Porque cuando el pozo se seque, ya no será formación: será lamento
El Leño Pinto Digital
Cápsula naval
Por Homero Luis Lajara Solá
El valor del agua y el pozo seco
Proverbio inglés: “No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo.”
A bordo de cualquier unidad naval, el agua dulce es más que un recurso: es vida, es disciplina y es previsión. En alta mar, el marino aprende —muchas veces con sed y vigilia— que todo lo que se derrocha hoy puede ser lo que falte mañana.
Así como el pozo seco del proverbio, un tanque de lastre sin mantenimiento, un aljibe sin control o una cisterna mal gestionada pueden ser preludio de crisis a bordo.
Esta enseñanza trasciende la nave: en la carrera naval, la lealtad, la camaradería, el honor, la salud y la confianza son “aguas” que también deben cuidarse, porque cuando se pierden, su ausencia pesa más que su presencia ignorada.
Formar marinos del milenio exige enseñar a prever, a valorar antes de perder, a no dar por sentado lo esencial.
Porque en el puente de mando, el buen capitán no espera a que se seque el pozo para agradecer el agua, sino que vela cada día por mantenerla pura y disponible.
Mensaje de timón firme:
Aprecia lo esencial mientras fluye.
Porque cuando el pozo se seque, ya no será formación: será lamento.
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