Uno de los participantes en la conversación, manifestó su total
oposición a la existencia de los ejércitos y fuerzas armadas, diciendo, cito: “Yo soy anti-militarista, estoy en
contra de todo lo que sea guardias”, y esas palabras quedaron en mi mente
dando lugar a este artículo.
Producto de esa conversación, comencé a preguntarme: ¿Cómo serían las
naciones hoy si no existieran los ejércitos y las fuerzas armadas?
Lo primero que hice fue trasladarme mentalmente a la Mesopotamia, entre
los ríos Tigris y Éufrates, al sur del actual Irak, a UR y URUK, las
primeras ciudades-estados de la civilización Sumeria y de la humanidad (unos
3,500 años antes de Cristo), los más antiguos asentamientos humanos de los que
se tiene conocimiento, con organización urbana y supeditada a reglas de
dirección y de autoridades, a partir de estas, fueron multiplicándose
vertiginosamente las ciudades-estados en la región, conglomerados humanos con
una misma lengua, cultura y creencias que se unían en un solo territorio,
pero que al mismo tiempo y en territorios cercanos se creaban otras ciudades
con marcadas diferencias en estos rasgos característicos.
Este tipo de organización social de las personas, llevo necesariamente a
la creación de una clase que dirigiera la formación y funcionamiento de esas
ciudades-nación, los dirigentes y autoridades, lo que necesariamente tenían que
velar por el crecimiento y seguridad de esas civilizaciones nacientes.
Pensé, si a nadie nunca se le hubiere ocurrido formar ejércitos ni
fuerzas armadas, cuál sería la actitud, la acción o decisión de los dirigentes
de una ciudad-nación “A”, Si los dirigentes o clase gobernante de una
ciudad-nación “B”, debido al poco crecimiento y desarrollo de su pueblo, o por
meramente la ambición de los mismos, decidieran buscar los recursos más allá de
sus fronteras, en territorios de la ciudad-nación A, vecina a la B.
Entonces me dije que la Ciudad-nación A solo podía hacer una de tres
cosas o una combinación de las mismas:
1) Entablar una negociación o conversación con B que de solución
el conflicto.
2) Permitir y Aceptar las acciones de la ciudad-nación B sobre
la ciudad-nación A.
3) Organizar la población de la ciudad-nación A, para defenderse
de la ciudad-nación B.
En el primer caso, de suceder así, las necesidades de los recursos de A
por parte de B, no son prioritarios, en el segundo caso, está asegurada la
desaparición de A, y el tercer caso, explica la aparición de los ejércitos y
las fuerzas armadas.
Este análisis, sin mayor profundidad y sin la rigurosidad de una
investigación histórica del origen de las fuerzas armadas y los ejércitos, nos
indica que la principal causa del surgimiento de estas instituciones está dada
por una de dos razones:
a) La necesidad de Defenderse de las agresiones de otras naciones.
b) La necesidad de Agredir a otras naciones para obtener sus
recursos, territorios o grandeza.
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@frenumi
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