Muchas promesas y pocas cosas cumplidas, finalmente República Dominicana es quien tiene que ayudar como siempre a su vecino y le pagan con desacreditarla internacionalmente.
Santo Domingo R.D. Un día como hoy pero hace dos años me encontraba en el Ministerio de las Fuerzas Armadas, en el departamento de Relaciones Públicas y conversaba con la coronel Ana María Matos del Ejército Nacional, encargada de Ceremonial y Protocolo cuando sentimos un movimiento inusual de un cuadro en la pared que temblaba

Las informaciones en los medios de comunicación especialmente internacionales, y las fotos y vídeos en minutos empezaron a llenar las pantallas de los televisores, y aun se encuentran fresca en nuestra memoria, todavía la recordamos como si hubiese sido ayer por que eran más que dramáticas catastróficas, en ese momento nos dimos cuenta de lo que realmente había ocurrido.
Rápidamente el gobierno dominicano al enterarse de lo ocurrido y la magnitud del terremoto que tuvo una intensidad de 7.3 grados puso en alerta máxima todas las instituciones del Estado principalmente las Fuerzas Armadas, mediante su Ministerio que en ese entonces estaba como ministro el teniente general Pedro Rafael Peña Antonio.
Una de las primeras medidas tomadas por el excelentísimo señor presidente, doctor Leonel Fernández Reyna fue nombrar como Coordinador General de las operaciones de trabajos humanitario de Haití al Ministro Peña Antonio.

El ministro de las Fuerzas Armadas inició rápidamente reuniones de coordinación con el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, para evaluar las necesidades primarias y rescate de posibles heridos con equipos nacionales e internacionales, que se movilizaron hasta Jimanì y de ahí a Puerto Príncipe lugar donde el sismo provocó mayores daños , heridos y muertos.
Además de los militares y las demás instituciones especialmente Salud Pública, La Defensa Civil y los Comedores Económicos, la prensa nacional se movilizó inmediatamente por lo que quien suscribe estuvo 19 días en Jimanì cubriendo todas las incidencias posteriores al sismo.
Debemos señalar que además de la República Dominicana ser el primer país en llegar a Haití luego de terremoto también fueron las primeras ayudas en llegar principalmente alimentos, sólidos, agua potable, medicinas , médicos militares y civiles.

La Base Aérea de San Isidro asiento de la Fuerza Aérea Dominicana, inmediatamente el mundo se enteró de los corrido como llovizna se iniciaron la llegada de vuelos con ayuda y personal humanitaria y de socorro de todo el mundo especialmente de Estados Unidos, México , Canadá, Francia, España, Venezuela, estableciéndose aquí un puente aéreo para socorrer el devastado país.
Para facilitar el abastecimiento de la gran demanda de combustible de las aeronaves que tocaba suelo dominicano trayendo ayudas, el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, en un records de trabajo y evidenciando una fuerte voluntad de ayudar elaboraron un tanque con capacidad para 50 mi galones de combustible, el cual fue construido con las especificaciones correctas en 24 horas ininterrumpidas.
La Marina de Guerra inició el trasporte de personal de rescate , médicos medicinas y ayudas, con miles de toneladas de alimentos, sólidos agua ha poblaciones como Jamel donde a horas del terremoto, no había llegado ninguna ayuda, esta comunidad está cerca de Pedernales de donde se llevó vía marítima las ayudas inmediatamente se dio la vos de socorro siendo la Marina de Guerra la primera institución en llegar y las operaciones fueron seguidas personalmente por su Jefe de Estado Mayor Homero L Lajara Solà desde el puerto de Cabo Rojo hasta el puerto de Jamel.

Pero también servía para la llegada de heridos desde Haití, y desde este helipuerto eran llevados a otros hospitales en territorio nacional.
Cumbre “Unidos por un Mejor Futuro para Haití”
La gran catástrofe que provocó este sismo , también motivó un sentimiento de solidaridad, a favor de Haití, en ese momento había una disposición de ayudar ese pueblo, para aliviar su sufrimiento que vivieron en carne propia con la perdidas humanas de familiares, amigos y vecinos en segundo como si hubiese sido el fin del mundo.
Llovían las manifestaciones de solidaridad, de naciones, personas dispuestas a dar su mano, pero no todo fue verdad, muchas promesas se quedaron en eso promesas.
El presidente de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, como todos los dominicanos, que sentimos ese terrible suceso a nuestros hermanos, encabezó la Cumbre “Unidos por un futuro para Haití” que al anunciarse despertó gran esperanza en que definitivamente llegaría una ayuda proporcional a la magnitud de las necesidades, de este país que diera para resolver sus problemas fruto del sismo y sobrara para que se repusiera de la miseria que viene arrastrando por años con la mirada indiferentes de las naciones poderosas del mundo que han creído que culpando y desacreditando a la República Dominicana cubrirán la cuota de irresponsabilidad asumida por años.

