Por Ricardo Rojas Vicioso.
La
designación del vicealmirante Miguel E. Peña Acosta, como el nuevo Comandante
General de la Armada de República Dominicana, constituye para muchos un sueño
que se hace realidad.
Luego
de una travesía de más de 30 años de los cuales 26 lo ha pasado sin salir de su
institución, llega Peña Acosta al puerto de dirigir la institución que lo formó
e instruyó.
Pero
también por la institución que ha trabajado y dedicados los mejores años de su
vida.
Para
Peña Acosta su familia y la Armada han sido durante su existencia las prioridades,
lo más importante por lo que se dedicó a prepararse y capacitarse en todo lo
que él como oficial naval necesitaba.
Pero
también debo reconocer que en su compañera ha tenido una asesora a tiempo
completo, que le ha servido de guía en momentos en que quizás momentáneamente la
brújula de su vida se ha desviado o confundido, en momentos difíciles cuando quizás
las cosas no ha salido como se esperaban por situaciones de la vida.
Siempre
recibiendo la orientación y observación como compañera fiel, y preocupada por
que este marino y esposo de carrera no zozobre en su travesía.
Por lo
que hoy me permito también darle un poco de crédito, como de alguna forma ha
sido responsable de que hoy su esposo, compañero de años sea el Comandante
General de la Armada de República Dominicana.
Durante
su ejercicio laboral ha recibió todas y
cada una de las capacitaciones y Curso que de acuerdo a su rango, posición o
designación ha necesitado para luego convertirse en célula multiplicadora
poniendo sus conocimientos al servicios de su institución de forma brillantes y
efectiva.
Sin lugar
a dudas o a equivocación es uno de los vicealmirantes más preparados y de mayor
experiencia en términos, militares navales, por lo que hoy exhibe además de las
experiencias vividas una extensa hoja de vida, quizás una de las más completas
en lo que a la disposición en términos navales.
Antes
de su designación ocupó posiciones como Comando Naval Central, Comandante de la
Base 27 de Febrero, encargado de proyecto, Director de la Academia Naval,
Director de la Escuela de Graduados de Altos Estudios Navales, posición que
ocupó en tres ocasiones, Comandante de La Base Naval de Caldera, logística, así
como comandante de los Guardacostas, entre otras.
Hoy la
Armada, igual como pasó con el saliente Comandante General, Edmundo Félix
Pimentel, tiene en Peña Acosta otro marino que ama su institución y con la
preparación e intención, para durante los próximos dos años, ponerla a navegar
por la travesía de un significativo fortalecimiento
institucional naval.
Un
hombre con una integridad y capacidad probada por décadas de servicios ininterrumpidos,
dedicados casi por completo, en sus áreas de responsabilidad cumpliendo
satisfactoriamente cada misión como todo un marino honorable.
Un oficial
naval a tiempo completo que cuando se trata de trabajo y de que las cosas queden
bien, no existe el límite de horas, ni el cansancio para dedicar tiempo, y
esfuerzo necesario garantizando el éxito de la misión por difícil que parezca.
Pero
sobre todo en este marino sencillo, a veces silencioso, existe un hombre
confiable, leal, solidario y con una extraordinaria capacidad increíble de entrega
y sacrificio para realizar reformas e implementar proyectos novedosos para el bienestar del país.
En Peña
Acosta la Armada tiene un hombre con visión, y con una mentalidad muy clara en
las cosas y el orden de prioridad, tomando siempre en cuenta lo mejor no solo
para la institución si no para los miembros de la Armada que constituyen
después de la capacitación y el entrenamiento la espina dorsal.
Por lo
antes expuesto hoy esa designación ha colmado de un sentimiento colectivo de mucha alegría, no solo la Armada, a las
Fuerzas Armadas en su conjunto ya que este vicealmirante es muy bien conocido
por precisamente sus dotes de marino integro, capaz, leal, solidario y
cooperador en trabajar por los mejores
intereses que contribuya a la sociedad,
al país, y a las Fuerzas Armadas.
Un hombre
que le gusta el trabajo en equipo y el que cada persona tenga la oportunidad de
poner su punto de vista y expresar sus ideas para por consenso implementar la
mejor.
A pesar
de que casi nunca ha sido visto quizás en páginas de periódicos, o quizás artículos
es un hombre que ha participado en todas las gestiones apoyando y respetando
siempre sus superiores a los cuales les ha aportado en su momento su inagotable
ideas y soluciones a problemas o situaciones que se presentan como es normal en
el ejercicio del poder.
Peña
Acosta es un hombre que ama su institución pero siempre ha estado en la
disposición de poner su talento y sapiencia, para sus hermanos de armas, sin
importar su rango, o posición desde: Ministros, Viceministros, Comandantes
Generales, Directores o encargados de cualquier dependencia, y gracias a esta
actitud solidaria, ha logrado ganarse el respeto, afecto y admiración dentro y
fuera de la Armada.
Peña
Acosta es conocido por ser un hombre y marino con una mente brillante, y es por
eso que en todos proyectos o reformas siempre era designado lo que era un garantía
de que lo que de ahí, saliera pasaba por un filtro especial.
Uno de
los dote de Peña Acosta es que tiene un olfato y vista muy fina, y una
capacidad expresiva que permite no solo la comunicación efectiva y clara con
los demás, a la hora de analizar cosas, sino también de detectar las anomalías o
errores por más imperceptibles que estos parezcan.
La Armada
hoy tiene al vicealmirante Miguel E Peña
Acosta, y como Subcomandante al contralmirante Félix Cedeño Guerrero, que comparte un mismo interés de fortalecer
su institución y las Fuerzas Armadas, desarrollando proyectos y poniendo la
efectividad naval en sus áreas de responsabilidad con el fin de combatir las
amenazas, como el narcotráfico, viajes ilegales, delincuencia, y todo lo que pueda
dañar la sociedad dominicana.
El camino
que Edmundo Félix Pimentel allanó
ahora continuarán los nuevos mandos navales encabezados por su Comandante
General el cual pondrá su estilo propio mejorando con la integración de nuevas
ideas, para enfrentar también nuevos retos.
Entre
estos retos está pendiente la mudanza de la Comandancia General, que al parecer
será estrenada por las nuevas autoridades.
Finalmente
felicitamos primero al presidente Lic. Danilo
Medina, al saliente Comandante General Félix
Pimentel, y también al Ministro saliente, y todos los que de alguna manera
tuvieron algo que ver con esa brillante idea de designar uno de los marinos más
preparados y focalizados para dirigir esa institución, para que siga siendo una
Institución y Profesión Honorable