Berlín, 1 nov (EFE).- Edward Snowden,
el extécnico de los servicios secretos de EEUU que desveló sus polémicos
programas de espionaje, ha ofrecido en una carta a la canciller alemana, Angela
Merkel, a la Fiscalía federal y al Parlamento germano cooperación para
esclarecer todos los detalles de las escuchas norteamericanas.
"Cuando se resuelvan las
dificultades que rodean mi situación personal estaré en condiciones de cooperar
en la búsqueda responsable de los hechos" que han relatado los medios y
aclarar "la verdad y autenticidad de los documentos" publicados,
indica el joven informático en el texto.
Copias de esta misiva fueron hoy
distribuidas a la prensa por el parlamentario alemán de los Verdes
Hans-Christian Ströbele, quien se entrevistó ayer con Snowden en Moscú y
recibió el documento de manos del extécnico para que se lo trasladase a las
autoridades alemanas.
Snowden explica en la carta que
"en el curso de sus servicios" para la Agencia de Seguridad Nacional
(NSA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidenses ha presenciado
"violaciones sistemáticas de la ley" por parte del Gobierno
estadounidense, que le generaron el "deber moral" de denunciarlas.
"Como resultado de denunciar
estas preocupaciones, he afrontado una intensa y sostenida campaña de
persecución que me ha obligado a alejarme de mi familia y mi hogar",
afirma Snowden.
Aunque califica de
"demostrablemente positivo" el efecto de sus revelaciones, Snowden
acusa al Gobierno estadounidense de tratar "la disensión como
traición" y de intentar "criminalizar el discurso político como
delito".
"Sin embargo, decir la verdad no
es un crimen", apostilla el extécnico de la CIA en la carta.
Snowden se muestra esperanzado por la
respuesta de gran parte de la sociedad civil y de muchos gobiernos que han
criticado los programas de espionaje masivo de EEUU de las comunicaciones
globales y las escuchas dirigidas de líderes mundiales.
El técnico se reunió ayer con
Ströbele en Moscú y mostró su disposición a testificar ante la fiscalía alemana
o una comisión de investigación del Bundestag (cámara baja alemana) en relación
con los programas de espionaje de EEUU que él destapó.
Su oferta ha dado un giro a la
polémica en Alemania, que en junio se escandalizó por las revelaciones sobre el
espionaje masivo de las comunicaciones en su país y la semana pasada recibió
con estupefacción que su propia canciller había sido espiada, posiblemente
desde la embajada de EEUU en Berlín.
El Gobierno alemán se mostró hoy
receptivo, aunque cauteloso, al conocer el mensaje de Snowden.
El ministro de Interior, Hans-Peter
Friedrich, aseguró que el Ejecutivo en Berlín "encontrará la forma de
hacer posible esta conversación, una vez que Snowden esté preparado".
Poco después, el portavoz del
Gobierno, Steffen Seibert, matizó estas declaraciones y las enmarcó en los
intentos de Berlín por aclarar en detalle "las acusaciones" de que
EEUU ha capturado millones de metadatos de comunicaciones en Alemania y que
mantuvo pinchado un móvil de Merkel durante años.
"Nuestra postura desde el
principio ha sido la de tomarnos muy en serio las informaciones de espionaje a
los ciudadanos alemanes y a la canciller y tratamos de cooperar con nuestros
socios (norte)americanos para aclarar lo sucedido", indicó Seibert, que
recalcó la importancia de las relaciones bilaterales.
Según apuntó, el Ejecutivo no se
inmiscuye ni en la preparación de comisiones parlamentarias ni en posibles
procesos judiciales, ya que no entra dentro de sus competencias.
El presidente de la comisión de
secretos oficiales del Bundestag (cámara baja), el socialdemócrata Thomas
Oppermann, abogó por buscar una fórmula para que el exanalista de la NSA pueda
ayudar a Alemania.
"Si hay posibilidades de
escuchar a Snowden como testigo -sin ponerle en peligro y sin arruinar
completamente las relaciones entre Alemania y EEUU- debemos hacerlo",
manifestó en su cuenta personal de Twitter.
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