martes, 7 de febrero de 2012

(II) La Armada del Milenio Bitácora de una Misión.,


Autor. Vicealmirante Homero L. Lajara Solà (Viceministro de las Fuerzas Armadas, por la Marina de Guerra)



Pág. 118
Pies de fotos
1-El autor muestra orgullos las estadísticas sobre viajes ilegales en frágiles embarcaciones (yolas) a Puerto Rico, capturados, donde de acuerdo al criterio local y estadounidenses los mismos disminuyeron a su mínima expresión.


2-La preocupación por su personal fue una de la cosas que caracterizó al vicealmirante durante su gestión, y en esta foto se ve conversando con ellos sobre sus necesidades en su visita a Cabeza de Toro. Los resultados de esa visita fue que  los alistados no se dejaron sobornar con RD$300,000 por unos traficantes de cubanos.


3-Operativo en apoyo a la DNCD al Sur de Santo Domingo, donde desde el Guardacostas “Altair”, GC-112 se capturaron 1,636 kg de cocaína.


4-Circular 006-2009
Sacamos los viajes ilegales de la palestra pública y del mar.

República Dominicana merece tener una Armada conformada por hombres y mujeres con vocación de servicio, una sólida formación moral, y excelente capacitación técnica, comprometidos con la Nación, abanderados de la Patria, fieles a la constitución, conocedores de la misión institucional, y empeñados en el logro de la misma. 

Dominicanos probos, capaces de resistir el canto de las sirenas que los invitan a traicionar a sus valores, a sus Patria, a su familia, a sus compañeros, y a la institución a la cual pertenecen. Conscientes de ser parte de la fuerza naval, más que un empleo es un sacerdocio, y por ende, el pago por su quehacer no debe medirse únicamente en términos monetarios , sino también en función del orgullo , de la satisfacción del deber cumplido, lo cual , cuando se experimenta, no tiene precio, garantía presente y a largo plazo de todos.

Una Armada acorde con los nuevos paradigmas, consciente del papel que le toca jugar en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) que busca introducirnos, de manera definitiva, por el camino del progreso y las luces de la civilización, implica no sólo el mencionado enfrentamiento con el accionar del narcotráfico y la delincuencia, sino también su integración a la defensa del medio ambiente, las acciones humanitarias desplegadas ante la ocurrencia de catástrofes naturales y apoyo a la Policía Nacional, en caso de que lo orden nuestra Autoridad Suprema, en la lucha contra la delincuencia.  

Sin el cuidado y vigilancia de nuestras naves, las costas dominicanas que darían a merced de aquellos que han hecho del delito, sobre todo el narcotráfico y el crimen organizado, su modo de vida, y perdería la Patria un actor de primer orden en la ingente e impostergable labor de lograr un desarrollo social y económico que eleve la calidad de vida de los dominicanos.

Es importante hacer referencia al papel que debe asumir la M. de G. de manera permanente en el combate y control de los viajes ilegales a la vecina isla de Puerto Rico , utilizando frágiles embarcaciones (yolas) que ponen en peligro la vida de quienes se arriesgan en esta aventura.
Actividad ilícita en la que, a diferencia de los que ocurría en el pasado, muchos de los participantes no lo hacen sólo por desesperanza, por falta de fe en la posibilidad de pode mejorar en el país sus condiciones de vida, partiendo a la búsqueda del “Sueño americano”

En muchos casos, en esta época, estos viajes son protagonizados por delincuentes que han sido deportados de territorio estadounidense y quieren retornar a éste para reinsertarse en el mundo del crimen organizado.

En otros casos, los viajero ilegales son fugitivos de la justicia dominicana que, pretendiendo abandonar subrepticiamente el país por la vía marítima creen poder evadir la acción de la justicia. Hoy, el Canal de la Mona tiene un escudo conformado por la M de G. y el USCG.

Cabe destacar el brillante desempeño realizando por hombre y mujeres de la Dirección de Inteligencia Naval (M-2), con los oficiales que tuvieron su mando en nuestra gestión: contralmirante Edwin Rafael Dominici Rosario, contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández, capitán de navío Luis Miguel Feliz José, M de G. (DEM). 




Esos oficiales profesionales y valiosos alistado que arriesgaron sus vidas, quitándole tiempo valioso a la familia, trabajando de sol a sol, desde el inicio hasta el final de la jefatura que con dignidad comandamos , interactuando de forma armónica con el Ministerio Público , llevando siempre el debido proceso de acuerdo a lo establecido en el Código Procesal Penal, evitando que los expediente se caigan , produjo como resultado, la mayor cantidad de organizadores de viajes apresados con la posterior imposición de medidas de coerción en la justicia y un elevado de comiso de drogas –muchos dicen que el mayor –en alta mar, teniendo las investigaciones del “Caso de Paya” como un referente para la historia.

Como es lógico suponer, al disminuir la cantidad de organizadores de viajes, se van eliminando las cabezas que crean las travesías de la muerte, y los castigos a acciones de narcotráfico dieron la señal de que se estaba imponiendo la ley.  

Otro elemento a destacar con relación a los viajes ilegales  es el aumento del número de ciudadanos de países cercanos que participan en ellos, no como organizadores, sino como usuarios, especialmente cubanos, atraídos por la posibilidad de recibir asilo político por parte del gobierno estadounidense, con sólo lograr llegar a la isla de Mona, perteneciente a Puerto Rico. En estos casos se manejan elevadas cantidades de dinero.

Desde el principio, trazamos una línea de acción que le infirió un duro golpe a esa modalidad que utiliza el soborno para sus peligrosos fines.

Quedó demostrado que es posible reducir considerablemente los viajes ilegales en yola a Puerto Rico, llevándolos a su mínima expresión; con voluntad, planificación, control, supervisión y una ética a prueba de sobornos y chantajes. Las estadísticas lo demuestran, la opinión pública imparcial así lo comprobó. Sacamos los viajes ilegales de la palestra pública y del mar. Sigue.

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