Por
Ricardo Rojas Vicioso.
Yo tengo una hermana, con la cual me crie desde niño, junto a un
hermano gemelo, y cuando nosotros jugábamos y ella quería jugar con nosotros,
normalmente, no queríamos, nos las
arreglábamos bien solos, y ella como mujer no entendía nuestros juegos esto
generaba , regularmente discusión entre nosotros y ella, que terminaban, en
discusiones verbales, pero antes que la pudiéramos agredir ella se tiraba sola
en el piso, y gritaba como si tuviera privada por un golpe “ay mami, ay mami,
estos muchacho me están matando, me están matando casi ahogada” sin que le
pusiéramos las manos encima.
Cuando mi mamá acudía por lo gritos de mi hermana, con unos 9
años, regularmente le cría a ella, o se quedaba con la duda ya que nunca
encontraba ningún indicio de tales agresiones pero siempre se iba a favor de
ella mujer al fin.
Pero un caso más reciente sucedió hace como 12 o 13 años cuando
me separé de la mamá de mis hijas mayores, y luego de varios intentos fallidos
de ella para reconciliarnos, y darse cuenta que yo tenía otra persona, me quiso
hace la vida imposible.
Luego de vigilarme como a un delincuente por diferentes lugares
donde se me aparecía, e intentar que yo dejara mi pareja, aun cuando ella y yo estábamos
separados, y no conseguirlo hasta con agresiones físicas y verbales un día
utilizo otros argumentos.
Un día me llegó una cita de un alguacil, a un tribunal por los
Minas, cuando acudí voluntariamente, creyendo que no tenía ninguna falta, me sorprendió
una acusación de que le debía 20 mil
pesos de manutención de la niña, ya había
trascurrido un año o año y medio de separarnos, y mi hija ya con 17 años.
Siempre sospeche que ella podía hacer eso, ya que casi siempre
que iba entregar dinero no me quería dar
recibos, que eran, la constancia de que no debía, y precisamente los que dejò
de entregarme y que si recibió el dinero aprovechando situaciones que se lo
entregaba mi madre, que ella muy confiada mujer al fin, le entregaba el dinero,
pero no exigía el recibo.
A pesar de que lleve los últimos recibos que tenía, la justicia
le dio la razón, y tuve que darle 20 mil pesos luego de ir a mi casa un 25 de
febrero a buscarme en la mañana, como si yo fuera un delincuente en una patrulla
como a las 8 :00 a.m, cuando me preparaba para salir a trabajar.
Mientras para los criminales nunca hay ni policías ni patrullas, disponibles
para salirlos a buscar, pero si para arrestar la gente seria, mientras las
calles están infestada de criminales, la policías y sus patrullas son cedidas
con todo y combustibles a las damas, desconforme y negociantes para que se
busque sus chelitos que detrás de todo lo que hay es negocios dinero.
El presidente Medina Sánchez debe vigilar el exceso de
protección a las mujeres, tan perjudicial como la falta del mismo, ya que están
abusando victimizándose para lograr cosas personales, especialmente dinero, y venganza,
desacreditando honras, lo que la hace la Justicia , injusta por su falta de
equilibrio.
Hay un caso muy especial que
me llama la atención, ya que también he sido victima de este tollo de sistema
de justicia que hay en este país, el señor Frank Jorge Elías que aparentemente hay
gato entre macuto, y donde se ha cometido un gran exceso darle prisión a una persona que
ha acudido voluntariamente a enfrentarse primero a los rumores de fotos subidas
en facebook, y luego a las acusaciones. Le dejo esta historia vivencial mía y
las demás para que las autoridades analicen, los casos de forma equilibrada, y no
se dejen coger de mojiganga de esas mujeres y sus abogados para hacer circos.
Las autoridades judiciales no puede verse en el espejo de
ninguno de esos casos, como genero, ya que su condición de autoridad como el
caso de la fiscal Yeni Berenice Castillo, deben mantenerse siempre alejado de
los sentimiento que como mujer le puede llevar a ponerse del lado de la mujer,
y perder su olfato profesional, y sus conocimientos jurídicos, tratando de irse
al plano sentimental y lo que es peor femenino saliéndose de equilibrio.
Pero tampoco el señor Procurador un hombre con un reconocimiento
de ser un muy sobrio jurídicamente hablando, y muy profesional, también
debe dejarse arrastrar como barco, al fondo del mar por la presión de grupos o
de los argumentos o problemática que las mujeres tiene desde tiempos que se
pueden contar por siglos atrás.
No conozco al señor Frank Jorge Elías, pero creo que siempre que
se habla de alguien con dinero, el común denominador de los problemas viene por
que la gente quiere su dinero, aunque con eso no estoy diciendo que este sea o
no sea el caso, pero está los tribunales para esclarecer la verdad.
La justicia no solo están en el deber de resolver esos
problemas, sino de hacerlo de la manera más justa y equilibrada que le sea
profesionalmente permitido, para que el dolor de estas familias, sea lo menos
dañino posible.
Más que el odio, la venganza, y el rencor se debe de llevar a las
partes a un punto de equilibro y entendimiento familiar, y las autoridades no
se pueden prestar por debilidades emocionales a echarle más leña al fuego.
Además cuando se analizan los casos, el principal problema de
las mujeres son ellas, mismas que no saben elegir sus parejas, y muchas veces ni
siquiera están seguros de lo que realmente quieren en la vida, un día quieren
un matrimonio y a los dos años están en un tribunal luchando por un divorcio.
No todo lo que dicen esas mujeres y esos hombres es verdad pero
tampoco debe ser mentira, lo que se tiene que hacer es tratar de sacar las pruebas,
que iluminarán la verdad de cada uno de esos casos y actuar ha pegado a la
justicia.
Existe y en la práctica hay una percepción de que en la
justicia, si se le puede llamar asi lo que hay aquí, las mujeres tiene la mitad
del pleito ganado , con solo ser mujeres.
Otros caso Omega, Vakero y sigan buscando que encontraran.
Le dejo esta historia vivencial mía y las demás para que las
autoridades analicen, los casos de forma
equilibrada, y no se dejen coger de mojiganga de esas mujeres y sus abogados
para hacer circos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario