La Policía, no saben con quien cuenta en sus filas para combatir los delincuentes.

Hay muchos delincuentes enganchados a Policías y a guardia deben ser sacados de las filas.

Por Ricardo Rojas Vicioso.

Cuando el presidente designó el mayor general, José A. Polanco Gómez, y el Ministro de las Fuerzas Armadas, Teniente General Joaquín V. Pérez Feliz, E.N, en agosto pasado, escribí en este medio que ambos debían, iniciar una profunda depuración tanto en la Policía Nacional, cómo en las Fuerzas Armadas.

Esas honorables instituciones, han sido penetradas por delincuentes para escudarse y protegerse, usando las insignias, chamaco y la autoridad que esta da,  como un paragua mientras realizan, innumerables actividades delictivas, que van desde el crimen, robo, atracos abuso de poder en detrimento de la población dominicana, mientras acumulan fortunas con el fruto de sus acciones.

Lo ocurrido con el cabo Cavallo, es un ejemplo de cómo está funcionando esa instituciones y con la facilidad que cualquier delincuentes, sin importar que haya sido señalado por el asesinato de un teniente de su misma institución, puede ser sacado y volver a entrar burlando los controles, si es que los hay para evitar ese tipo de situación.

Estamos los ciudadanos, en las manos de los delincuentes comunes y de los que se han enganchado a militares y policías, con el agravante que son entrenados en las instituciones, convirtiéndose en peligrosos caballos de Troya.

La sociedad dominicana y sus instituciones, han reaccionado en esta ocasión, con la muerte del coronel Ubrì Bociò un excelente militar, asistente, padre y ser humano pero esto no debe quedar en simple blablablabla, como queda casi siempre muchos casos, similares, con comisiones creadas para, investigar casos y tomar correctivos que nunca se hacen.

La delincuencia ha desafiado al Estado  y no sólo en esta ocasión con este lamentable asesinato de este oficial y caballero, sino que es  desde  hace mucho tiempo, pero algunos funcionarios que se creen que se la saben todas, decían que era asunto de percepción, y no de realidad como este asesinato le ha obligado a ver.

Se ha perdido mucho tiempo para reconocer y enfrentar con fuerza el crimen el país, y si las autoridades siguen dando palos a siegas, con medidas exógenas, que no dan resultados aquí, los que hoy son funcionarios, civiles, militares o policiales y se escudan en sus escoltas mañanas podrían ser simples ciudadanos, y vivirán en carne propia lo que la población sufre con la inseguridad en todo el  país.

Hay una guerra entre la sociedad y una industria, que ha hecho de simple  ladrones, ha delincuentes con mucho poder que con su dinero ha penetrado instituciones militares, policiales, de justicia logrando ocupar importante terreno en la sociedad.

Se ha hecho denuncias, de la facilidad de sentencias, de jueces muy benignos, como el caso reciente de un hombre acusado de matar y violar una niña de origen haitiano, que con una garantía de 500 pesos logro obtener su libertad, gracias a una jueza interina que parece que no sabe o no le importa el valor de la vida de un ser humano.

Pero estos casos pasan y se olvidan lo que favorece a la delincuencia, una sociedad débil indefensa, donde los delincuentes, tiene la  ventaja del apoyo de un código Procesal muy garantista, jueces, fiscales, policías y militares corruptos, lo que con su deslealtad fortalecen el crimen en el país.

Si no despertamos , y enfrentamos el crimen , no solo deforma reactiva , sino sistemática y planificada, la delincuencia, nos llevará a vivir situaciones tan terribles, como las de México y los carteles, cuyas acciones han llevado cientos de muertes, de policías, militares y ciudadanos civiles, adueñándose de territorios para usarlos para el narcotráfico y sus delitos conexos.

Pero sino se castiga no sólo a los delincuentes por sus acciones y a sus cómplices en las instituciones, policiales, militares y judiciales no se logrará el propósito de frenar su desarrollo cuyas consecuencias, Ya se está percibiendo en las calles de la República, donde todos los días aparecen muertos, unos por la delincuencia y otros por la violencia.

Las autoridades Policiales, Militares y judiciales, así como  también la población en su conjunto debemos integrarnos, en el combate del crimen en el país, pero de manera organizada, cada quien debe aportar un granito de arena, para juntos liberarnos de esos demonios que han tomado nuestras calles y obligado a que los ciudadanos, tengamos que vivir entre rejas, en vez de ser los delincuentes que estén en las cárceles.

Los periodistas, medios de comunicación hacer las denuncias y publicación de las actividades delincuenciales, aunque nos coloquemos en la mira del cañon , pero es mejor morir parado que vivir arrodillado al crimen.

La muerte de coronel Ubrì Bociò me ha dejado marcado dolorosamente, al igual que muchos de los periodistas que tuvimos en privilegio de conocerlo, y espero que su muerte no sea una muerte màs , por que todavía puedo escuchar a su hija gritar, “Papá por favor regresa a casa” y ese llanto puede también salir de una de nuestras hijas o hijos.

 Hoy fue a Ubri Bociò mañana quien será, les dejo eso de tarea a las autoridades competentes especialmente a los jueces,  fiscales, policías y militares amigos de los delincuentes.