Compilado por Elena Crespo
El Leño Pinto Digital
La IA aplicada al turismo puede optimizar desde la gestión de reservas hasta el análisis en tiempo real del comportamiento de los visitantes en un destino Esto en base a la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA)
Pero para que la inteligencia artificial tenga un impacto real y sostenido en el turismo, es fundamental contar con plataformas que faciliten la innovación y la interoperabilidad entre sistemas. Se requiere una infraestructura tecnológica robusta, flexible y basada en estándares abiertos.
“Desde Red Hat, creemos que la inteligencia artificial debe construirse sobre bases abiertas y colaborativas para ser verdaderamente transformadora. En el sector turismo, esto significa habilitar plataformas tecnológicas que permitan a gobiernos y empresas integrar soluciones innovadoras de manera ágil, segura y adaptable. El enfoque de código abierto no solo impulsa la eficiencia operativa, sino que también promueve la autonomía tecnológica y el desarrollo de capacidades locales en los destinos donde más se necesita” afirmó Pedro Andrés Solórzano, gerente de cuentas estratégicas para Centroamérica y el Caribe de Red Hat.
En la práctica, la IA aplicada al turismo puede optimizar desde la gestión de reservas hasta el análisis en tiempo real del comportamiento de los visitantes en un destino Por ejemplo, sistemas basados en plataformas abiertas pueden prever picos de afluencia en sitios turísticos y redistribuir flujos de visitantes para mejorar su experiencia y reducir el impacto ambiental.
Asimismo, permiten a los operadores turísticos adaptar sus ofertas según las preferencias detectadas, incrementando el valor de cada visita. Al trabajar sobre tecnologías de código abierto, estas soluciones pueden escalar rápidamente, integrarse con sistemas ya existentes y responder a las particularidades de cada país sin imponer modelos rígidos.
Inteligencia artificial en turismo: beneficios, desafíos y oportunidades
En el sector turístico, la IA ya se utiliza para planificar itinerarios, seleccionar hoteles, encontrar restaurantes y descubrir sitios recomendados. Sin embargo, al basarse principalmente en datos masivos de popularidad, estas herramientas tienden a concentrar la demanda en ciertos destinos, generando efectos adversos: sobresaturación, encarecimiento y una disminución de la calidad en la experiencia del visitante.
Un ejemplo emblemático es Santorini, en Grecia, donde la sobreexplotación turística ha superado su capacidad de carga, afectando la experiencia del viajero y encareciendo el costo de vida para la comunidad local. Casos como este evidencian la necesidad de una IA más estratégica y contextualizada.
Frente a estos desafíos, Pedro Andrés Solórzano enfatiza la importancia de que gobiernos y empresas desarrollen modelos de IA propios, adaptados a sus necesidades y realidades locales. Esto implica trabajar sobre plataformas que permitan entrenar modelos especializados, controlar la información de manera segura y garantizar un uso responsable y eficiente de los datos.
“La clave está en desarrollar soluciones centradas en cada industria, que ofrezcan respuestas relevantes sin comprometer la seguridad de los datos. Las plataformas abiertas permiten que esta innovación ocurra de forma segura, escalable y adaptada a la realidad de cada mercado”, afirma Solórzano.
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