El Leño Pinto Digital
Cápsula naval
Por Homero Luis Lajara Solá
Así como en la mar el vigía canta su avistamiento antes que la nave lo vea, en la escritura, el epígrafe anuncia el espíritu de lo que viene.
Un epígrafe no da órdenes ni explica rumbos; simplemente señala un horizonte.
Quien aprende a leerlo, navega mejor. En todo escrito digno de bitácora, el epígrafe es la primera campanada del cuaderno de guardia.
Antes de soltar amarras y entregarnos al vaivén de las olas, izamos un pequeño farol en el bauprés: eso es el epígrafe.
Una chispa que guía el rumbo de la travesía escrita.
Breve como el primer destello en la neblina, pero tan necesario como el compás en noche cerrada.
Quien entiende un epígrafe, entiende que toda buena navegación empieza con propósito.”
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