La ven como una necesidad nacional.
Por Ricardo Rojas Vicioso.
El panorama político en la República
Dominicana, al iniciar este 2015 adquiere un nuevo matiz, con el tema de la
posible reelección del presidente Danilo Medina.
A pesar de que aún él no se ha referido al tema, si seguidores del
presidente han iniciado acciones para llamar su atención, y también la del
pueblo dominicano reclamando cuatro años más.
Las anteriores reelecciones primero la de Hipólito Mejía que no logró, y
luego la del Leonel Fernández que mantuvo al PLD en el poder hasta pasarle la
antorcha al presidente Medina, han tenido sus características muy particulares.

El ciudadano común que no milita en partidos políticos y que solo tiene
su conciencia, sentido común, y la memoria del accionar de Danilo Medina desde
su llegada a Palacio Nacional están convencido de que debe aceptar su reelección.
Y es que este presidente ha dado más que señales que realmente su interés;
no era solo alcanzar la presidencia y ser un presidente más, no Danilo ha
dignificado la política con un ejercicio digno, respetuoso y consiente de las
necesidades del pueblo dominicano.
Cuando se juramenta como presidente Danilo Medina realizó un hecho muy
significativo y que llamó mucho mi atención, fue el de ir a la Barquita un
lugar donde muchos políticos van durante las campañas políticas, buscando
sensibilizar la población para que le den sus votos, pero luego que pasan las
elecciones nadie vuelve.
Sin embargo el presidente Danilo Medina “primus enter parís” primero
entre sus iguales y ya como la primera
figura del país, regresó y se dio un baño inesperado de pueblo.
Además de regresar a donde su gente pobre que habían depositado las
esperanzas en él fue con la verdad y el corazón, no prometió nada que no podía cumplir
en ese momento, le dijo: “este año no puedo hacer nada, ya que no está incluido
en el presupuesto, pero el próximo año si”
La posición de Danilo con los necesitados dominicanos, no responde a
color ni bandera partidaria, trata a la gente como su pueblo, siente y ve sus
necesidades, utilizando las herramientas a su alcance para corregir los problemas
que les afectan, por eso se movió para los campos a escuchar personalmente las
necesidades del pueblo para que los funcionarios, no les cuenten.

Las declaraciones sobre el oro que explota la Barrick Gold en el país, y
las posteriores negociaciones que lograron mejorar los acuerdos entre esa
empresa canadiense y la República Dominicano son marcas muy difíciles de borrar
de sus pasos positivos por el poder.
La reelección de Danilo mas que un proceso normal de funcionarios y
seguidores para mantener a un presidente que le ha favorecido en un cargo;
desde el punto de vista del pueblo se ve como una gran necesidad de dejar más
tiempo a un hombre que pensó, lo está haciendo y se espera que lo seguirá
haciendo bien como presidente y ser humano muy especial.
A pesar de que el PLD cuenta con aspirantes presidenciales muy buenos
gente con sangre nueva, como Reynaldo Pared Pérez y Francisco Javier, que se ganaron una parte del
pueblo gracias a su capacidad y por su desempeño brillantes en las funciones
que han ocupado, sin embargo el presidente Medina sigue siendo el más querido y
popular

Pero desde este panorama color de rosa; sin embargo hay un solo punto
oscuro y es lo que tiene que ver con el tema de los haitianos en el país.
Es el único espacio donde la población se siente un poco indignad,
cansada y desesperada, viendo como los ilegales haitianos, reciben un apoyo
sobre dimensionado injusto y desordenado desde el extranjero
incluso en el propio territorio nacional.
El país está inundando de haitianos, no hay calles, avenida, barrio de
importancia en el país que no se encuentre invadido de nacionales haitianos, convirtiendo
la nación en un gran mercado dado la condición de pobreza económica e
intelectual de esa inmigración.
Es el único punto donde el
presidente Medina se encuentra débil, la población necesita sentir que éste país
es de los dominicanos, y la inmigración haitiana junto con esa injerencia
internacional mantiene un sentimiento de rabia e indignación.

El temor y el sentimiento de que nos están arrancando el país de las
manos, poco a poco es latente, y lo peor en los ojos de las autoridades.
Todo esa ayuda que reclaman y absorben
esa inmigración pobre haitiana, dejamos de
darla y de ayudar a nuestro pobres dominicanos, y esto es inaceptable, primero
los pobres dominicanos y luego los demás. La solidaridad y humanidad, no puede
llevarnos al suicidio del pueblo
dominicano.
Pero a pesar de todo pienso y es
mi opinión personal dado la percepción que se puede sentir en el ambiente
nacional, que la continuidad del PLD en el poder estaría garantizada con una reelección
del presidente Danilo Medina.
Los candidatos de la oposición colijo que no se sentirán cómodos para
enfrentar a Danilo y prefieren otro candidato que esté más a su alcance o nivel
de vencer, y por eso me imagino que lucharán para que la reelección, no sea un
hecho.
Ahora en la medida que se acerca el tiempo buscaran pretextos jurídicos,
y fabricaran otros, por que la pesadilla de una reelección de un hombre que ha
logrado ganarse una parte muy importante del pueblo dominicano es más difícil de
vencer, y podría ellos recibir una gran derrota en las urnas.

Sin embargo si es efectiva la reelección el presidente podrá catapultar
el PLD cómodamente a un periodo más gracias a los logros de su exitosa gestión de
cuatro años.
Para la oposición es más difícil un
rival como Medina que no necesita mucha promoción, ya que su obra de gobierno
lo promueve solo y es la razón que se vea como una necesidad nacional.
Finalmente y no es que se me olvido el ex presidente Leonel Fernández,
otro posible candidato si el presidente Medina, no se decide o no puede reelegirse
creo que estará más interesado en que su partido mantenga el poder más allá del
2016.
Informaciones que han llegado a mis oído dan cuenta que si el presidente
Medina acepta aspirar otro periodo, el dignamente lo apoyará, una decisión muy
inteligente y significativa de Leonel Fernández que fortalece al gobierno y al PLD
y un golpe muy duro para una oposición dividida.

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