El cacao dominicano es una maravilla; sino es el mejor, está entre los mejores del mundo. En Europa, quienes quieren hacer un buen bombón de chocolate están comprando cacao nuestro.
Eso lo saben desde hace más de 20 años las mujeres agrupadas en la Asociación Mujeres Esperanza Unida de Vicentillo, Hato Mayor, dedicadas a convertir cacao en chocolate, mermelada y licor.
Sin embargo, por carecer de financiamiento, su empeño fue siempre muy trabajoso por tener que desenvolverse con pequeñas máquinas y fogones, invirtiendo largas jornadas de trabajo desde las siete y media de la mañana hasta las nueve de la noche.
El cambio ocurrió luego de una visita sorpresa del presidente Medina a sus instalaciones. Danilo Medina vió el proceso de fabricación, probó el chocolate y el licor, las escuchó atentamente y les transmitió la simpatía y la solidaridad del gobierno y la sociedad dominicana con su esfuerzo emprendedor.
La esperanza se hizo realidad. Valió la pena mantenerse unidas laborando todos estos años, concluyen estas esforzadas mujeres.
El gobierno, a través del FEDA, les otorgó un crédito por 17 millones de pesos con el que pudieron adquirir una tostadora de 50 kilogramos de cacao, una refinadora, 50 barriles para fermentación de vino y una nueva caldera.
Lo que antes les tomaba un día de trabajo, ahora pueden hacerlo en pocas horas y con mejor calidad.
"Ahora, dice sonriente Sixta Jiménez , la vida es dulce como un bombón de chocolate."
Eso lo saben desde hace más de 20 años las mujeres agrupadas en la Asociación Mujeres Esperanza Unida de Vicentillo, Hato Mayor, dedicadas a convertir cacao en chocolate, mermelada y licor.
Sin embargo, por carecer de financiamiento, su empeño fue siempre muy trabajoso por tener que desenvolverse con pequeñas máquinas y fogones, invirtiendo largas jornadas de trabajo desde las siete y media de la mañana hasta las nueve de la noche.
El cambio ocurrió luego de una visita sorpresa del presidente Medina a sus instalaciones. Danilo Medina vió el proceso de fabricación, probó el chocolate y el licor, las escuchó atentamente y les transmitió la simpatía y la solidaridad del gobierno y la sociedad dominicana con su esfuerzo emprendedor.
La esperanza se hizo realidad. Valió la pena mantenerse unidas laborando todos estos años, concluyen estas esforzadas mujeres.
El gobierno, a través del FEDA, les otorgó un crédito por 17 millones de pesos con el que pudieron adquirir una tostadora de 50 kilogramos de cacao, una refinadora, 50 barriles para fermentación de vino y una nueva caldera.
Lo que antes les tomaba un día de trabajo, ahora pueden hacerlo en pocas horas y con mejor calidad.
"Ahora, dice sonriente Sixta Jiménez , la vida es dulce como un bombón de chocolate."
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