Desalojo e incautación de equipos a lavadores en avenida iberoamiericana un gran abuso.

Por Ricardo Rojas Vicioso.

Santo Domingo Este. R.D. Las cosas que pasan en este país a veces, no se puede comprender, ya que muchas autoridades actúan como si no se pensara y calculara las consecuencias de lo que se hace.

Digo esto apropósito del operativo donde fueron clausurado los lavaderos de vehículos en la avenida iberoamericana, por donde de acuerdo a lo que se ganan la vida con ese oficios, dicen que por ahí, no pasa tubería de agua.

Puntualizan que esa agua la compran a los camiones con su dinero, y la almacenan, para realizar su labor con la que mantiene sus familias.

Las dramáticas acción donde la  policía llegó y se llevó las maquinas que ellos utilizan de presión, para realizar su honesta labor los llenó de impotencia y rabia ya que  los lavadores,  entienden que no le hacen daño a nadie.

Pienso que es una medida muy arbitraria y carente de sentido por que esa gente compran esa agua, lavar los vehículos es una de las actividades en que se emplea este preciado liquido, pero además, si el señor Alejandro Montas, piensa que lavar vehículos es un desperdicio de agua,  la medida debió extenderse a todos los lavaderos, no solo a los de los hijos de machepa.

 Hay algo muy importante que colegir y es el hecho de que estos jóvenes se convirtieron con ese ingenioso trabajo en una carga menos, para el Estado que es el principal empleador.

Además hay otro problema que ellos están resolviendo y es que los lavadores con su presencia en la zona y de sus clientes espantaban a los atracadores que por lo solitarios de esa vía, era utilizada para agredir y robar a las personas que transitan, por el lugar en actividades de ejercicios o simplemente caminando.

La medida, no tiene ni pies ni cabeza y debe ser ponderada por el señor Presidente ya que les ha quitado el sustento a muchas, que comen con ese lícito trabajo de esos humildes padres de familias dominicanos.

También hay que analizar lo que dijo uno de los afectados ya que el alcalde del Distrito Nacional anunció que al igual que el año pasado instalaran las piscinas en guibia y cada una de ellas tiene capacidad para siete mil galones.

Por lo que entonces el señor Alejandro Montas, pienso que también procederá a evitar que esas piscinas, sean instaladas por el ayuntamiento del Distrito Nacional.

Esa gente hay que dejarlo buscarse su comida y más ahora que se acerca la Semana Santa y es posible que los movimientos disminuyan, por el éxodo hacia el interior de país a las diferentes provincias, playas, ríos y balnearios por lo que ya habrá poca cosa que hacer.

Los equipos comprados con ese trabajo digno deben ser devueltos en buenas condiciones como se lo llevaron, y sobre todo no molestar esos ciudadanos que se ganan la vida honradamente, se podría orientar en el sentido de que tratan en lo posible de gastar la cantidad necesaria.

El presidente Danilo Medina debe advertirle a sus funcionarios que los problemas deben ser enfrentados con medidas inteligentes ,no arbitrarias y que maltraten a la ciudadanía, ya que se les paga para que resuelven los problemas y no para crearlos.

Este operativo ha dejado en la población, un sabor muy amargo ya que con lo difícil que está la vida a la gente de trabajo, no se le puede hacer la vida más incomoda de lo que ya la tiene además innecesariamente.

La medida hay que echarla para atrás ya que carece de sentido común, y no resuelve nada por el hecho de que esa agua no se desperdicia se utiliza en una labor productiva pero además trae cierto suspicacia por el hecho de que se podría pensar que se quiere ayudar a los lavaderos formales, porque sencillamente, esa gente perjudican realizando esa labor a un precio más cómodo en comparación con los  formales.

De todos modos la media ha caído muy mal en la población, y ver esas personas quitarles su modo de conseguir su comida es lastimoso en momentos, en que se está pensando en darle mejoría de vida a la gente, es un espectáculos muy de mal gusto lo que se ha montado con incautarle las maquinas a esos humildes  lavadores con lo que se le quita, no solo su sustento sino la vida, por que no tiene otra forma de ganarse el pan con su frente como Dios manda.