Descargo a
varios venezolanos implicados en un alijo de 58 paquetes de cocaína, alegando
ausencia de pruebas para reducir pena 30 años, impuesta contra 4 extranjeros por un tribunal
de Higüey
Por Ricardo Rojas Vicioso.
Ya en la anterior
suprema esto se convirtió en un deporte especialmente por jueces interinos, que
como magos sacaban a delincuentes, narcotraficantes y asesinos de las cárceles, con el común denominador
claro que tuvieran dinero por coincidencia, emitiendo sentencias que parecían sacadas de
un programa de comedias televisivos, y no por profesionales del derecho pero
especialmente jueces de la República Dominicana.
La actual Suprema Corte de Justicia que preside el doctor Marino
Germán Mejía,
tiene su primera prueba de fuego con la sentencias evacuada en SAN PEDRO DE
MACORIS, RD.- por la Cámara
Penal de la Corte de Apelación de aquí que descargó a varios venezolanos implicados en un alijo de
cocaína, alegando ausencia de pruebas para confirmar o reducir una pena de 30
años de impuesta contra los extranjeros por un tribunal de Higüey.
Los favorecidos con el fallo son los nombrados Kene
Méndez, Gustavo Arnaiz, Franklin Antonio Armada y Barbara Susana,
todos detenidos el 15 diciembre de 2009 poco después de atrerizar en el
Aeropuerto Internacional de Punta Cana a bordo de un avión un avión procedente
de Valencia. A esas personas les fueron ocupados 58 paquetes de cocaína, caso
por el cual el tribunal de Primera Instancia de Higüey les aplicó la pena
máximo, decisión que fue apelda por sus abogados y lamentablemente se produjo
el descargo de los imputados.
La decisión a favor de los venezolanos fue adoptada
por los magistrados Kenia del Pilar Tavarez, Adelina Ramírez y Juan
Gülamo, quienes determinaron que las pruebas presentadas
por el Ministerio Público no eran suficientes pata ratificar o reducirle la
pena a los extranjeros.
Pero la pregunta que todo el mundo se hace es como los
jueces anteriores a estos pudieron evacuar sentencias, diferentes y analizar las
pruebas ya que sin las mismas hubiese sido imposible condenarlos, y permanecer
por ese tiempo en las cárceles.
Parecería que la anterior sentencia fue determinada por
sastres, limpiabotas o carniceros
o simplemente gente que no conoce de justicia, y menos por
jueces, por lo que ese tipo de revocación de sentencias también deja muy mala
parados a sus colegas jueces que los dejan como si estos fueran analfabetos
judiciales.
Este tipo de acción nos pone en evidencia que no hay
un criterio integral para la aplicación de penas, en base a este tipo de
delitos, ya que cada juez tiene un libro diferente, no se aplica las
acusaciones en base a los procedimientos de investigación y recolección de
pruebas que servirán como evidencias de las acciones cometidas por los
individuos, si no que se pasa a teorías y análisis de los propios jueces
basados en su propio criterios, y poniendo a
las autoridades policiales y de la DNCD de
mojiganga.
El doctor Marino Germán Mejía
tiene su primera prueba de fuego luego del extraordinario y elocuente discurso
en su toma de posesión donde precisamente trató este tema como mucha honorabilidad
y valor, pero este relajo se está haciendo desde hace mucho tiempo de dejar
en libertad a personas de forma muy
sospechosas.
Y como dijo el mismo magistrado presidente Germán
Mejía la población tiene le percesión de que dentro de este tipo de sentencias puede
haber dinero, aunque es difícil de probar, no somos estúpidos.
Este tipo de sentencias cae como un cubo de agua fría en
los organismos de seguridad y en especial en la DNCD y el mayor general Rolando
Rosado Mateo cuyos agentes son los que precisamente ponen su vida
y pellejo en riesgos, para que después, que han hecho su trabajo pasado ya casi
dos años, un tribunal simplemente tire todo su trabajo por el suelo emitiendo
este tipo de sentencias.
Ahora la pelota está en la cancha de la Procuraduría
General de la República apelando a los recursos que la ley pone en sus manos.
Y se espera que de esta sentencia hable o se pronuncie el procurador de la Corte de San Pedro de
Macorís.
La población se siente sumamente indignada
y burlada por el hecho de que personas como esos extranjeros,
en contubernio con nacionales, violen las leyes dominicanas, introduciendo
sustancias ilícitas que dañan, nuestros hijos y la sociedad y luego salgan
victoriosos, burlándose de la sociedad gracias a que tenemos este tipo de
jueces en el país.
Además el peligro con la señal equivocada que se está
enviando a que otros se motiven nacionales y otros extranjeros, para
incursionar en este negocios con la seguridad de que si son atrapados por el
eficiente trabajo de inteligencia de los organismos antinarcóticos, tiene al
final del camino jueces que los puede salvar de pagar en la cárceles sus
delitos “que pena”.
Presidente Marino Germán Mejía
cuidado este puede ser la puerta para la entrada de otras multitud de
sentencias , que si da resultado vendrán otras después ,y deberá manejarse con
mucho cuidado ya que no sólo afecta a la sociedad sino que también peligra la
credibilidad del Poder Judicial en la República Dominicana
y su capacidad de combatir el delito mediante las sentencias a los infractores
de la leyes, llevando a que la gente tome la justicia por sus propias manos,
por la desconfianza en las sentencias de los jueces.
Esta a tiempo de salvar su Suprema Corte de Justicias
que dignamente Dios le ha permitido presidir para que con su capacidad y juicio
pero sobre todo por su condición de hombre Honorable
dirija con la debida prudencia e inteligencia para salvar el sistema de
Justicia de la República Dominicana tan desacreditado precisamente por este
tipo de sentencias que favorecen a los malos en detrimento de los buenos.
La población en sentido general aplaudió y tomó como
suyo su mensaje durante su toma de posesión, con el entendido de que por fin había
llegado una personas, un dominicano, un juez pero sobre todo un conocedor de la
podredumbre judicial, y la sanaría. Todavía esperamos que lo haga para el
beneficio de la actual, y futuras generaciones, pero sobre todo para la salud
del Pueblo Dominicano tan castigado por esta clase delincuencia que nos arropa y
lastima.
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