Hospital Central de las Fuerzas Armadas.
General (r) Pou Castro
“Yo no le he disparado, ni matado a nadie”.
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. Con estas dos frases dejó marcada la historia que lo involucra en la muerte del periodista Orlando Martínez, el general (r) Pou Castros.
Santo Domingo R.D. Con estas dos frases dejó marcada la historia que lo involucra en la muerte del periodista Orlando Martínez, el general (r) Pou Castros.
Dice su hijo JAFFIR POU CHESTARO que su padre desde su lecho del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde se encuentra luchando con las complicaciones de enfermedades terminales circulatorias, le ha explicado, los acontecimientos una vez y otra vez los mismos que lleva años diciendo en los tribunales, desde que fue acusado junto a un grupo de militares de la muerte del periodista Orlando Martínez
Pou Castro explica como sucedieron los hechos de ese lamentable día, cuando un equipo de militares cumpliendo órdenes fue a buscar al periodista con el fin de apresarlo y darle un susto ya que si se conocía que teníamos apresado a un periodistas el escándalo, era tal que entendíamos que se tendría que poner en libertada rápidamente.
Dice Pou “cuando lo interceptaron los vehiculo uno delante y él detrás con ocho militares uno de los que viajaban en el carro que estaba delante, se desmontó pero sorpresivamente cuando se acerca para apresar a Orlando este le encañona, con un revolver, mientras, el compañero de quien el tiene apuntado va del lado izquierdo, Rafael L. Ricart, cuando ve que su compañero es apuntado realiza un disparo a la mano de Orlando Martínez, con la intención de tumbarle el revolver y esto daña toda la operación.”
“El Sargento Mariano Duran a quien Orlando tiene apuntado de frente piensa, al ver y escuchar la detonación del disparo, cree que éste le ha disparado con el arma que lo apuntaba y realiza un disparo que impacta al periodista en la mejilla derecha, hiriendo de gravedad a Orlando, dañando la operación, y obligándolos a salir de la escena de la operación rápidamente”.
Estos hechos dice Pou Castro, lo he dicho cientos de veces y es la verdad, la muerte de Orlando me daño mi carrera militar, yo ni conocía a Orlando, ni tampoco tuve problemas con él, nunca escribió nada en mi contra, fue una misión ordenada por el jefe de estado mayor de la Fuerza Aérea Dominicana con la anuencia del secretario de las FF.AA., y se salió de control, pero yo no he matado a nadie explica esos hechos lamentándose y reconociendo que nunca tuvo ningún problema con el periodista.
Con pesar dice Jaffir que su padres está aquejado de enfermedades, como un LIMFOMA NO HOSKING Y PROBLEMAS CIRCULATORIOS, que en más de una ocasión, han querido llevarle la vida, y en adicción, se debate entre una pesada carga de una condena de 30 años, su carrera militar dañada por los hechos, y los tratamientos médico, muchos bastantes dolorosos y costosos, que lo tiene sometido, solo con el contacto de los médicos y enfermeras que al paso de estos él hace pausas cuando conversamos, para saludarlos con mucho afecto.
Mi padre sobre vive con una pensión de 16 mil pesos mensuales de los cuales tiene que gastar 25 mil en medicina, que parte de los gastos tiene la ayuda de sus hijos, lamenta su situación, al tiempo que dice que nadie lo ha ayudado solo agradece las atenciones que le prestan en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, a su director y cada uno de los médicos, enfermeras que lo asisten, entre los cuales existe y ha desarrollado un trato muy afectivo.
Las veces que trata el tema , me ha confesado muchas veces con mucho pesar que : “la muerte de Orlando me daño mi carrera militar, ya que nosotros, no fuimos a matar a nadie, era solo apresarlo y darle un susto, si Orlando Martínez, no hubiese estado armado, aun estuviera vivo”.
Siempre reitera lo siguiente: “Orlando nunca escribió, nada de mi, nunca me hizo nada, yo no teñía nada contra él, a nosotros nos ordenaron que lo apresáramos, y eso íbamos hacer, aunque hay gente que piensa que yo tuve la intención de matarlo y que fui el cerebro de la operación” indica “en esa época nadie se atrevía hacer nada, sino se lo ordenaban, nadie era loco de hacer cosas sin, el consentimiento de los superiores”. Afirma Pou Castro.
Pone como ejemplo que en esa época el era un mayor y en la misión había un coronel, todos miembros de la Fuerza Aérea Dominicana adscrito al A-2 que es la inteligencia de la FAD.
Dice luego de estos lamentables hechos, yo tuve que ir a Nueva York a donde mi mamà y ella me preguntó- ¿que paso? -qué -¿por qué? yo había matado al hijo de su amiga, Orlando Martínez- yo le contesté -yo no he matado a nadie pero de ese disgusto mi madre murió años después.
Su hijo manifiesta que su padre Pou Castro con 75 años de edad, todavía mantiene su amor por la institución militar, y a pesar su enfermedad cuando hablamos, lo hace con mucha lucidez. Me describe los hechos con mucha coherencia, manteniendo su inocencia, apoyándose y citando varios articulo del Código Procesal Penal, que tiene en su mesa de noche, donde excusa a los oficiales cuando hieran, maltraten una persona de forma involuntaria en el cumplimiento de alguna misión, diciendo que la pena es de seis a cinco años, y que él lleva 14 preso y condenado a 30 años.
A pesar de los años y su enfermedad circulatoria y otras complicaciones que le mantiene los pies alterado y no puede permanecer mucho tiempo parado a la que el dice “yo estoy condenado a muerte” expresa que piensa volver a los tribunales a buscar justicia en su caso reiterando que “él no le disparo a nadie”, “no maté a nadie.”
Dice Jaffir que en una ocasión, conversamos muy animadamente refiriéndose a su padre Pou Castro cuando los dolores de su enfermedad, le hicieron, repentinamente hacer, un esfuerzo para pararse del asiento y se marchó saludándome y perdiéndose en el pasillo para, oficiales superiores, donde se encuentra recluido luchando para salvar su vida y de manera abrupta, dio por terminada nuestra conversación.
Pou Castro se expresó mediante su hijo JAFFIR POU CHESTARO quien ha tenido que suspender sus estudios de medicina, para atender su padre y especialmente otros problemas que le afectan.
Conversamos cerca de su casa en el Ensanche Ozama, quien además, nos manifestó, el deseo que tiene de que ha su padre después de tanto tiempo tengan un poco de humanidad de su situación de padecimientos, malestares y sufrimientos.
