Todos debemos vernos en
el espejo de Ciudad Oriental y Vigilante informativo.
Por Ricardo Rojas Vicioso.
Cuando un medio es agredido de forma abusiva y prepotente por
alguna empresa o poder sea este privado o del Estado, constituye una agresión indirecta
a todos los medios.
Pero cuando esta agresión es a dos la amenaza es
exponencialmente peligrosa, ya que constituye un desafío a la libertad de expresión,
cuando se hace queriendo a callar a ese o esos medios.
Nos referimos al caso de nuestros amigos y colegas de Ciudad Oriental, y Vigilante
Informativo medios que todos conocen, ya que se han caracterizados
por su verticalidad y veracidad a la
hora de publicar sus noticias.
Son tan crudas como los mismos acontecimientos que describen
o denuncian, y eso a muchas gentes no les gusta especialmente cuando ponen al
descubierto cosas que se quiere ocultar.
Pero para los periodistas y los medios estos son gajes del
oficio, no le temen que los lleven a los tribunales queriendo callar tanto al
medio como a sus directores, son cosas, prácticas muy viejas que a pesar de que
no ha surtido efecto en el pasado , muchos necios la siguen utilizando para intentar
amedrentar los medios.
Ahora bien confiamos en que los tribunales de la República en
la actual gestión del Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Poder
Judicial, doctor Mariano Germán permita que se haga justicia con quien tenga la
razón y no el dinero o el poder.
A pesar de que sabemos que pelear contra empresas extranjeras
con capitales millonarios y padrinos muy bien posicionados, resulta la guerra
del huevo y la piedra, es por tal razón que los
medios nacionales debemos solidarizarnos con nuestros amigos de Ciudad Oriental y Vigilante Informativo, si se quiere mantener el excelente trabajo que los medios de
prensa están realizando en el país especialmente de denunciar las cosas malas.
El Leño Pinto Digital y su editor apoyan el trabajo de Ciudad Oriental y Vigilante
Informativo, y al mismo tiempo condenamos la agresión que contra estos
distinguidos periodistas, y sus respectivos medios quieren hacer, por el simple
hecho de ser instrumentos del pueblo para hacer denuncias de cosas que les
dañan, y ponen en peligro la salud de la familia dominicana.
Tanto Ciudad Oriental
como Vigilante Informativos y sus respectivos
propietarios, los señores Robert Vargas y Genris García han
sido dos titánicos comunicadores, trabajadores incansables que ha hecho del
periodismo un medio al servicios del pueblo , entrando en cada barrio, por
humilde que este sea para ponerse a sus servicios, medios comunitarios que han
servido de canal para la solución de problemas.
Nos oponemos y protestamos enérgicamente como medio de comunicación,
a que esta empresa o cualquier otra intenten
intimidar la libertad de expresión que tanto sacrificio le ha costado a este
pueblo.
Deben saber que no todo es comprable, y hay personas que no
tiene precio su dignidad está por encima de que se pueda callar su grito de
libertad de expresión y sobre todo la facultad de poder comunicar al pueblo los
hechos como suceden y son en realidad.
Para medios como estos comunicar y servir al pueblo es una filosofía
de vida, innegociable, por tanto deben recapacitar en sus intentos de intimidación,
contra estos o quizás otros medios en el futuro, de los cuales ellos como
empresa se vean afectados por alguna noticia o información que sea publicada.
Esperemos que
el sentido común y sobre todo la sensatez conduzcan a un entendimiento entre
las partes, pero que entienda que el decir la verdad para los medios de comunicación,
es un deber y responsabilidad irrenunciable.
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