El Leño Pinto Digital RD
Por Ricardo Rojas Vicioso
Las redes sociales hicieron
viral, un vídeo donde un hombre buscado por diferentes delitos, fue ultimado
por la Policía Nacional dentro de un apartamento en los Girasoles
Sin embargo causó una serie de
comentarios porque el mismo se encontraba dentro de un apartamento con niños de
acuerdo a lo que el mismo dice en el vídeo, antes de ser ultimado, que
precisamente los estaba haciendo como forma de protegerse de los que ya el
sabia que le vendría, por lo de que el que a hierro mata a hierro muere.
Ya estuvo en programas de televisión, refiriéndose
al tema y cuestionando la Policía Nacional, Manuel el presidente de la Comisión
de los Derechos Humanos, muy conocido por su defensa a los delincuentes, y por
meter la cabeza dentro de un hoyo como el avestruz, cuando los delincuentes son
los que matan, gente seria.
Lo que no me sorprende, ya que de
la defensa a delincuentes y a los haitianos viven muchos malos dominicano, gente sin moral ni ética.
Pero vamos hacer un refrescamiento
de lo sucedido, y por qué era buscado este angelito.

Pero , es paradójico que para él
los niños con los que andaba, el capitán de navío Augusto Alberto Lizardo Gonzales,
no le importó ni tomó en cuenta para dispararle dos veces frente a sus hijos de
los cuales uno resultó también con heridas gracias a Dios de forma leve,
durante el intento de atracó que originó esa balacera.
Además de otras diabluras, este
hombre era activamente buscado por la Policía Nacional, y se tenía conocimiento
que estaba fuertemente armado, lo que lo hacía más peligroso.
También en respuestas a los que
lloraban la muerte de este delincuente, fue subido otro vídeo del Moreno 27
pero en esa ocasión, no estaba con niños, estaba con tres pistolas, las cuales
preguntaba… ¿con cuál quiere que te dé?..¿Con ésta?.. no, con ésta, porque si
te doy con está, las cuales extraía de
un especie de maletín.
A veces escucho los lamentos de
muchos y me indigna los de los comunicadores en medios de comunicación
cuestionando el trabajo de la policía, cuyos agentes no son santos, pero
arriesgan sus vidas persiguiendo delincuentes como Moreno 27 que al igual que
como le entró a tiros, sin mediar ningún problema con el capitán de Navío de la
Armada, solo no dejarse atracar, podría hacerlo con cualquier otra víctima, sea
militar, policía o civil.
Delincuentes como Moreno 27 está
lleno el país, y si desde las autoridades, en especial la Policía Nacional, no
se envía una señal, clara, nadie estará seguro, ni militares, ni policías, y
muchos menos la población civil, que anda desarmada y cuenta con la protección
de esas autoridades.
Nadie está de acuerdo que seres
humanos mueran, pero es lamentable, cuando se trata de peligrosos delincuentes
como este sujeto, existe una alegría, un leve alivio de la sociedad porque ya
hay uno menos, y con su muerte se evitan una gran cantidad de posibles: atracos,
heridas y muertes de más seres humanos sobre todo buenos y gente productivas.
Ahora solo me gustaría que los
delincuentes se vean en el espejo de Moreno, como acabó su vida delincuencial,
que lo que consiguió no le sirvió de mucho, ya que ahora nada de eso lo va a
necesitar, en su tumba, perdió su familia, su hogar y su vida, no creo que
otros quieran imitar el final de su carrera delictiva.
No es un secreto que todo el que
empuña un arma, y se dedica atracar, herir y matar personas, y desafiar las
autoridades, no puede tener otro final que no sea una cárcel, hospital, o
como este una tumba solitaria y fría,
donde su cuerpo será consumido por los elementos.
Quiero aprovechar para pedir al
Director General de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrín Bautista, que
siga limpiando en lo posible las calles de delincuentes, que aunque de forma hipócrita
muchos lo critican, al final se lo agradecerán, cuando entienda que con la
salida de circulación de estos delincuentes, le garantizarán más tiempo de vida tanto a ellos como a su familiares,
vecinos, amigos y conocidos.
Nadie puede estar por encima de
la ley, ni adueñase de las calles, ni la tranquilidad de las personas, sin que
sus malas acciones un día le lleven a enfrentar la autoridad, y tener el
desenlace que por gracias de Dios fue el malo que cayó en esta ocasión, y no
uno de nuestros policías.
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