Y la destrucción de Loma
Miranda
Pies de foto principal Busto frente al Instituto para la Defensa y
Seguridad (INSUDE)“Juan Pablo Duarte en el Ministerio de las FFAA.
Por Ricardo Rojas Vicioso.
Con la
celebración del Bicentenario de nuestro Patricio Juan Pablo Duarte se ha producido
una especie de explosión duartiana.
Y que
bueno que sea así, instituciones públicas, privadas, colegios, escuelas
agrupaciones sociales y la gente en sentido general se ha integrado en esta celebración
del nacimiento de ese símbolo nacional.
Este bicentenario
ha sembrado en el país de una gran
cantidad y diversas actividades alegóricas a la figura de Juan Pablo Duarte y
todo lo que fue su ejemplar vida.
Las escuelas
especialmente se dedican a educar a los niños sobre quien fue y lo que hizo por
nosotros dotándonos de un nombre y nacionalidad que nos hace sentir muy
orgullosos ante el mundo “dominicanos “y República Dominicana”
Todo esto
brilla y luce muy bien, pero me gustaría que además de las actividades
conmemorativas y las palabras y discursos muy bonitos sobre Duarte las personas
adquieran un poco de conciencia, y más que hablar y hacerle bustos seguir su
ejemplo.
Más que
bustos y palabras y discursos pienso que el mayor homenajes que se le puede
hacer a la figura y el nombre de este digno, ejemplar e impoluto dominicano “primos
inter parís” es seguir, copiar, imitar su vida y lo que hizo por su país.
El desprendimiento
de Duarte y la honestidad de un hombre que luchó por una causa, no por un grupo
ni por un interés personal, sino por llevar a una tierra a la cumbre de las
libertades y prerrogativas que como seres humanos nos merecemos.
Duarte
no debe ser un objeto para que otros brillen con él para que cosechen donde nunca
han sembrado, la figura y la vida de Duarte debe ser guardada con respeto y
sobre todo mucha admiración.
Las personas
que participen en marchas deben guardar la solemnidad y el respeto a la figura
de uno de los hombres más brillantes de América, cuya figura se encuentra a los
niveles de otros prohombres latinoamericanos.
En varias
ocasiones he visto desfiles de colegios y escuelas cuyos niños y jóvenes van
como si se tratará de un castigo no los preparan para que disfruten de rendirle
honores a nuestro Padre de la Patria.
Mientras
que los funcionarios también deben entender que la figura de Duarte no debe ser
enaltecida solo de enero a febrero debe ser un ejercicio de valores permanente
en los lugares bajo su responsabilidad, para que las personas traten de
imitarlo, lo que haría esta patria más grande y fuerte.
Duarte
es el ejemplo de dominicano nacionalista, probo y político sin igual
aglutinando en él un conjunto de virtudes y muy pocos defectos que nos llevan a
tenerlo en el sitial que está.
Imitar
a Duarte es ser mejor dominicano y en la medida que su vida sea un ejercicio a
seguir por la mayoría de los ciudadanos tendremos un mejor país y mejores
funcionarios, policías, militares, estudiantes y profesionales de todas las
carreras del saber.
La educación
duartiana debe ser impartida a todos los estudiantes pero no como una
asignatura más, sino como una terapia ocupacional, intelectual y de vida cuyas resultados catapultarán al país ya que
donde quiera que esté un dominicano con estas características será una luz que iluminará
su entorno y las personas dirán ese es un dominicano ejemplo de comportamiento
en el mundo.
La
figura y vida de Juan Pablo Duarte
no tiene desperdicio, como ser humano, político, militar y padre es un
personaje admirable y todos los dominicanos debemos sentir el orgullo de que un
hombre con esas virtudes haya sido parido por esta tierra.
Hoy más
que nunca su ejemplo de vida debe ser diseminado por todos los rincones de esta
tierra para que ningún dominicano se quede vacio de los conocimientos de todo
lo que envuelve la figura este gran hombre.
