CARACAS, Venezuela. Líderes mundiales se unieron hoy al funeral de
Estado al mandatario Hugo Chávez en una ceremonia en la que líderes religiosos,
incluido el reverendo estadounidense Jessy Jackson que pidió al próximo
presidente encargado Nicolás Maduro la fortaleza y entereza necesaria para
conducir a Venezuela y pueda tender nuevos puentes con Estados Unidos.
Los funerales de
Estado al mandatario Hugo Chávez se realizaron unas horas antes de una
ceremonia en la que se preveía que su sucesor elegido Nicolás Maduro fuera juramentado
como presidente encargado en un acto rechazado por la oposición.
Maduro agradeció la
presencia de los jefes de Estado por haber "traído su amor más puro a este
hombre más allá de las fronteras políticas y las ideologías", a un Chávez
que dijo que fue el hombre "más vilipendiado" del mundo. "íNo
pueden contigo!", gritó Maduro con la voz quebrada y el llanto a flote
para luego agregar: "Chávez vive, la lucha sigue", grito secundado
por miles de chavistas.
Dentro de la
academia militar, un coro y una orquesta dieron inicio a la ceremonia entonando
el himno nacional de Venezuela mientras funcionarios del gobierno, encabezados
por el aún vicepresidente Maduro, los líderes de gobierno y algunas
personalidades como el actor Sean Penn. "Viva Chávez", gritaron los
asistentes al término de la entonación del himno nacional.
Enseguida, el
vicepresidente Nicolás Maduro colocó sobre el féretro de Chávez la espada del
libertador Simón Bolívar, que según el maestro de ceremonias compró el gobierno
a familiares por 120 bolívares. En grupos, los líderes asistentes realizaron
guardias de honor alrededor del ataúd café, cubierto con la bandera venezolana.
La primera guardia de honor estuvo a cargo de sus más cercanos aliados en
Latinoamérica: el presidente cubano Raúl Castro, el boliviano Evo Morales, el
nicaragüense Daniel Ortega y el ecuatoriano Rafael Correa.
Más adelante, el
iraní Mamud Amadineyad se sumó. Tras las guardias, llegó la música. Un diputado
y cantante entonó canciones folclóricas de la zona geográfica donde nació
Chávez, en el estado suroccidental de Barinas. A la música "llanera",
le siguieron las notas de la orquesta sinfónica Simón Bolívar, la más
importante de Venezuela, guiada por el afamado director Gustavo Dudamel. Luego,
una oración y palabras de líderes religiosos, entre ellos el reverendo
estadounidense Jackson que rezó para que a Maduro se le conceda sabiduría en
momentos que se apresta a tomar el relevo en Venezuela.
En la primera fila,
destacaban el presidente cubano e iraní acompañando a Maduro. Afuera,
seguidores hacían largas filas rumbo a la academia militar en lo que se
asemejaba un ejército de hormigas, debido a que casi todo iban ataviadas de
rojo, el color que identifica al partido del presidente. Algunos ya se
retiraban tras ver el cadáver que reposa desde el miércoles en la academia y
caminaban por una avenida, el Paseo de los Próceres, adornada con grandes
banderas con los colores amarillo, azul y rojo, colgadas de postes de alumbrado
público, mientras en las aceras se acumulaban cientos de botellas vacías de
agua.
Vendedores
ambulantes ofrecen botanas y botellas de agua que se vendías a 10 bolívares
cada una y que se consumen sin cesar. Edgar Carvajal, de 50 años y quien
trabaja en la filial venezolana de la empresa china de electrodomésticos Haier
y que son parte de un programa social para el equipamiento de hogares de
venezolanos de bajos recursos, comentó que llegó a las 10 de la mañana y se
encontraba detrás de unas 500 personas que hacían fila que avanzaba lentamente
para ver al presidente fallecido.
