realidad, tornándose ciegos, sordos y mudos iniciando sus primeros fracasos desde que se sientan en el cargo.
A pesar de que para esos militares las designaciones dependiendo de su importancia, y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, tiene un periodo mínimo de seis meses y un máximo de 1 a 2 años, cuando se ven encima del poder piensan que será una eternidad, haciendo todo tipo de disparates, y todo menos para lo que fueron designados.
Con tristeza veo como se inflan, como los pavos reales, se ponen como locos, me pregunto y después que pasen esos dos años, que harán. La vida seguirá igual volverán a ser lo que antes, sencillamente tendrán que bajar por la misma escalera, donde cuando estaban subiendo y una vez arriba pisotearon, y al bajar verán, los rostros de los que humillaron o maltrataron como le ha pasado a muchos que luego no pueden volver a las instituciones.
Primeramente cuando faltan dos o tres meses para salir del cargo piensan en todos aquellos amigos que humillaron, los que jodieron, los proyectos que iniciaron y no terminaron, y la pregunta ¿que hice estos dos años?, ¡púes nada! comer cheques, y poner a cobrar a mujeres para luego cobrarles a ellas. No entienden bueno los dejos de tarea.
Dos años manejando nominas, pagar a los enemigos para que no digan las cosas malas e ignorar a los amigos, por que no representan peligro, recibiendo a quien creía le generaría algún tipo extra de beneficios, por que nunca están conformes, y menos cuando se rodean de gente del mismo nivel de mediocridad, que los ayudan o lo empujan más hacia el abismos del fracaso administrativo. Los casos son evidentes.
Durante años he visto cuando llega la hora cero, como tienen que recoger en cajas, cajitas , fundas, maletas, buscar donde meter todas esas cosas , si no tiene otra designación, y luego los que fueron sus colaboradores, al saber que ya no están en el encargo lo dejan solos.
Estos son los mas afortunadas, otros salen pensionados, como el caso del un coronel del Ejercito Nacional, que dirigió la Radio Emisora de las Fuerzas Armadas, que por pasarse de listo está en su casa.
Hay direcciones y cargos que tienen problemas por que la gente que los ocupa, se transforma, se ponen como locos, no importa la institución, si llegan y se sientan, se quedan desquiciados o ¿será que les quedan muy grandes?
Bueno este pequeño análisis, si ustedes lo relacionan se darán cuenta que los cargos, no son para todo el mundo, hay gente que no nació para dirigir, sino para ser dirigido esa es la razón de las administraciones de éxitos y las de fracaso.
A los militares en posiciones de mando que vean su imagen reflejada en este espejo están a tiempo para corregir el rumbo, de lo contrario mañana, no alegue ignorancia y carguen con el peso de su enorme fracaso y culpa.
Por tal razón una humilde sugerencia al Presidente Dr. Leonel Fernández Reina, y sus asesores militares que a la hora de designar a sus militares, relacione su trayectoria dentro de las respectivas instituciones, como los caso de los últimos secretarios, mayores generales, Ramón Antonio Aquino García, Pedro Rafael Peña Antonio, así como los vicealmirantes Sigfrido A. Pared Pérez y Homero L. Lajara Solà, y el mayor general piloto Carlos R. Altuna Tezanos entre otros, quienes han dejado una impronta de honestidad, profesionalidad y lealtad dentro de las Fuerzas Armadas y el País. Que el pueblo se lo agradecerá.
Luego analizaremos el desempeño de cada una de las direcciones por separado
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