RUMBO A LA DIGNIDAD

La patria no solo se defiende en las fronteras: también se resguarda en cada conversación, en cada línea escrita, en cada mensaje que, como señal de faro, debe orientar y no confundir. 

El Leño Pinto Digital

CÁPSULA NAVAL   

Por Homero Luis Lajara Solá 

Cada 16 de agosto, la patria iza su memoria para conmemorar la gesta restauradora de 1863, cuando dominicanos de temple firme —José Antonio Salcedo, Gaspar Polanco, Gregorio Luperón y tantos otros valientes— supieron virar el rumbo de la historia y devolverle a la nación la soberanía que le había sido arrebatada.

Aquellos hombres no solo combatieron con armas, sino con una visión clara del horizonte nacional. 

Navegaron contra corriente, sin perder la fe ni soltar el timón, conscientes de que, en la tormenta, también se forjan las repúblicas.

Hoy la marea es distinta, pero no el deber. 

Ya no se combate en campo abierto  ni en fuertes; la batalla se libra en el terreno de la comunicación, donde hay que cuidarse de escenarios que solo buscan aplausos virtuales y cifras de seguidores, sin importar su origen. 

Esta nueva lucha, aunque sin estruendo, erosiona como el salitre si no se enfrenta con carácter y dentro del marco de la prudencia y las leyes.

Vivimos tiempos en que la palabra ligera, el insulto sin prueba y el escándalo disfrazado de valentía—en algunos casos— ocupan espacio en las bitácoras del día. 

Pero lo vulgar jamás será sinónimo de autenticidad, ni el ruido de valor.

La patria no solo se defiende en las fronteras: también se resguarda en cada conversación, en cada línea escrita, en cada mensaje que, como señal de faro, debe orientar y no confundir. 

Recordar a nuestros restauradores no es un acto mecánico, sino un llamado a seguir su ejemplo: sostener la República, con firmeza y honor, con una estrategia de comunicación efectiva— sustentada en el ejemplo —tanto hacia lo externo como hacia lo interno.

Porque, al igual que en un buque de guerra, sin una orientación constante, una palabra irresponsable puede abrir una vía de agua en la dignidad nacional.