Dominicanos se están concienciando y organizando para enfrentarlo.
Por Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo. R.D La delincuencia, y la entrada de ilegales haitianos en el 2008, les ganaron la batalla a las autoridades, a pesar de los tímidos, y pocos efectivos esfuerzos desplegados para evitarlo.
La cantidad de estos nacionales haitianos dentro del territorio nacional, ha alcanzado niveles alarmantes, razón por la cual la población dominicana, se siente muy inquieta, generando una gran preocupación, observando la tesitura de indiferencia de las autoridades.
Hay un sentimiento cabal en la ciudadanía de la irresponsabilidad e indiferencia de la Dirección General de Migración, que a pesar del evidente crecimiento de los ilegales haitianos, en casi todo el territorio nacional, la presencia de oficiales de migración o de operativos para controlarlos no se realizan en ninguna parte y si lo hacen no se ven.
La creación del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza, (CESFRONT), ha sido una decisión muy trascendental, pero su efectividad se ve empañada, cuando, los que logran penetrar, el cerco militar, no son repatriados y pernotan libremente dentro del territorio.
Además de la indiferencia de las autoridades, crece la indignación, cuando personas y organizaciones trabajan para ayudar a los ilegales, cayendo en flagrante desafío e irrespeto a las autoridades y las leyes, pero también y lo que es peor, en su afán de ayudar a esos nacionales, se encargan de desacreditar el país que los alberga, con denuncias de maltratos, colocándonos como los malos de esta novela ante la comunidad internacional.
Aparentemente, existe el temor por parte de las autoridades y los funcionarios encargadas de controlar la inmigración, de cómo manejar la situación de los ilegales, sin caer, en el descredito internacional que han logrado llevar al país los grupos antes mencionados.
Esa misma situación es que envalentona a los pro-haitianos, que están convencido de la tesitura del gobierno y la están utilizado como adarve para continuar transitando la hilera humana, hacia el país, sin problemas, sobre cargándolo de una inmigración descontrolada, peligrosa y abusiva.
Ya la nación no soporta la enorme carga de los propios criollos, quienes cada día reclaman mejores condiciones de vida, y si le sumamos los extranjeros estamos frente a una demanda de bienes y servicios que el Estado, no está en capacidad de soportar, que podría conducir a la ingobernabilidad.
El ingreso continuo de extranjero del vecino país, donde ya, los controles no existen desde hace mucho tiempo, nos colocará en la ruta de un aluvión migratorio, cuya situación terminará por expoliarnos todo el territorio.
Estados Unidos, Canadá, Francia, así como algunas otras potencias mundiales, junto a grupos, han estado apostando a que esto se materialice, sin saber las devastadores consecuencias de querer fusionar dos naciones, con culturas y costumbres totalmente distintas es intentar unir agua y aceite..
Pero este contexto ha sido analizado por una gran parte de la población de dominicanos pensantes, dentro y fuera del país, que no se benefician con la comercialización de la mano de obra y cuyos conocimientos adquiridos, los están llevado a organizarse para enfrentarse al problema.
Nuestro himno nacional dice en una de sus estrofas, “ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente y servir” sin en su pecho la llama no crece el temor el heroísmo viril.” “más Quisqueya la indómita y fuerte si altiva la frente alzará que si fuere mil veces esclava otras tanta ser libre sabrá”
Finalmente quiero que el mundo sepa que los dominicanos están muy orgulloso de su nación y cultura que por demás, le ha costado mucha sangre derramar y hacer derramar con los enemigos a los cuales les ha tocado enfrentar para defender, los conceptos de la dominicanidad, soberanía tan elevado por lo que es, y será siempre su mayor prenda o patrimonio enarbolado a los cuatro vientos.
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