El Leño Pinto Digital
"El marino auténtico no vive para exponerse. Vive para cumplir la misión, sin sobrecargar la nave de la nación con el lastre de su vanidad personal".
CÁPSULA NAVAL
Por
Homero Luis Lajara Solá
No subestimes al marino cuando guarda silencio.
Porque su callar no es evasión: es dominio.
No es cobardía: es cálculo.
En la mar —como en el mando—el verdadero conductor no alardea : corrige el rumbo con temple.
Vivimos tiempos donde muchos confunden notoriedad con liderazgo y piensan que gobernar es coleccionar seguidores, cuando en realidad, el uniforme exige servir sin condiciones.
El marino auténtico no vive para exponerse. Vive para cumplir la misión, sin sobrecargar la nave de la nación con el lastre de su vanidad personal.
Las redes sociales no son el puente de comando del oficial.
El honor no se construye con publicaciones, sino con decisiones silenciosas que salvan vidas, rumbos y principios.
Como el almirante Cambiaso en Tortuguero (1844), que no escribió discursos ni buscó aplausos, sino que inscribió con fuego naval el nacimiento de una patria libre.
Como los grandes líderes navales que cambiaron el curso de la historia desde la cubierta.
Porque la marcialidad y la excelencia no necesitan reflectores, necesitan resultado, coherencia y servicio sin pasar factura.
Al final del viaje, cuando el viento amaine y se registre la bitácora, no importará cuántos te siguieron, sino qué rutas abriste, qué puertos defendiste, y si tu mando alivió… o encalló… a la nación que juraste proteger.
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