Managua, 21 jun (EFE).- Nicaragua
amaneció hoy consternada por el accidente aéreo que el jueves costó la vida de
al menos un alto mando de la Fuerza Aérea y mantiene desaparecidos a otros
nueve oficiales, en uno de los peores incidentes de este tipo en la historia
del país.
Oficialmente se ha informado de la
muerte del jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, coronel Manuel López,
cuyos restos fueron hallados por las autoridades militares, que hasta ahora han
sido muy parcas y solo han emitido un comunicado sobre el asunto.
Los medios locales por su parte dan
como un hecho la muerte de todos los ocupantes de la aeronave, un helicóptero
MI-17 de fabricación rusa que según la versión oficial cayó el jueves en la
mañana en el lago Xolotlán, frente a la comunidad Cuatro Palos, a unos 57
kilómetros al noroeste de Managua.
Reportes de la prensa local señalan
este viernes que pobladores de la zona del siniestro encontraron restos de
cuerpos humanos flotando en las aguas del lago de Managua o Xolotlán, sin que
esa versión haya sido confirmada oficialmente.
Las mismas fuentes de prensa
reportaron además que la Fuerza Naval y el Comando de Operaciones Especiales
suspendieron anoche la búsqueda y rescate de las víctimas y que la operación
sería retomada esta mañana en las playas del lago, con la esperanza de que los
restos hayan sido expulsados por las aguas.
De acuerdo con la información del
Ejército, además de López viajaban en el helicóptero los coroneles Mario Jirón,
jefe de la base de reparaciones aéreas, y Eugenio Alfaro, jefe de operaciones y
planes de la Fuerza Aérea y quien pilotaba el aparato.
También estaban en la nave los
tenientes coroneles Aldo Herrera, jefe sección de armas de la dirección de
operaciones y planes del Estado Mayor General; Chester Vargas, jefe de
inteligencia y contrainteligencia de la Fuerza Aérea; Ildefonso Hernández, jefe
inspectoría aérea y copiloto de la aeronave, y Francisco Cruz, jefe sección de
personal y cuadros de la Fuerza Aérea.
Los otros ocupantes eran el mayor
Oscar Silva, técnico de aviación; el soldado Osmar Acosta, operador del grupo
de artillería antiaérea de la Fuerza Aérea, y Cristhian López, contador
financiero de esa institución, según los datos oficiales.
La institución castrense explicó el
jueves en el comunicado oficial que la tripulación de la aeronave informó de la
necesidad de realizar un aterrizaje de emergencia y a continuación se perdió la
comunicación.
El helicóptero, con capacidad para 32
personas, viajaba a 1.500 metros de altura cuando perdió vuelo, según la
versión oficial.
El aparato volaba hacia Managua procedente
del Polígono Nacional de Maniobra "El Papalonal", detrás del volcán
Momotombo, donde se realizó una misión de control de adiestramiento de
personal.
En 1999, trece militares y 15 civiles
murieron en un accidente aéreo registrado en la costa meridional del Caribe de
Nicaragua, en un suceso considerado la peor tragedia de ese tipo ocurrida en el
país centroamericano desde la guerra civil que vivió el país entre las décadas
de 1960 y 1970.
Fuente: El Nuevo Diario

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