domingo, 19 de julio de 2009

En Memoria a los pasajeros del vuelo 587 especialmente a los dominicanos que murieron ese fatídico día.
















Un tarja con cinco tubos a su alrededor dice:” En Memoria a las Víctimas del Vuelo 587. Ayuntamiento Sto. Dgo. Este. 12 de junio 2002 donado por el Ing. J. Guerrero y J. Lora.
El vuelo 587 cargado de dominicanos que nunca llegò a la Repùblica Dominicana

Autor Ricardo Rojas Vicioso.

Santo Domingo este R.D. Este sábado mientras daba una vuelta por la avenida España disfrutando de la briza y el movimiento del Mar, recordé cuando La República Dominicana quedó conmocionada y marcada con la tragedia cuando en el 12 de noviembre del año 2001., el vuelo 587 de American Airlines, se accidentó en Queens pocos minutos después de despegar del aeropuerto JFK en New York.
Una pequeña tarja como recordatorio me trajo esos acontecimientos a mi mente, allì en la avenida España, junto a las brizas del mar que una dia al despegar su avion hacia suelo americano los llenò de alegria y esperanzas.

Pero este siniestro tuvo algo muy impactante y es que la gran mayoría de los 260 pasajeros muertos, eran de nacionalidad dominicana, laboriosos hombres y mujeres de nuestra patria que con su trabajo, le proporcionaban el sustento a familiares y hasta amigos en el país.


Todos nos unimos al dolor que se apoderó de las familias de los muertos, por las pedidas de estos seres humanos, que un día salieron de su tierra natal para conquistar, el sueño americano, superarse y mostrar de lo que estamos hechos los dominicanos.


Cientos de familias debieron pasar por la dolorosa experiencia de recibir a sus seres queridos, en condiciones my lamentables, y otros más fuertes tuvieron la misión de reconocer sus restos entres una gran cantidad.


A pesar del gran dolor que representa todavía este hechos, Hoy lo recordamos como un reconocimiento a la memoria de los dominicanos que no será nunca olvidado, y precisamente ese accidente del vuelo 587 y las victimas, tiene un monumento tarja recordatorio de este hecho marca la terrible perdida y dolor de todos los dominicanos.


El monumento en cuestión se encuentra en la avenida España detrás de la Academia Militar de la Marina de Guerra.


Este pasado 12 de junio se cumplieron siete años de ese terrible y lamentable suceso que todavía nos proporciona al recordarlos una gran pena.


Dejamos esta nota en honor de las víctimas y la atormentada experiencia de sus familiares, pero le decimos que nunca serán olvidados.

Datos de las investigaciones del accidente de Airbus A 300 del vuelo 587 de American Airlines.


Los investigadores indicaron poco después que el accidente podía haberse debido a las turbulencias originadas por otro aparato, un Boeing 747 de Japan Airlines.

El avión había despegado sólo 105 segundos antes que el Airbus, cuando las normas de aviación estipulan una diferencia de al menos dos minutos entre despegues. Así, esos 15 segundos provocaron que el otro aparato se metiera en la estela del Boeing, mucho más grande. Su cola no pudo resistir los minitornados que se habían formado y se rompió, precipitando el avión contra el suelo.


Las conclusiones del informe definitivo presentado confirman que los pilotos supieron lo que pasaba antes del accidente. “¿Dónde demonios nos hemos metido!”, exclamó el piloto Sten Molin, de 34 años, poco después de despegar, según la transcripción de las cajas negras publicada por Los Ángeles Times. “¡Estamos atrapados!”, gritó Molin. Su copiloto, el comandante de la nave, Edward States, de 42, le respondió: “¡Sácanos de aquí, sácanos de aquí!”, pero la cola del avión ya se había desprendido, haciendo imposible manejar el aparato.
Apretar demasiado fuerte los pedales
¿Qué causó entonces el accidente? Pues las investigaciones se han centrado sobre todo en las maniobras del piloto durante las turbulencias, que pudieron someter a presión adicional a la cola, facilitando su rotura. Para mover el timón de cola se emplean pedales, en un sistema especial que obliga a usar más fuerza cuanto más despacio vuela el aparato. Así, el piloto pudo presionar demasiado fuerte esos pedales, dañando el timón y empeorando la situación.


En 1998 Airbus informó de que un “uso continuado o brusco del timón de cola podía causar la pérdida de control del aparato”. Además, “mover de lado a lado el timón con violencia puede causar daños estructurales en la cola del aparato”, según el constructor aeronáutico.

"¡Sujétalo, sujétalo!"... "¡Mierda!"
¿Qué pasó entonces durante los últimos 144 segundos del vuelo 587? Según una reconstrucción realizada por el organismo que ha realizado la investigación oficial, la National Transportación Safety Board, el avión despegó sin problemas, pero unos segundos más tarde se metió en la primera estela de un Boeing 747 que acaba de salir hacía poco.

Los aviones dejan dos estelas, una por cada ala, que son bastante parecidas a tornados horizontales y cuya intensidad depende del tamaño del aparato. En ese momento, el comandante de la nave dijo a su copiloto, Molin, que era el que la dirigía: “Unas pequeñas turbulencias de estela, ¿verdad?”. “Sí”, le respondió Molin, mientras giraba el avión hacia la izquierda. Entonces llegó la segunda estela, y empezaron los movimientos bruscos.

Las cajas negras permiten escuchar entonces fuertes ruidos, y la voz de Molin que pide “máxima potencia”. “¿Estás bien?”, le pregunta States, a lo que Molin responde: “Sí, estoy bien”. “Sujétalo, sujétalo”, le indica States, y al instante se escucha otro fuerte ruido, que según los investigadores es provocado por la rotura de la cola.


En la grabación se escuchan entonces los sonidos guturales del piloto, y un rugido que va en aumento. “Mierda”, dice el copiloto, mientras saltan las alarmas de emergencia que indican que el avión se está desplomando. 14 segundos después el aparato se estrella contra el suelo.

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