sábado, 19 de octubre de 2013

Una gran crisis haitiana, se quiere ocultar con la campaña por decisión TC

Las organizaciones internacionales y potencias  mundiales temen enfrentar la verdadera problemática que sufre Haití.

“mientras más hacemos por muchas personas, menos hacen ellas por ellas mismas” JFK

Por Ricardo Rojas Vicioso.



Mientras en Haití el gobierno del presidente Martelly se enfrenta a protestas, precisamente por la situación tan calamitosa y de corrupción en que viven, sobre la República Dominicana se desata una campaña feroz, con el fin de ocultar la situación real por la que viven los nacionales en  Haití.

Sencillamente las mismas naciones, organizaciones y hasta potencias mundiales, que ha fracaso en ese empobrecida nación, y donde una cadena de errores y políticas equivocadas, han alejado la recuperación de este país son las que están detrás de condenar a la República Dominicana  tomando como pretexto la decisión soberana, legal y constitucional del Tribunal Constitucional.

Campañas mediáticas muy bien orquestadas, donde muchos papagayos nacionales e internacionales le hace el jugo sin darse cuenta de que el problema no está en una decisión, sino en resolver de una vez y por toda las condiciones en que se desenvuelve el pueblo haitiano que es un vergüenza ante el mundo.

La realidad es que a pesar de que todo esto está muy claro, durante años, se ha estado jugando a desviar la atención en los verdaderos problemas de Haití, y en su lugar importantizar y sobre dimensionar cualquier cosas que pase en la República Dominicana, para que de esta forma esto se convierta en un tema y ocupe toda la atención mundial.

Gobierno tras gobierno sobre Haití, han pasado sin lograr ningún avance significativo en el pueblo haitiano, su pobreza y atraso siguen como siempre y los organismos internacionales no tocan este tema, a menos que se haga alguna denuncia en República Dominicana que involucre algún nacional haitiano, entonces inmediatamente se dan por enterado, no así, con la gran cantidad de problemas a la que se tiene que enfrentar de carencias diariamente el pueblo haitiano.
 

Pero lo más vergonzoso de este caso no es la campaña mediática inmoral y la doble moral que se puede palpar oler y casi saborear, sino que muchas personas toman los temas haitianos en República Dominicana, como una manera de obtener notoriedad en los medios de comunicación, y también hacerse los graciosos como defensores de los pobres haitianos, con las potencias mundiales precisamente responsables de sumir esa nación en el abismo en que se encuentra.

Nadie quiere enfrentar la problemática haitiana con responsabilidad, y una prueba de esto lo viví en carne propia cuando el terremoto que afectó este país. Durante  más de 30 días que estuve en Jimanì, trabajando traté de conseguir informaciones sobre los proceso de reconstrucción que implementaría en Haití, las Naciones Unidas, y todavía lo estoy esperando.

Pero además una gran parte  de los países que ofrecieron su ayuda, todavía la están esperando los haitianos, muchos de los cuales todavía se encuentran en condiciones infrahumanas viviendo en carpas, y sin alimento, agua ni dinero.

El tema haitiano, siempre y cuando se produzca en la República Dominicana, es saboreado y cacareado a nivel mundial, por naciones que no aportan solución al problema, solo criticar a la nación que más ha ayudado, y la que dijo presente inmediatamente ocurrió el terremoto.

Nadie habla de cargar una parte de esa inmigración haitiana ilegal a sus fronteras, sino que los dominicanos, no repatriemos a los que de manera ilegal cruzan, y ahora hasta quiere que le demos la nacionalidad, y que le pasemos por encima a  nuestras propias leyes y Constitución, base fundamental del ordenamiento político y territorial nacional.

Las propuestas de organizaciones como Amnistía Internacional, el presidente de la Cámara de Diputados de Haití, algunos  juristas, y gente tratando de que la decisión sea echada para atrás, son una muestra de los desenfocados, poco profesional y turbados que están mucha gente y se creen, que todo el tiempo República Dominicana debe cargar sola con esa enorme presión migratoria irregular e ilegal pero también muy abusiva.

Nadie quiere enfrentar la problemática de Haití, de forma seria, por el contrario maquinan, para que sea los dominicanos, solo que se enfrente, y le de parte de su progreso económico.

La economía dominicana, como país tercermundista está muy precaria, al punto que no podemos solucionar nuestro propios problemas, y los de nuestros pobres, y asumir  o pretender como quieren organismos internacionales que azumemos un compromiso de más de dos millones de nacionales indocumentados es sencillamente una muestra de la poca capacidad , carácter y pensamiento justo sobre República Dominicana.

