
Por Víctor Suárez
Muchos buenos dominicanos, dentro y fuera del país, donde quiera quese encuentran, esparcidos alrededor del mundo, o en la lid diaria denuestra propia media isla, nos preguntamos frecuentemente: ¿Tiene laRepública Dominicana un proyecto de nación definido, para impulsar alpaís hacia un futuro brillante?
¿Existe un proyecto claro en el palacio nacional, para incitar a la patria a caminar unidos y de la mano, todos, al rescate del bienestar perdido y usurpado?
Muchos tenemos la sensación y casi la certeza, de que el país desde hace mucho, pero, mucho tiempo, está transitando por caminos inciertos, como cuando hacemos cosas para ver que pasa, para ver, sinos sale bien. Todo ronda alrededor del presupuesto de la nación: Unos milloncitospara educación, otros milloncitos para salud, unos cuantos milloncitos, para obras publicas y así sucesivamente.
La mitad se queda en los saquillos de los ministros, la otra mitad para pagar las empobrecidas nóminas, y para las instituciones, en su servicio a la comunidad, nunca alcanza. No se aprecia, que la nación marcha hacia un progreso real. Estamossumidos en un progreso de oropel, colocado en un quebradizo andamiaje, elcual, con cualquier brisa frágil se derrumbará.
Se avista una nación al borde del colapso, y esto se puede palpar en el patatús que sufre el sistema energético, en la incertidumbre en que viven los hospitales, en la incoherencia que baila en los salones de la educación. Así como, en cuantas instituciones dependientes delEstado Dominicano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario