El secretario de Turismo, Francisco Javier García informó este domingo que los sobrevivientes del naufragio se alimentaron de los restos de uno de sus compañeros para poder mantenerse con vida. Dijo además que uno de los cincos sobrevivientes (mujer) ingresados al hospital Providenciales de las Islas Turcas y Caicos murió.
Javier García visitó el sábado a los náufragos en el hospital acompañado por el primer ministro Michael Misik, y comprobó que aunque presentan un estado de deshidratación y los pies hinchados su condición de salud es estable.
García se comunicó con el secretario de Relaciones Exteriores Carlos Morales Troncoso y le solicitó agilizar el traslado tanto de la señora fallecida como de los cuatro sobrevivientes.
De acuerdo a la versión, los náufragos afirmaron que habían permanecido unos 15 días en alta mar, tiempo durante el cual consumieron todas las provisiones por lo que los sobrevivientes se alimentaron con el cadáver de la última persona en morir antes de realizarse el rescate.
Según la versión que dio uno de los sobrevivientes al secretario de turismo, ellos vieron como sus compañeros murieron poco a poco y según expresó fue necesario tirar sus cuerpos al mar y luego se deshicieron de todos los documentos de identidad.
Uno de los náufragos contó que el capitán de la embarcación los abandonó y quedaron a la deriva.
Esta versión fue dada a la prensa por el departamento de Relaciones Públicas de la Secretaría de
Turismo, entidad que además informó que Francisco Javier se encontraba en las Islas Turcos y Caicos para tratar asuntos relacionados con proyectos turísticos.
Por su parte el jefe de la Marina de Guerra, vicealmirante, Julio César Ventura Bayonet, puso a disposición de la Cancillería un barco para traer al país a los cuatro sobrevivientes del naufragio.
Ventura Bayonet dijo que cuando estos sean traídos al país se podrá obtener informaciones precisas sobre qué ocurrió a los demás ocupantes de la embarcación que naufragó.
Explicó que la Marina de Guerra aún no tiene las identificaciones de esas personas y que está realizando contactos con posibles parientes para determinar la identidad de los náufragos. Según se informó las condiciones de salud de los sobrevivientes son estables, pero que en la mañana de este domingo murió una quinta persona por deshidratación.
Se recuerda que cinco náufragos dominicanos, pertenecientes a un grupo que se encontraba perdido desde el 18 de octubre, fueron rescatados el sábado por el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y la Marina de Guerra Dominicana cerca de las islas Turcos y Caicos.
Un total de 27 personas abordaron la embarcación. Hace una semana, pobladores de San Francisco de Macorís, 147 kilómetros al norte de la capital, denunciaron la desaparición de 33 familiares que se dirigían a Puerto Rico en una yola de 8,2 metros (27 pies) pies de eslora.
Los dominicanos salieron de manera ilegal del municipio Sánchez, provincia Samaná, 245 kilómetros al noreste de la capital, y fueron encontrados en una embarcación sin rumbo fijo, explicó Ventura Bayonet.
El rescate se realizó con helicópteros del servicio de la Guardia Costera estadounidense y con asistencia de marinos dominicanos.
Por su estado de salud, se logró permiso para que los náufragos fueran internados en un hospital de Providenciales, donde se encuentran.
Familiares de varios desaparecidos, erigieron altares en memoria de los mismos porque los dieron por muertos, publicaron medios de prensa de San Francisco de Macorís.
El rescate de los náufragos de Islas Turcas y Caicos coincidió con el arribo a las costas de Florida (EE.UU.) de una yola con otro grupo de dominicanos indocumentados, tres de cuyos 29 ocupantes murieron durante el viaje.
Cada viajero habría pagado el equivalente a 1.000 dólares a dos hombres no identificados, residentes en San Francisco de Macorís, que, según los denunciantes, no respondieron las llamadas tras la desaparición.
Cada año cientos de dominicanos se lanzan al mar en pequeñas embarcaciones, muchas de ellas de fabricación casera, intentando llegar por el canal de la Mona a Puerto Rico.
Autor: Francisca del Rosario/Milagros Sánchez/ AP/EFE
