En los últimos días, algunas organizaciones empresariales y
algunos medios de comunicación han desatado una campaña destinada a convencer a
las autoridades, en especial al gobierno entrante, que debe gravar las compras
menudas por el internet con el ITBIS.
Usando en forma maliciosa un informe de Visa Internacional
sobre las compras por internet en el país, estas entidades pretenden que el
Gobierno de Danilo Medina, grave las compras por internet que están exentas de
ese pago, que son aquellas cuyo precio FOB no excede los $200 dólares de los
Estados Unidos.
Esas compras pagan no solo el costo de envío, sino una
especie de cargo aduanal en función de su peso. Es decir, que no están
completamente exentas, como se ha querido vender a la población.
El problema que acontece es que muchos dominicanos hemos
decidido comprar algunos bienes en el exterior, debido a los elevados precios a
que se venden en el país. Los empresarios dominicanos,
acostumbrados al oligopolio y enemigos de la competencia, tienen márgenes
de ganancias elevadísimos.
A esas entidades empresariales no les interesa que el
consumidor dominicano obtenga mejores precios en la compra de sus artículos,
sino mantener sus excesivos márgenes de ganancia.
En su afán para obstaculizar las compras por Internet,
recurren al pobre argumento de la "competencia desleal", pretendiendo
hacernos creer que nosotros, lo que compramos por internet, les hacemos
competencia desleal.
Creo que debemos rechazar las pretensiones y manipulaciones
vulgares que realizan estos grupos comerciales, que solo piensan en sus
bolsillos y no en el bienestar de los consumidores.
Los que compramos por internet generalmente compramos mercancías
que no existen en el país, o si existen no son de la misma calidad, o el precio
es muy elevado. En ese sentido, carece de lógica el argumento de que los
que realizamos compras por internet les hacemos una competencia desleal. O, en
todo caso, que un vendedor que vive en Alaska, Miami o China, compite
deslealmente con un comerciante de la calle El Conde, porque algún dominicano
decida comprarle al vendedor extranjero.
Debemos rechazar esa
mezquina campaña en contra de las compras menudas o pequeñas por internet, las
cuales no pueden ser gravadas, porque no constituyen competencia desleal, pues
están destinadas, en su inmensa mayoría, al consumo o uso directo de sus
compradores
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