Por Ricardo Rojas Vicioso.
San Isidro R.D. Señores este domingo fui a despedir a un amigo que Dios mandó a buscar y
me encontré con un cementerio totalmente abandonado.
Desde que uno entra debe desviarse,
ya que las calles están muy deterioradas, llenas de hoyos, lodo, basura y
maleza lo que demuestra claramente la falta de atención.
Las autoridades de este cementerio
no respetan ni la dignidad de los muertos que ahí, deben descansar, pero tampoco la de sus
familias que se encuentran con este deplorable cuadro de abandono cada vez que
acuden a visitar su lugar de descanso.
Pero además del panorama de
descuido antes mencionado, surgen los comentarios por la ocurrencia de acciones
delictivas.
Los robos de candados, y toda clase de objetos de metal,
hierro, cobre o bronce.
Antes de sellar las tumbas, se
escuchan los martillazos para dañar el ataúd, y de esta forma desmotivar a los
ladrones a robarlo, y dejar el cadáver tirado.
De lo contrario deben encargar a un
familiar, y algún empleado pagándole dinero, para que se lo vigile cosas que
ustedes saben que no hará aunque le paguen.
Pero la verdad, que hicimos un
pequeño recorrido y pudimos ver hasta tumbas colapsadas, y la osamenta al aire
libre.
A pesar que desde que uno entra se encuentra
con personal que cobra en este lugar, ninguna de las autoridades de este
cementerio, parece que le preocupe en
las condiciones tan penosas en que se encuentra.
Se debe suponer que lo que se cobra, en ese lugar debe servir, para darle
mantenimiento y acondicionarlo, pero el estado
tan deplorable y abandono en que se encuentran, evidencia que no se está haciendo nada.
Las calles lucen totalmente deterioradas,
y la maleza es la principal evidencia del descuido ya que eso se soluciona con
un simple machete.
Tal parece que esas autoridades
municipales solo les interesan cobrar dinero, y nada de darle mantenimiento a
este campo santo.
Por este medio hacemos un llamado al
Síndico o cualquier autoridad competente que vaya en auxilio de este cementerio
ya que da asco, pena, vergüenza y coraje el estado en que se encuentra este
lugar.
Las personas que acuden a visitar o
enterrar un ser querido deben recibir una impresión muy desagradable, mientras
que en la puerta se ven un grupo de personas siempre, sin hacer nada.
El síndico debe llevar brigadas
para recoger la basura y cortar toda la maleza que está por todas partes, en
las calles en las tumbas, dando una impresión de total descuido.
Los muertos merecen más respeto, y
eso se logra con acondicionar su lugar de descanso, que algún día le tocara a
usted también señor síndico, o algún familiar suyo ser inquilino por largo
tiempo de este barrio, necrópolis
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