Perdimos al capitán de navío ARD Ramón Pérez Fabre.

Por Ricardo Rojas Vicioso.

Pasamos por la dolorosa pena de anunciar el lamentable fallecimiento de un amigo, y excelente oficial naval, el capitán de navío Ramón Pérez Fabre, ARD, sus resto estarán siendo velados en la Funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga del Ensanche Ozama. Santo Domingo Este.

Luego de luchar por su vida en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, la muerte nos lo arrancó, y hoy estamos muy tristes, y es precisamente por que fue un hombre muy solidario y apegado a la vida.

Durante mucho tiempo estuvimos en diferentes lugares compartiendo con ese oficial, durante labores periodísticas, que coincidían con actividades militares, y fue una persona con una gran sentido de humor, y dedicado a su trabajo, y cada una de las misiones que se le designaba.

Compartimos durante un tiempo en Jimanì después del terremoto que afectó esa nación, en labores humanitarias, dispuestas por el alto mando de las Fuerzas Armadas, y compartimos gratos momento en labores él como militar y yo desde el área periodística.

Era un hombre sincero, y con la verdad siempre en la punta de la lengua, pero con un sentido de humor que le hacia muy agradable el momento a quienes tuvimos el placer y privilegio de conocerlo y estar cerca de él en algún momento.

Un compañero y persona muy cooperadora y solidaria con sus compañeros, al punto que algunos que en algún momento le hicieron algún daño, no le daba mucha importancia, y lo aceptaba como cosas de las personas mediocres, lo que luego lo contaba como anécdota, sin mencionar nombre solo un amigo.

Perder una persona de los dotes de Pérez Febre no solo llena de mucho dolor a su familia, los amigos, compañeros de trabajo , promoción, y todas aquellas personas que como quien escribe le conocimos y compartimos momentos con el sencillamente no duele en los mas profundo del corazón esta temprana partida.

Hoy por esa funeraria los amigos y conocidos tendrán tiempo para darle el último adiós, y compartir ese dolor junto a su familia.

Solo le deseamos que Dios lo acoja en su santo seno, y como siempre perdone sus pecados, y le proporcione el consuelo y la fortaleza a su familia para soportar ese gran dolor por la muerte de ese extraordinario padres, hijo, amigo y militar dominicano.