Como si fuera la primera vez, muy temprano llego el novio Santo Domingo Guerrero Clase a la Parroquia Nuestra Señora de la Altagracia, ubicada en el Ministerio de las FF. AA, a esperar por segunda vez a su inseparable esposa desde hace veinticinco años, Rosa Emilia Dotel Díaz; y renovar sus votos que los unieron hace veinticinco años.
A la entrada le esperaban sus compañeros de armas, los mismos que estuvieron acompañándolos en sus primeras nupcias como oficiales subalternos, realizando la guardia de honor. Actualmente ocupan funciones importantes dentro de las FF. AA.; pero eso no impidió que volvieran a realizarle a su compañero y su novia, este cortejo militar como la primera vez.
La novia llego de manos de los padrinos; los cuáles eran sus hermanos: Octavio, Edward y Ángel; donde familiares, amigos y allegados le recibieron; siendo gran parte de los invitados, los que también asistieron a su primera boda.
La madrina lo fue la Lic. Marilis Dotel, hermana también de la novia, quien acompaño al novio hasta el altar

El coro de la iglesia entonaba las canciones acostumbradas a este tipo de evento; pero algo diferente aconteció: La novia interpreto una bella canción al novio, dejando impresionado tanto al novio como a los asistentes, que no esperaban esta bella sorpresa. El novio le expreso que debía cumplir con su promesa: Continuar con su carrera de artista del canto.
Luego de la ceremonia nupcial, los novios se dirigieron con sus invitados al Hotel Dominicana Fiesta donde celebraron la recepción con mucha algarabía, buena música; mientras degustaban el buffet preparado para la ocasión.
por Esmeritina Belliard Pena.
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