De todo eso se ha visto muy poco progreso, ya que en la actualidad, cientos de familias todavía se encuentran viviendo en las mismas carpas que se habilitaron hace dos años, y saboreando la misma miseria, con la diferencias de que en sus calles no hay medios de comunicación internacionales, y artistas figureando, para hacerse con la imagen de solidaridad, humanidad y generosidad ante el mundo.
Pero la pregunta que todos nos haceos que se ha hecho con las ayudas que han llegado y si en realidad llegaron con la cantidad que se habló y planificó.
El presidente Fernández dijo en la ocasión lo siguiente “yo creo que Haití es un país que con el apoyo de la comunidad internacional puede, perfectamente, reconstruirse, puede habilitarse y puede modernizarse, no puedo hacerlo solo, requiere del concurso de todos nosotros”
Todo esto puedo haberse concretizado si las cosas se hubiesen desarrollados como se planificaron, dentro de los acuerdos, figura celebrar una Conferencia internacional de seguimiento, que será celebrada en la República Dominicana.
El comité de coordinación lo integrarían Haití, República Dominicana, CARICOM, Naciones Unidas (ONU), Unión Europea (UE), Organización de Estado Americanos (OEA), Grupo de Río, Estados Unidos, México, Canadá, Brasil, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el Banco Mundial.
Hay un dato que debo dar a conocer y que me pareció muy sospechosos y es que durante mi permanencia en Jimanì, traté de conseguir con los funcionarios de las Naciones Unidas, información sobre los planes inmediatos para la reconstrucción de Haití, pero no fue posible, incluyendo hice una llamada a la directora de Relaciones Públicas y le explique que necesitaba la información para hacer un trabajo pero nunca se me facilitó esa información , no se si era que no la tenía hasta ese momento o no había un plan , sino dejarle el problema a la República Dominicana.
Hoy 12 de enero se está inaugurando una Universidad donada por la República Dominicana con un costo de 50 millones de dólares y hasta hora a dos años de la tragedia es la única infraestructura visible, en la cacareada reconstrucción de ese país.
A pesar de los ataques de naciones y especialmente de potencias millonarias, que son muy ligeras para gastar en Guerras sin escatimar esfuerzos ni de personal, ni recursos económicos se han mostrado muy poco solidarias en los problemas de este país, y finalmente seguirán haciendo lo de siempre para justificar o ocultar su inacción, culpar a los dominicanos de la miseria y atraso de Haití, pero Dios es testigo y el mal siempre regresa a su lugar de origen.
De toda esta bulla hoy deben haber muchos medios internacionales en Haití, por la noticia de la Inauguración de la Universidad “Hernry Cristopher”, y quizás le den algún crédito a este gesto del presidente Leonel Fernández los dominicanos, o tal vez no, pero estamos comprometidos a darle siempre la mano amiga a nuestros hermanos, aunque no lo tomen en cuenta.
La sangre en los helicópteros que transportaban los heridos y muertos, y los restos de ayudas en alimentos, en los barcos de la Marina de Guerra, y el sudor de nuestro pilotos y soldados, marinos y guardias, aunque ya se han borrados, nunca se borraran de la mente de cada uno de los que tuvimos que estar en todos estos movimientos y sufrimos con nuestro haitianos y respiramos el olor de la sangre y la muerte que le embargó.

Cuando las cámaras de los medios de comunicación internacionales se vayan, los haitianos continuaran con sus necesidades, sus hijos no tiene un pan, ni un vaso de leche que tomar y quizás ropa para ocultar el desgaste de sus cuerpos por la falta de comida.


Y hacerlo extensivo a los todos los hombres y mujeres que de una forma u otra se involucraron, y sacrificaron su tiempo dejando sus familias solas, dentro de los que me incluyó para trasportarse hasta los lugares para realizar su labor, y entregar las toneladas de ayudas a este pueblo para calmar su sufrimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario