El Leño Pinto Digital
Cápsula naval
Por Homero Luis Lajara Solá
La inteligencia artificial puede ayudarte a organizar ideas, a redactar borradores o a acelerar procesos.
Puede ser un motor, un apoyo, incluso una brújula auxiliar. Pero no puede reemplazar la pasión, la vocación ni el estudio.
Esas son velas que sólo el ser humano puede desplegar.
Un libro escrito solo con máquinas, sin alma ni propósito, puede tener páginas bien ordenadas, pero carecerá de ese pulso humano que conecta con el lector.
La diferencia la marcan la experiencia vivida, la voluntad de aprender, el esfuerzo constante y la chispa creadora que viene de algo más grande que nosotros.
Fuimos creados por un ser/principio superior, y eso nos da la capacidad de sentir, de imaginar y de trascender.
La máquina imita, pero no inspira por sí sola. En otras palabras: la IA puede ayudarte a pulir la madera, pero la quilla y el timón los pone el hombre con su talento y su fe.
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