Terremoto obliga a pasar de las palabras a los hechos.
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. La situación comentada y re-comentada de la situación de Haití, nunca había sido tan evidente y clara como ahora.
Para mala suerte de pueblo fue la Madre Naturaleza quien la puso a la vista del Mundo, luego del paso de un terremoto de 7.3 grados que hizo colapsar la débil infraestructura en el territorio del vecino país.
Edificios muy mal construidos, donde no existe criterio, ni supervisión de construcción, se convirtieron en trampas humanas, donde miles de personas perdieron la vida.
Un pueblo sin unas fuerzas armadas, sin estructura de instituciones de defensa civil, ni rescates, entorpece los equipos que quisieron llegar a los lugares inaccesibles, tiempo vital donde pudo haberse salvado miles de vidas.
El dolor de las familias que han perdido padres, madres, hijos, nietos en adicción del dolor diario de la sobrevivencia, es un panorama deprimente, donde no se quisieran ver ninguna nación del mundo.
El pueblo haitiano necesita de toda la Solidaridad del Mundo y con ellas las fuerzas para soportar esta tan terrible tragedia, que ha cubierto la tierra de sangre y la gente de un dolor insoportable.
El olor a muerte reina por las calles , el aire y la gente de Haití, que como zombis deambulan de una lado a otro , unos buscando agua, comida, ropas techo mientras que los que perdieron seres queridos tratan de dar con sus familiares, en medio de montañas de escombros de casas y edificios destruidos.
Hoy más que nunca las potencias junto con todos los país de mundo deben volcar las ayudas, y no solo en este momento tan lamentable sino de una vez y por todas, iniciar la reconstrucción, física, moral y económica de esta nación para levantarla del desastres y de los años de abandono, no solo por las naciones del mundo con poder sino de sus propios políticos y ciudadanos.
Si, Haití debía algo con este terremoto, ya debe haber pagado todas sus deudas, ya que con esta tragedia, no, tendrá más fuerza para luchar a menos que sus hermanos en una gran campaña de Solidaridad internacional acompañemos este pueblo y lo levantemos del desastre y la dejadez del tiempo.
Las potencias encabezadas por Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra entre otras deben dejar a un lado por un tiempo Eurasia y concentrarse en este pueblo, cuyas desgracias, no es envidiada por ninguna nación del mundo.
Paradójicamente la República Dominicana culpada, satanizada y juzgada fue la primera nación como siempre, que dijo presente en estos momentos de dificultades y dolor del pueblo, luego llegaron otros.
Pero, ni siquiera en medio de este desastre los enemigos de la República Dominicana y Haití pierden tiempo para mantener su odio, utilizando medios de comunicación para publicar titulares de que esta, ha cerrado su frontera y dificulta las ayudas a la nación vecina, !cuanta mediocridad y maldad!
Mientras tanto el presidente doctor Leonel Fernández Reyna inmediatamente ocurrió, el siniestro ordenó a todas las Instituciones prestar todas las ayudas necesarias, y principalmente, Las Fuerzas Armadas, encabezadas por su Secretario, el teniente general piloto Pedro Rafael Peña Antonio, que se presentó desde las primeras horas del miércoles y opera directamente un Centro de Operaciones en Jimanì en la frontera con el vecino país.
Es importante señalar que a pesar de las dificultades que siempre ha vivido junto al pueblo haitiano, y que muchas potencias millonarias se ha hecho de la vista gorda con su indiferencia, siempre tratando de justificar su inacción, culpando a la República Dominicana de todo lo que pasa en Haití, tiene la oportunidad de invertir y hacer negocios que es lo que le gusta sacar provecho sin importar la calamidad del otro.
Hay que reconstruir Haití y por consiguiente ahora podría llegar las oportunidades a los comerciantes que le gusta hacer dinero pero de todas formas saldrá ganando con su reconstrucción nuestra vecina nación que es lo más importante.
Mientras tanto la República Dominicana y su Solidaridad seguirá apostando y cooperando por su recuperación y siempre estará disponibles en todo momento al igual que siempre a darle la mano a sus vecino todas las veces que sea necesarias, como su hermano más cercano, aunque nos critiquen y satanicen hasta los que viven, comen y trabajan en el país.
La consigna es !Solidaridad!, !Solidaridad!,! Solidaridad! por que hoy fue Haití pero en cualquier momento la Naturaleza podría castigar otra nación, sin importar que puede ser una de la más poderosa o pobre como en este caso.
