jueves, 4 de junio de 2009

Semblanza del General de División Matías Ramón Mella por el General Rafael L. Pérez y Pérez




Foto de archivo del General de Brigada médico Rafael L. Pérez y Pérez.


Semblanza del General de División Matías Ramón Mella y Castillo, leída por el General de Brigada medico Dr. Rafael L. Pérez y Pérez, EN., Historiador, Director General de Historia Militar, SEFA, En el mausoleo de Los Padres de la Patria en el Parque Independencia, D.N, en el acto de ofrenda Floral efectuado por la SEFA, con motivo al fallecimiento uno de los padres de la Patria.


El General de División Matías Ramón Mella y Castillo, nació el 25 de febrero del 1816 en la otrora calle La Luna, hoy Sánchez, Santo Domingo. Padre de la Patria. Poseía un alto grado de cultura, hablaba francés y le era fácil el ejercicios diplomático. La juventud del prócer transcurrió bajo el yugo haitiano. No aceptaba la expresión del Estado haitiano en lo relativo a que “la isla debía ser indivisible”. De ahí, que sin ser los fundadores de la Trinitaria, ingresó en ella, cuando apenas contaba con 22 años de edad. Se consagró por entero a la obra redentora de la independencia. Fue quien dio el heroico trabucazo en la memorable noche del 27 de febrero del 1844 en la Puerta de la Misericordia.


Alcanzó el grado de General de División. Ocupó varias funciones públicas, entre otras: Subdelegado de Hacienda con sede en San Cristóbal en 1842. Fue comisionado por Duarte en los Cayos de San Luis (Haití) en enero de 1843, ocasión en que pacta con el movimiento revolucionario haitiano La Reforma, con miras a derrocar al entonces presidente J.P Boyer.




A su regreso en junio de ese mismo año es designado como encargado de la propaganda en el Cibao de dicho movimiento revolucionario.


Fue uno de los principales protagonistas para lo del Manifiesto del 16 de enero de 1844, que permitió la proclamación de la República.


En febrero de 1844 es designado miembro de la Junta Central Gubernativa. En ausencia del titular, Tomás Bobadilla, desempeña la presidencia de ese organismo.


El 5 de marzo de 1844 fue gobernador de Santiago y delegado de la Junta Central Gubernativa para la organización de la defensa de la República.


Proclamó en el Cibao a Juan Pablo Duarte, Presidente de la República. En Base a su pericia militar, hizo importante aporte para el triunfo dominicano en la Guerra de la Restauración de la República.


Ocupó en más de una ocasión el cargo de Ministro de Guerra.


Fue Vicepresidente de la República en el Gobierno Restaurador.


Mella vive en nosotros con su ejemplo.


El 4 de junio del 1864, a los 48 años de edad, falleció en la ciudad de Santiago de los Caballeros donde vivía en una humilde casita frente a la Fortaleza San Luís, éste Padre de la Patria.


Las Fuerzas Armadas Dominicanas, se honran al conmemorar como su Día , las fecha del natalicio del ilustre adalid de nuestras guerras emancipadoras, General de División Matías Ramón Mella y Castillo.


El Día de las Fuerzas Armadas fue declarado por El Consejo de Estado mediante la Ley No. 5960, de fecha 13 de junio de 1962, ley que en uno de sus considerandos expresa “que la significación de este día, como estímulo y reconocimiento a la conducta del militar, debe estar asociada a la persona de aquellos que a más de ser soldados ejemplares gocen de la aureola de la proceridad, como la figura de Ramón Matías Mella, que unió a sus condición de Padre de la Patria y de Fundador de la República la de bizarro soldado de la independencia y de la Restauración.”


Con el poeta Ramón Emilio Jiménez, te declamamos esto versos que son de tu canto Mella inmenso:


No fue nunca la divisa del instinto de matar, ni fue el regido instrumento de la fuerza militar provocando las groseras ambiciones del poder fue tu espada la divisa del honor y del deber.


Fiel discípulo de Duarte, comprendiste el ideal, y sirviendo los destinos de la causa nacional, disparaste tu trabuco, que rugió como León, despertando Las conciencias y clamando redención.


La Bandera fue tu culto, la Bandera fue tu altar, y dijiste: Cuando vayas para siempre a descansar, que ella envuelva mi cadáver y moriste con honor, en los brazos siempre abiertos de la enseña tricolor.


Y después cuando quisieron, de la fosa recoger, tus cenizas Veneradas, un milagro pudo ser; encontraron la bandera, la Bandera tricolor, reviviendo en sus matices la grandeza de tu amor.
Loor a Mella en el 145 aniversario de su fallecimiento y siempre ¡vivan las Fuerzas Armadas¡

¡Viva las República Dominicana¡

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