"Se nos fue él,
pero nos dejó a Maduro y hay que confiar en Maduro, pero él tiene que cuidarse
mucho de ese gran desabastecimiento que tenemos y los altos precios.El pueblo
una vez que despertó no hay marcha atrás. Si Maduro se desvía el pueblo lo
sacará", añadió Carvajal. Yanina Barrera, de 42 años, propietaria de una
pequeña tienda donde se imprimen imágenes en camisas, comentó que
"quedaron muchas cosas pendientes" que Chávez no tuvo tiempo de
resolver. "Me imagino que deben estar en la mesa para que Maduro la
cumpla, como (resolver) el desabastecimiento y la criminalidad.
Yo vivo en el
Cafetal (en el este de la capital), antes era tranquilo y ahora se escuchan
tiros", dijo Barrera. Este rico país petrolero de 28 millones de
habitantes se vestía el viernes con una pompa que no se veía desde fines de la
década de 1980, sólo que ésta vez no por una celebración sino por el funeral
del primer presidente muerto en tiempos democráticos. La cantidad de invitados
y la expectativa general ante el acontecimiento no se veía desde febrero de
1989, cuando asumió la presidencia Carlos Andrés Pérez en un fastuoso acto al
que asistieron como invitados desde Fidel Castro hasta el entonces
vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle.
"Más allá de
nuestras diferencias todos somos latinoamericanos y tenemos que construir
juntos un futuro mejor", dijo el presidente chileno Sebastián Piñera a
reporteros a su llegada el viernes al aeropuerto. "Tenemos diferencias
pero en América Latina hemos aprendido a vivir con ellas", agregó. A su
arribo el mandatario iraní dijo que: "Chávez para nosotros es un gran
dolor porque hemos perdido un amigo, un amigo entrañable y un líder
revolucionario y justo.
Para mí él fue una
personalidad muy grande y un hermano y un amigo muy entrañable... Pero estoy
seguro de que él sigue vivo, Chávez nunca morirá, su alma y el espíritu está
vivo en los corazones de todos", dijo el mandatario iraní al hablar en
parsi con traducción oficial al español. Un día después de que se anunciara la
decisión de embalsamar el cuerpo de Chávez, quien murió el 5 de marzo tras dos
años de padecer cáncer, la capital venezolana aguardaba la última gran
ceremonia para el dirigente. Maduro, de 50 años, tomará juramento el viernes en
la noche como presidente electo por la Asamblea Nacional, dominada por el
oficialismo. Maduro será además el candidato oficialista en los comicios cuya
fecha aún no se ha precisado.
Los 68 diputados
opositores decidieron el viernes en bloque no acudir a la sesión especial que
convocó la directiva de la Asamblea Nacional para juramentar como presidente
encargado del país al vicepresidente Nicolás Maduro alegando que ese evento
representa una "violación al orden constitucional en Venezuela". El
congresista Angel Medina, quien habló a nombre del bloque opositor, dijo a la
prensa que no entendían por qué si la Asamblea Nacional tiene su sede en
Caracas se convocó la juramentación de Maduro para hacerla en una área del
fuerte militar Tiuna, a un lado de la edificación donde está siendo velado el
fallecido presidente Hugo Chávez. "¿Por qué como Poder Legislativo
autónomo debemos ser tutelados por militares del país e ir a un centro militar?
Quisiéramos que se
respetara la majestad de la Asamblea Nacional y que fuese en el propio Palacio
Legislativo donde se produjera", indicó el parlamentario al cuestionar al
oficialismo por no permitir una sesión donde se pudiera hacer un debate.
Medina consideró la
juramentación de Maduro como un "acto electoral", y pidió a los
invitados internacionales ver como el gobierno utiliza los actos funerales de
Chávez como un evento de "campaña", y el oficialismo está tratando de
"acallar las voces críticas". Juristas consultados por la AP, como la
ex magistrada Blanca Rosa Mármol, explicaron telefónicamente que tal
juramentación es necesaria porque, de acuerdo con las leyes venezolanas, un
vicepresidente en ejercicio no puede ser candidato a la presidencia.
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