Internacional
Manila, 15 oct (EFE).- Al menos 87
personas han muerto y 167 han resultado heridas en el terremoto de 7,2 grados
de magnitud en la escala abierta de Ritcher que sacudió hoy la región de
Visayas, en el centro de Filipinas, además de causar graves daños en las
infraestructuras, monumentos y atracciones turísticas de la zona.
El director de la Policía de la
región de Visayas Central, el superintendente Danilo Constantino, informó de
que 77 personas han muerto en la isla de Bohol, el epicentro del seísmo, otras
nueve en Cebú y una más en la isla de Siquijor.
Constantino añadió que además hay 167
heridos en toda la zona afectada por el terremoto.
El Ejército filipino se ha sumando a
las tareas de búsqueda y asistencia a los damnificados, con dos helicópteros
militares dedicados a las tareas de transportar heridos de las zonas más
aisladas a los hospitales.
El director del Instituto de
Vulcanología y Sismología de Filipinas, Renato Solidum, señaló en una nueva
comparecencia ante la prensa que hasta las 15.15 hora local (07.15 GMT) habían
registrado 241 réplicas, una de las cuales alcanzó los 5,9 grados.
Según Solidum, la energía liberada
por el terremoto es similar a la de la explosión de "32 bombas atómicas de
Hiroshima".
Miles de ciudadanos en las zonas
afectadas, debido a las réplicas, evitan entrar en edificios y prefieren
permanecer en la calle, o huyeron hacia el interior ante el temor de que el
poderoso temblor hubiese formado un tsunami, lo que no ha sucedido.
El seísmo ha originado varios
deslizamientos de tierra y ha causado importantes daños en las infraestructuras
de la zona, tanto en hospitales, como en carreteras, puentes, edificios
oficiales y en varios monumentos.
En concreto, hasta 14 puentes han
sufrido daños considerables, informó el ministro de Obras Públicas y
Autopistas, Rogelio Singson.
Asimismo, diez iglesias históricas se
han visto afectadas, entre ellas la Basílica Menor del Santo Niño, en Cebú,
considerada como el monumento más antiguo de la Iglesia católica apostólica
romana del país y que data del siglo XVI.
En Bohol, algunas de las turísticas
"Colinas de chocolate", como se las conoce por el color de la tierra,
también sucumbieron al movimiento sísmico.
Se ha declarado el estado de
calamidad tanto en Cebú como en Bohol, donde el temblor cortó el suministro
eléctrico.
Las autoridades han anunciado la
suspensión de las clases en todos los colegios de Cebú, Bohol, Siquijor, Iloilo
y Dumaguete para dar margen a los ingenieros a que inspeccionen los centros y
garantizar que son seguros.
El presidente de Filipinas, Benigno
Aquino, anunció en una rueda de prensa que mañana visitará la zona afectada por
el movimiento telúrico.
Para tratar de paliar la situación de
los ciudadanos afectados por el seísmo, la ministra de Bienestar Social y
Desarrollo de Filipinas, Dinky Soliman, anunció un fondo de 90 millones de
pesos (más de 1,5 millones de euros o 2 millones de dólares).
El Servicio Geológico de los Estados
Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el
hipocentro a 56 kilómetros de profundidad en la localidad de Carmen, a 629
kilómetros al sureste de Manila.
El instituto filipino de sismología
(Phivolcs) dio la misma potencia pero situó el hipocentro a 33 kilómetros de
profundidad.
Filipinas se asienta sobre el llamado
"Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y
volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría
moderados.
Terremotos de magnitud superior a 5
grados se registran de manera esporádica en el sur de Mindanao, Batanes y la
región oriental de Bicol. EFE
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