El Jet realizaba vuelo rutinario para evaluar piloto.
SANTO DOMINGO.-R.D. El Aéreopuerto Internacional de las Américas (AILA), después de tres horas y cuarenta y tres minutos de estar en emergencia, reanudó los vuelos, desde y hacia la República Dominicana.
Los vuelos fue preciso desviarlos cuando se declaró una emergencia en esa terminal, luego de que un jet de la empresa Servicios Aéreos Profesionales se le explotaron los neumáticos, lo que provocó que la nave se descarrilara.
El jet realizaba un vuelo rutinario de instrucción y cuando intentó aterrizar para abastecerse de combustibles y continuar su vuelo hacia la Romana, los neumáticos explotaron, saliéndose, de forma súbita de la pista.
El accidente provocó un pánico inmediato en el AILA por lo que se declaro la emergencia y la paralización de las operaciones aéreas, que a su vez provocó que se tomara la decisión de desviar a seis vuelos internacionales a otros aeropuertos alternos.
El piloto Raudi Echavarría y un evaluador de Aeronáutica, de apellido Domínguez, tripulaban el jet. Domínguez hacía una evaluación a Echavarría para su certificación como piloto.
El avión iría a la Romana, donde seguirían los entrenamientos del piloto.
Los vuelos fue preciso desviarlos cuando se declaró una emergencia en esa terminal, luego de que un jet de la empresa Servicios Aéreos Profesionales se le explotaron los neumáticos, lo que provocó que la nave se descarrilara.
El jet realizaba un vuelo rutinario de instrucción y cuando intentó aterrizar para abastecerse de combustibles y continuar su vuelo hacia la Romana, los neumáticos explotaron, saliéndose, de forma súbita de la pista.
El accidente provocó un pánico inmediato en el AILA por lo que se declaro la emergencia y la paralización de las operaciones aéreas, que a su vez provocó que se tomara la decisión de desviar a seis vuelos internacionales a otros aeropuertos alternos.
El piloto Raudi Echavarría y un evaluador de Aeronáutica, de apellido Domínguez, tripulaban el jet. Domínguez hacía una evaluación a Echavarría para su certificación como piloto.
El avión iría a la Romana, donde seguirían los entrenamientos del piloto.
Autor Tomás Ventura
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