Uno de los últimos hechos trágico de violencia
familiar sucedido entre Salvador García Meran
de 34 años y Luz María Aybar de 44 asesinada
con una pistola por su pareja este sábado ha dejado entre ambas familias
victima y del victimario un gran desconsuelo.
De acuerdo a investigaciones que hicimos y
datos recolectados Meran conoció a Luz hace aproximadamente un año cuando ambos
laboraban en la Dirección General de Aduanas, y desde ese momento se inicio un
relación muy intensa, al punto que García dejó su antigua compañera a pesar de
que tenía seis meses de gestación.
Algunas de las personas con la que conversamos
definen a Salvador como un hombre muy tranquilo dedicado al trabajo siempre muy
callado por lo que todos quedaron sorprendidos al conocer la noticia del
lamentable hecho de sangre.
Salvador García fue definido como un hombre muy
responsable en su trabajo, pero además estuvo cursando la carrera de derecho,
la cual tuvo que suspender por problemas
depresivos que venia padeciendo desde hace varios años.
Estos problemas depresivos no solo
afectaba a Salvador sino que también su
familia los sufría ya que continuamente le aconsejaban visitar a su medico y le
daban seguimiento especial asegurándose que tomara sus medicamentos de acuerdo
a las recomendaciones del medico.
La familia de Salvador además de dolor que le
ha causado este hecho de sangre se siente también muy dolida y avergonzada con
la familia de Luz María con la cual
mantenían un trato muy armonioso hasta lo ocurrido.
También supimos que a Salvador se le había
recomendado no portar arma de fuego y que se le mantuviera una vigilancia por
parte de su familia ya que desde hace cuatro años se viene tratando por un
problema de depresión, y las recomendaciones antes citadas corresponde a su
medico.
En esta acción de sangre hay un factor que se
diferencia de los anteriores hechos de violencia, y es en razón de que a García Meran, no se le conoció actuaciones, ni actitudes de
violencia anteriores.
Este lamentable asesinato pasional al parece
fue motivado no por la violencia en si,
sino por las condiciones de depresión
que viene padeciendo desde hace cuatro años
Meran García.
Los restos de Luz María Aybar recibieron
cristina sepultura, en medio de una gran llanto y dolor mientras que su
victimario y compañero se encuentra internado recuperándose de la herida que se
provocó, por lo que cuando se recupere deberá enfrentar la justicia por la acción cometida.
Pero reiteramos que este caso tiene algo en
particular ya que la victima no se le conoció hasta el momento un historial de
violencia o de agresividad, y tal parece que las acciones que terminaron con la
vida de Luz María por parte de Salvador García tuvieron la motivación de la
enfermedad que desde hace años venia tratándose, cuya depresión lo llevó a
comete ese lamentable hecho de sangre en perjuicio de la mujer
que él amaba.
Ahora hay que esperar de que manera se
enfrentaran ambas familias con ese lamentable hecho, que los ha afectado, donde
deben tratar de encontrar un punto de equilibrio ya que no hay más responsables
de este hecho que Salvador, por lo que deberán de ponerse de acuerdo para que
no se extienda más allá de lo que fue un hecho que a pesar de que pudo haberse
evitado, es muy lamentable, que sin
embardo nadie en ese momento, estuvo para poderlo evitar.
Tanto la justicia como las familias victima y
del victimario deberán tomar en consideración los hechos antes mencionados para
que en un futuro las heridas que deja esa tragedia puedan ser curadas, ya que
las acciones de Salvador fueron realizadas aparentemente en un momento donde
quizás, no tuvo dominio de sus pensamientos fruto del estado depresivo y
sentimental que le nubló su mente.
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