Santo Domingo, 22 jun (EFE).- La crisis generada por la veda de Haití a productos avícolas
dominicanos, ante la sospecha de un brote de gripe aviar, cumple ya quince días
sin que haya señales visibles de solución, pese a la intervención de
representantes de alto nivel de ambos Gobiernos para llegar a un acuerdo.
Haití decidió suspender hace dos
semanas las importaciones de pollo, huevos y embutidos desde el lado dominicano
de la frontera común, tras la aparición en este último país de la gripe A, que
ha dejado ocho muertos este año en la República Dominicana y que las
autoridades haitianas, al parecer, confundieron con la gripe aviar.
Desde que Haití adoptó la medida,
según dijo a EFE Víctor Abreu, vicepresidente de la Asociación de Productores
de Huevos de la República Dominicana y asesor del Poder Ejecutivo en materia
avícola, los productores de huevos han perdido 40 millones de pesos (975.609
dólares) y los de pollos 108 millones de pesos (2,6 millones de dólares).
La República Dominicana vende a Haití
cada año 25 millones de huevos y 8 millones de pollos, de acuerdo con la Junta
Agroempresarial Dominicana (JAD).
Según Abreu, el sector avícola local
vive un estado de "emergencia" por la medida.
El comercio entre la República
Dominicana y Haití ronda los 1.500 millones de dólares.
El problema se va convirtiendo en una
bola de nieve y ya están previstas medidas como el sacrificio de un millón de
gallinas ponedoras.
En un principio se preveía que este
mismo fin de semana pudiera iniciarse el sacrificio pero, según detalló Abreu,
por ahora no se llevará a cabo hasta que no se sepa el subsidio que recibirán.
Por su parte, el gobierno dominicano
pide tranquilidad.
Esta semana el propio portavoz del
Gobierno, Roberto Rodríguez, fue enfático a la hora de indicar que en el
gobierno dominicano, ni en el pueblo dominicano se anida "el más mínimo
sentimiento de hostilidad hacia el pueblo haitiano. Jamás".
Llamó a los medios y a la población a
cuidar las emotividades, y resaltó que entre los dominicanos y haitianos hay
una relación de fraternidad, al igual que con otras naciones del mundo.
Y para que no haya duda, ayer mismo
el ministerio dominicano salió a aclarar que la reciente repatriación de
haitianos indocumentados que se registró a comienzos de semana en el sur de
Santiago por el puesto fronterizo de Dajabon (noroeste), no está en modo alguno
ligado a la "crisis aviar".
Sin embargo, el Centro Bonó,
regentado por la comunidad de los Jesuitas y que asiste a haitianos en la
República Dominicana, expresó hoy su preocupación por el aumento de actitudes
xenófobas y de amenazas de expulsiones masivas desde el inició de la veda
haitiana a los productos avícolas dominicanos.
En su opinión, se está creando un
clima que propicia la violación de los derechos humanos de la población
migrante haitiana como consecuencia de interpretaciones "mal
fundamentadas" sobre la actual coyuntura.
La propia Conferencia del Episcopado
Dominicano ha denunciado la existencia de grupos que están promoviendo "un
nacionalismo que asusta" en medio de la crisis, lo que califica de
"peligroso".
Sin embargo, no olvida en advertir
que tiene que imperar "la cordura y la sensatez".
Por el momento se desconoce cuando
volverán a reunirse los altos cargos de ambos países que se han limitado al
encuentro celebrado el pasado lunes entre el ministro haitiano de Exteriores,
Richard Pierre Casimir, y el titular de Agricultura de ese país, Joanás Gué,
con sus homólogos dominicanos.
Mientras, los principales mercados
binacionales situados en las frontera con Haití, entre ellos el de Dajabón -por
segunda vez en una semana-, permanecieron ayer cerrados por la huelga que
llevan a cabo los comerciantes, y en el que se produjeron esta semana varios
incidentes como la quema de neumáticos y pollos vivos.
María Martínez, portavoz de las
dominicanas que se dedican a la venta de ropa usada en la feria binacional,
dijo a medios locales que las autoridades de ambos países tienen que dialogar
para solucionar la situación, ya que está afectando a dominicanos y haitianos
que viven de esa actividad.
El comerciante haitiano Franci
Cesarin dijo a Efe que hay políticos y funcionarios de Haití que están
planteando el cierre del mercado de Dajabón, pero que eso no es posible.
"Ellos quieren que la feria se
celebre del lado haitiano y que sean los dominicanos quienes entren a nuestro
territorio, pero eso no es posible, porque la tradición es que el intercambio
se celebre en Dajabón", agregó.
Los operadores turísticos también han
hecho saber que esta crisis puede afectar al flujo de turistas que visitan la
República Dominicana y criticaron las "maliciosas e infundadas"
declaraciones del gobierno haitiano sobre la existencia de gripe aviar en el
país.
Fuente: El Nuevo Diario

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