Haití espera su ayuda, en estos tiempos tan difíciles para ese pueblo, pequeña, mediana o grande, no importa hágala llegar
Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. La situación comentada y re-comentada de la situación de Haití, nunca había sido tan evidente y clara como ahora.
Para mala suerte de pueblo fue la Madre Naturaleza quien la puso a la vista del Mundo, luego del paso de un terremoto de 7.3 grados que hizo colapsar la débil infraestructura en el territorio del vecino país.
Edificios muy mal construidos, donde no existe criterio, ni supervisión de construcción, se convirtieron en trampas humanas, donde miles de personas perdieron la vida.
Un pueblo sin unas fuerzas armadas, sin estructura de instituciones de defensa civil, ni rescates, entorpece los equipos que quisieron llegar a los lugares inaccesibles, tiempo vital donde pudo haberse salvado miles de vidas.
El dolor de las familias que han perdido padres, madres, hijos, nietos en adicción del dolor diario de la sobrevivencia, es un panorama deprimente, donde no se quisieran ver ninguna nación del mundo.
El pueblo haitiano necesita de toda la Solidaridad del Mundo y con ellas las fuerzas para soportar esta tan terrible tragedia, que ha cubierto la tierra de sangre y la gente de un dolor insoportable.
El olor a muerte reina por las calles , el aire y la gente de Haití, que como zombis deambulan de una lado a otro , unos buscando agua, comida, ropas techo mientras que los que perdieron seres queridos tratan de dar con sus familiares, en medio de montañas de escombros de casas y edificios destruidos.
Hoy más que nunca las potencias junto con todos los país de mundo deben volcar las ayudas, y no solo en este momento tan lamentable sino de una vez y por todas, iniciar la reconstrucción, física, moral y económica de esta nación para levantarla del desastres y de los años de abandono, no solo por las naciones del mundo con poder sino de sus propios políticos y ciudadanos.
Si, Haití debía algo con este terremoto, ya debe haber pagado todas sus deudas, ya que con esta tragedia, no, tendrá más fuerza para luchar a menos que sus hermanos en una gran campaña de Solidaridad internacional acompañemos este pueblo y lo levantemos del desastre y la dejadez del tiempo.
Las potencias encabezadas por Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra entre otras deben dejar a un lado por un tiempo Eurasia y concentrarse en este pueblo, cuyas desgracias, no es envidiada por ninguna nación del mundo.
Paradójicamente la República Dominicana culpada, satanizada y juzgada fue la primera nación como siempre, que dijo presente en estos momentos de dificultades y dolor del pueblo, luego llegaron otros.
Pero, ni siquiera en medio de este desastre los enemigos de la República Dominicana y Haití pierden tiempo para mantener su odio, utilizando medios de comunicación para publicar titulares de que esta, ha cerrado su frontera y dificulta las ayudas a la nación vecina, !cuanta mediocridad y maldad!
Mientras tanto el presidente doctor Leonel Fernández Reyna inmediatamente ocurrió, el siniestro ordenó a todas las Instituciones prestar todas las ayudas necesarias, y principalmente, Las Fuerzas Armadas, encabezadas por su Secretario, el teniente general piloto Pedro Rafael Peña Antonio, que se presentó desde las primeras horas del miércoles y opera directamente un Centro de Operaciones en Jimanì en la frontera con el vecino país.
Es importante señalar que a pesar de las dificultades que siempre ha vivido junto al pueblo haitiano, y que muchas potencias millonarias se ha hecho de la vista gorda con su indiferencia, siempre tratando de justificar su inacción, culpando a la República Dominicana de todo lo que pasa en Haití, tiene la oportunidad de invertir y hacer negocios que es lo que le gusta sacar provecho sin importar la calamidad del otro.
Hay que reconstruir Haití y por consiguiente ahora podría llegar las oportunidades a los comerciantes que le gusta hacer dinero pero de todas formas saldrá ganando con su reconstrucción nuestra vecina nación que es lo más importante.
Mientras tanto la República Dominicana y su Solidaridad seguirá apostando y cooperando por su recuperación y siempre estará disponibles en todo momento al igual que siempre a darle la mano a sus vecino todas las veces que sea necesarias, como su hermano más cercano, aunque nos critiquen y satanicen hasta los que viven, comen y trabajan en el país.
La consigna es !Solidaridad!, !Solidaridad!,! Solidaridad! por que hoy fue Haití pero en cualquier momento la Naturaleza podría castigar otra nación, sin importar que puede ser una de la más poderosa o pobre como en este caso.
Haití espera su ayuda, en estos tiempos tan difíciles para ese pueblo, pequeña, mediana o grande, no importa hágala llegar
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