Esos países, y miembros de organizaciones internacionales, no abren sus fronteras para que entren los haitianos, y cuando estos lo intenta les aplican sus propias leyes migratorias, mientras critican cuando las autoridades dominicanas, hace los mismo en su territorio entre los que están Estados Unidos, Francia, Canadá y Brasil.

Una vez le dije a un comunicador que trataba el problema pero enfocado en la óptica humanitaria, defendiendo la inmigración haitiana lo siguiente: la República Dominicana es una embarcación que está socorriendo unos náufragos de otra embarcación  que representa Haití, y si la embarcación dominicana sobre pasa la capacidad de carga, ¿qué pasará?... sencillamente se hundirá con todos los náufragos, pero sobre todo ya no tendrá la capacidad de socorrer más náufragos. Me gustaría que eso se le entre en la cabeza a mucha gente.

Pues a estos es que nos quieren llevar hundirán, las dos naciones tratando de hipócritamente salvar una, sin saber que Haití, necesita la República Dominicana para subsistir, y la situación dominicana económica colapsa, también eso repercutirá en Haití.

Creo que las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, y todas aquellas instituciones, y organizaciones deben pensar mejor antes de tomar alguna decisión, u opinión al respeto. Las opiniones no siempre deben tomarla favoreciendo los haitianos, aunque sabemos que necesitan más que nosotros, pero favoreciéndolos a ellos perjudican a nuestros pobres dominicanos.

Los pobres dominicanos, son tan importantes como los pobres haitianos, y ellos no tiene la culpa de que las políticas en Haití, hayan, fracasado, al igual que sus respectivos gobierno, ni los pobres ni la República Dominicana debe ser culpada, ya que no ha impuesto ningún presidente, ni ha apoyado ningún dictador de los que se han enriquecido con el pueblo haitiano, por lo que esta nación mantiene los índices más alarmantes de pobreza y atraso social.

Pienso que la decisión del Tribunal Constitucional debe marcar las pauta , para que todos los que se han pasado años, defendiendo los haitianos desde medios de comunicación, y frescas oficinas, recibiendo apoyos internacionales, dejen ya de acabar con los dominicanos, y tomen el toro por los cuernos y saquen Haití, de su letargo .

Sencillamente los que quieren defender a Haití, lo tiene durmiendo el sueño eterno, sin que nadie aporte medidas, puntuales que permitan que se integre al conjunto de naciones que aspiran a logra un progreso, y con esto bajar los niveles de miseria, por lo que se conoce esta nación.

La inversión económica, en educación, y oportunidades complementada con una campaña de liderazgo, son algunas de las medidas que se deben implementar en ese país, que tanto lo necesita.

La mediocre estrategia de culpar a la República Dominicana, y permanentemente llevarla a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, con el único fin de intentar doblegar su posición de frenar y regular la inmigración haitiana, a la cual tiene derecho como nación soberana debe cesar.

Además esa necedad, no le ha dado ningún resultado al pueblo haitiano para mejora su situación, por el contrario el estar victimizando esa nación la ha llevado a sentarse a que se le resuelva sus problemas, al punto que ni las mismas autoridades Haitianas, hacen nada, siempre esperando que sean otros que les resuelvan los problemas a sus nacionales.

Eso me hace recordar una frase del asesinado presidente JFK :” mientras mas hacemos por algunas personas, menos hacen ellas por ellas mismas” y eso es lo que ha estado pasando en Haití.

Creo que el mundo debe ir en rescate de esa nación, y salvarla de sus malos gobernantes, y de potencia y naciones desenfocadas que no han tenido la capacidad de sacarla de esa miseria.

Pienso que es importante buscar otras organizaciones y naciones que no sean las tradicionales que en vez de ser un trabajo equilibrado se han convertido en pro haitiano y contra dominicanos si lograr ningún éxito en Haití.
Pero además sacarle de la cabeza las ideas locas, descabelladas y necias de una fusión entre dos pueblos con características, costumbres y culturas totalmente diferentes

A La República Dominicana deben respetarle sus leyes, Soberanía, y Constitución, con la que ha estado saliendo adelante como ejemplo ante el mundo, ha enfrentado naciones invasoras que han tenido que  saborear el polvo de la derrota y la humillación, y es por eso que tanto la  odian, por generaciones.

Finalmente las Naciones Unidas, OEA, Amnistía Internacional, y todas aquellas organizaciones que han vendido ante el mundo una intención de ayudar a Haití, que lo hagan sin tener que desacreditar a la República Dominicana, y sencillamente inteligentemente, con valor, determinación enfrentar los verdaderos problemas que tiene estacado al pueblo haitiano, que todos conocen, así como sus culpables, y no es la República Dominicana.


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