Esta es la fotografía que logró la formación de telescopios ALMA, ubicada en el desierto de Atacama en Chile. En el centro el polvo estelar que se encargará de crear nuevas galaxias.
BBC Mundo.
Como una erupción de polvo rojo rodeada de fantasmas
electrificados digna de los más surrealistas efectos especiales: así se ve una
reciente supernova produciendo polvo cósmico.
La sorprendente imagen de la materia que creó las galaxias en
los primeros tiempos del Universo fue captada por primera vez por el mayor y
más caro radiotelescopio de la Tierra, el Atacama
Large Millimeter/submillimeter Array(ALMA), ubicado en el desierto
de Atacama, en el norte de Chile.
Las fotografías
fueron presentadas durante la reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense.
El desvanecimiento de los gigantes

El polvo se colapsa en los planetas ayudando a la formación de
las estrellas. Pero a pesar de su ubicuidad, no existía evidencia clara de cuál
es su origen, señala el corresponsal de ciencia de la BBC, James Morgan.
En el universo actual este material se forma alrededor de las
estrellas moribundas a medida que se van extinguiendo. Sin embargo, estas
gigantes moribundas no existían en el inicio del cosmos.
"Es el mismo problema que tengo en casa: hay un montón de
polvo y no tengo la menor idea de dónde proviene. El espacio es un lugar
desordenado y un poco sucio", le dijo a la BBC Remy Indebetouw, astronómo
del Observatorio Radioastronómico Nacional de los Estados Unidos (NRAO).
"Lo que hicimos fue trabajar con el telescopio más avanzado
que existe, el ALMA, para tratar de descubrir cómo se formó el polvo cósmico en
el origen del universo", añadió Indebetouw.
Según el científico, las supernovas han sido consideradas las
fábricas de galaxias, las creadoras de las bases que forman el universo. Pero
hasta ahora había sido difícil comprobarlo.
"Incluso cuando hemos logrado detectar una supernova
envuelta por una nube de polvo surge el viejo dilema de la gallina y el huevo:
¿cómo sabemos qué estaba primero, la nube o la supernova?", señaló
No es una molestia
Para descifrar el dilema un equipo de astrónomos de Reino Unido
y Estados Unidos utilizó el ALMA para observar los restos brillantes de la
1987A, la supernova más cercana que se ha observado recientemente, a 168.000
años luz de la Tierra.
Los científicos predijeron que a medida que se enfriara el gas
tras la explosión se formarían en el centro moléculas sólidas de átomos
fusionados de oxígeno, carbono y silicio.
Observaciones anteriores de la 1987A sólo habían logrado
detectar una pequeña cantidad de polvo caliente.
Pero gracias al poder de ALMA, solo tomó 20 minutos captar la
evidencia en cámara.
"Logramos captar una extraordinaria cantidad de polvo
concentrada en la parte central (de la nube)", dijo Indebetouw.
"La gente piensa en el polvo como una molestia, algo que se
interpone en tu camino. Pero nos damos cuenta de que es algo muy
importante", concluyó.
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