


Autor Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. El país fue sorprendido por un acontecimiento que todavía ocupa titulares de páginas de periódicos y comentarios de programas de radio y televisión, la muerte del narcotraficante Rolando Florián Feliz.
Pero todo lo que ha salido es de cómo vivía este hombres y sí, ¿fue por encargo o no? y luego el sometimiento del capitán oca Jiménez que tuvo la mala suerte de estar en el lugar y con la personas menos indicada.
Mientras cada uno de los que leerán este artículo incluyéndome estaba con su familia cuando ocurrieron esos acontecimiento, este capitán estaba luchando por su vida con uno de los hombres más peligrosos del país, y posiblemente hasta fuera de aquí.
Yo me pregunto si ese condenado hubiese matado, al capitán y al coronel ¿qué habría pasado?, bueno creo que nada, Florián seguiría con sus privilegios, mientras la familia de estos oficiales lo sepultaría, con la presencia del Jefe de la Policía Nacional y los honores de estilo luego cada uno para su casa.
Ahora ellos será los chivos expiatorios, donde se ocultará todo un sistema de fallos de seguridad, que implicaba el negocio que impera en algunas cárceles principalmente donde hay gente con mucho dinero como es el caso de Najayo donde se encuentran personalidades de mucho éxito económico como los banqueros.
El dinero se comprobó que es la llave que abre todas las puertas, las de la celda de Rolando Florián la cerraba y la abría el mismo pero esto es poco las cosas son más graves, el mismo director de Prisión el mayor general Pérez Sánchez declaró que nunca entro a esta celda porque era privada.
En las cárceles se encuentra personas privadas de su libertad, por hechos reñidos con la ley, pero principalmente porque afectaron a segundas o terceras personas, pero además los oficiales y alistados de la Policía que trabajan en los departamento y los miembros de la DNCD en los casos de narcotraficantes, que interviene en el apresamiento de esa gente que están ahí adentro son sus enemigos.
Y cuál es el punto sencillamente con los niveles de libertad que estos presos compran con dinero, porque a nadie le cabe en la cabeza que las autoridades de estas cárceles, le dan estos privilegio de forma gratuita a los internos, se mueve recursos que los beneficia a ellos, pero al mismo tiempo, pone en peligro a la sociedad.
Los niveles de comercialización pecuniaria en las cárceles con los privilegios de los reos, ponen la sociedad en peligro, ya que gracias a esos, privilegios se mantiene intacta las estructuras criminales de estos grupos o personas, y tienen, la libertad de coordinar y planificar asesinatos, robos, atracos, actividades de narcotráfico venganzas o tal vez otros tipos de delitos de los cuales ellos, son profesionales simplemente con un teléfono celular.
Entre tanto, las víctimas y los oficiales que los apresaron creen que están a salvo con esa gente en prisión, la realidad es que no lo están, y por el contrario sus vidas corren graves peligros, ya que estos individuos tienen una gran capacidad operativa.
Yo me pregunto ¿Cuántos? Crímenes o robos no se habrán planificado dentro de los barrotes, recuerden el asesinato de senador Darío Gómez sus asesinos estaban condenados a presión y sin embargo de forma misteriosa estaba en las calles.
Por lo antes señalado las responsabilidades de los encargados del sistema carcelarios desde el mismo Mayor General Pérez Sánchez, pasando por cada uno de los alcaides son muy serias y es un problema que involucra la seguridad ciudadana.
Ya que precisamente el tener control de criminales de diferentes categorías y niveles de peligrosidad más que un problema de seguridad ciudadana es nacional, y los encargados deben estar conscientes de sus responsabilidades, deberes garantizar el buen trato sin excesos a los detenidos, pero también, vigilar o supervisarlos de forma que ellos no puedan dañar a segundo o terceros incluyendo sus custodias y los mismo internos.
Esto no debe circunscribirse al sometimiento de los implicados en el caso de Rolando, se deben hacer una revisión muy profunda y el director de prisión no puede decir que las celdas, son propiedad privadas de los reos, ya que el sistema carcelario se sostiene con el dinero los impuestos que pagamos los que estamos trabajando a fuera y que además le pagan su salarios para que realice la función que el estado deposita sobre sus hombros.
Las cárceles no son propiedad de los reos están allí para pagar por sus delitos como internos, durante un tiempo y todo eso le pertenece y es responsabilidad del Estado dominicano, aunque los narcotraficante y los banqueros tengan fortunas que les permitan vivir como príncipes, no significan que sean los directores de prisión o los dueños de las mismas esto debe estar bastante claro.
Un director de prisión que no conozca esa realidad es un peligro, ya que amenaza con la seguridad, de los ciudadanos que nunca han delinquido y por el contrario se mantiene trabajando de sol a sol para producir los recursos económicos que moviliza el Estado dominicanos, sus instituciones y sus autoridades.
Para finalizar señor Pérez Sánchez las cárceles necesitan más supervisión debemos dejar los escritorios y tener un contado cercano de vez en cuando con la realidad carcelaria para que no ocurra cosas como las que pasaron en Najayo y sobre todo cuidar que no se repita en las demás .
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