Por Ricardo Rojas Vicioso.
Hoy
queremos felicitar al Vicealmirante (r) Homero L
Lajara Solà quien se encuentra de
cumpleaños.
Un
amigo del amigo cuya trayectoria militar y personal ha estado matizado por el éxito,
fruto del trabajo la capacidad, y la preparación, poniendo siempre de su parte para que las
cosas se hagan de la forma más correcta posible.
Un hombre
que ha hecho del trabajo y el desarrollar proyectos novedosos su deporte preferido.
Escritor de varias obras de las que podemos mencionar Misión Naval, 1954 Vicisitudes y Consejos de Guerra; La Armada del Milenio Bitácora de una Misión,
además de una gran cantidad de artículos de opinión publicados en diferentes
medios de comunicación como El Listín Diario y el periódico Hoy.
De
sus pasos por la Jefatura de la antes Marina de Guerra hoy Armada Dominicana podríamos
hablar mucho, y nos llevaría varias paginas, pero si podemos recordar a los que tiene amnesia como sacó esa institución en
meses del descrédito y el caos que le encontró.
El combate
al narcotráfico, los viajes ilegales, la incautación de una gran cantidad de
dinero en dólares, drogas, y el sometimiento a los marino malos, y expulsión de
todo lo que le hacia daño en ese momento y no le permitía navegar y flotar en esa institución, fue su mayor preocupación.
En
esa lucha además de su valor y coraje con su condición de enemigo de todo
aquello que le haga daño a las instituciones, las Fuerzas Armadas, y sobre todo
el país estuvo acompañado de oficiales, que como èl tenía la visión y misión de
rescatar la Marina de Guerra de ese momento del abismo que había caído.
El actual
Comandante General Edwin Dominici
Rosario a la sazón director de Inteligencia Naval (M-2), desarrolló desde
esa posición un admirable trabajo coordinado desde la jefatura disminuyendo los
viajes ilegales a la isla de Puerto Rico una drástica y significativa disminución
de más de un 95 por ciento por lo que recibió un reconocimiento de las autoridades
de esa vecino país.
Lajara
Solà tenía algo que le caracterizaba, y es el echo de que prácticamente se
casaba con la posición, a la que el alto mando de las Fuerzas Armadas, y el
poder Ejecutivo le designara desarrollando un trabajo encomiable y admirable
por lo que se convirtió en un hombre de misiones.
Lo que
se ponía en las manos de ese hombre los frutos y los cambios era perceptible y palpable
desde cualquier ángulo, y se tenía que ser sordo, ciego o mudo para no darse
cuenta.
Su carácter
recio para algunos, junto con su posición radical para defender sus ideas y
posiciones, y su incapacidad para dejarse manejar para algunas personas, o
grupos caía muy mal, pero ese carácter es lo que identificaba y diferenciaba a
ese dominicano.
Pero
siempre fue un hombre leal y obediente al alto mando, y lo demostraba no con
lisonjas sino con el cumplimiento del deber siempre respetando las leyes y la Constitución
base de sustentación de su accionar.
Bueno
seguir hablando de Lajara Solà nos llevaría muchas paginas como dije al inicio
de este escrito, pero lo que le puedo asegurar es que la hoy Armada, las
Fuerzas Armadas, y el país deben sentirse orgullosas de que un hombre de los
pantalones y el carácter de Homero L. Lajara Solà, haya nacido en esta isla, y
su trayectoria militar ya están en la historia contemporánea de la República
Dominicana.
Un
hijo de doña Monina Solà dama distinguida y el Almirante fallecido Luis Homero Lajara Burgos, tiene en común ser caso único de haber ocupado la
Jefatura de la Marina de Guerra primero el padre y luego el hijo eso también está
en la historia militar dominicana.
Finalmente
quiero dejar claro que si algún día tengo que ir a una guerra me gustaría que
un hombre del carácter incorruptible y el valor, como Homero L. Lajara Solà sea
mi compañero y nos podamos cubrir las espaldas mutuamente.
Queremos que Dios le reboce
tanto a él como a su distinguida familia de muchas bendiciones, que la paz, el
amor y la dicha siempre adornen su camino.
Muchas felicidades querido
amigo.
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