Pero sobre
todo preservar esta tierra de las amenazas por la que èl tanto luchò,
especialmente de esas foráneas que se viste de empresa para acabar con nuestros
bosques, montañas y ríos.
No podemos
hablar de Duarte y su ejemplo mientras el país está lleno de indocumentados
haitianos, que además de traer sus miserias y enfermedades burlando los
controles sanitarios, también traen la violencia y delincuencia a nuestro país.
Mientras
nos sentimos muy orgullos de la figura y el trabajo de Juan Pablo Duarte en
defensa de esta tierra, hoy tenemos una cantidad de traidores que se le vende
al mejor postor utilizando la influencia de sus posiciones coyunturales y políticas.
Ver
el desastre de Loma Miranda, el intento de la cementera en Gonzalo que gracias
al sacrificio de un grupo de valerosos Jóvenes que al parecer llevan en su
sangre un verdadero espíritu Duartiano, no se pudo realizar.
Ahora
esos mismo jóvenes deberán enfrentarse contra el poder del Estado para librar
otra batalla por salvar a Loma Miranda
de esos depredadores empresariales, que tal parece que están amparado por el
mismo Diablo que los protege.
Nuestros
policías deben maltratar y dañar a jóvenes cuyo único pecado es defender la
tierra donde nacieron de los daños irreparables e irreversibles que provocaran
la extracción ambiciosa y salvaje de esa loma para sacarle sus riquezas, al
igual que hicieron los españoles en 1492
a su llegada a Santo Domingo.
Pienso que Juan Pablo
Duarte no deben sentirse muy a gusto ya que mientras se le preparan
homenajes y reconocimiento a su obra, por otra parte esa misma obra es
destruida de forma hipócrita especialmente su tierra, el territorio dominicanos
está siendo herido, explotado y envenenado por químicos que afectarán la fauna
y naturaleza por empresas con el patrocinio del Estado dominicano.
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Duarte debe estarse retorciendo de dolor cuando observa como
empresas extranjeras se dedican a destruir la tierra por la que tanto luchó y
especialmente por naciones que intentaron hacer lo mismo en su tiempo.
que debemos elevar una oración al todo poderoso para que
nos liberes de esos depredadores con carta de corso al tiempo que felicitamos a
esos nobles dominicanos con un verdadero espíritu duartianos que lucha por
evitar el asesinato ecológico que quieren y están haciendo en Loma Miranda.
tanto seguiremos viendo los preparativos de los
homenajes y reconocimientos a Juan Pablo Duarte por haber salvado en su tiempo
esta tierra de las mismas amenazas por la que nos estamos enfrentando ahora,
con la diferencia que en aquella época era ejércitos de ocupación y hora son
empresas con ejércitos de obreros.
ya finalmente volviendo a las actividades por el bicentenario pienso
que seria my prudente que las
autoridades elaboren un protocolo al igual que existe para la
Bandera y el Himno Nacional, uno de Juan Pablo Duarte donde quede bien claro y
establecido las normas para el comportamiento duartiano y que no sea una simple retorica sino un ejemplo
a imitar.
Honor
a quien honor merece Juan Pablo Duarte
debe ser siempre admirado y enaltecido no solo por darnos un nombre y una nación
fuerte sino por lo que como ciudadanos y hombre fue en su vida un ejemplo de honestidad,
valor y sacrificio por su tierra.
Les dejo
estas frases de nuestro Padre de la Patria. Juan Pablo Duarte que pienso que
hay funcionarios, senadores y diputados que no la conocen, se le habrá olvidado
con los recursos que han conseguido en el Estado.
Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.
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Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.
La
Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justa
la libertad personal, civil e individual así como la propiedad y demás derechos
legítimos de todos los individuos que la componen.
Nuestra
Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde
la isla.
La
política no es una especulación; es la Ciencia más pura y la más digna, después
de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles
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