SAN JUAN, Puerto
Rico. El juicio a la mucama dominicana Aida de los Santos por el
asesinato de Georgina Ortiz, la esposa del exjuez del Tribunal Supremo, Carlos
Irizarry Yunqué, tomó ayer otro giro con la versión de que la víctima
alegadamente tenía un amante y que el día de su muerte tuvo una discusión
con una tercera persona que no fue identificada. El cónsul dominicano, Franklin
Grullón, y el Comité Dominicano de los Derechos Humanos insistieron en la
inocencia de su compatriota, quien también ha reiterado que no es culpable del
asesinato a cuchilladas de la esposa del exjuez del Tribunal Supremo.
Durante la continuación
ayer del proceso criminal contra De los Santos, el director de Arrestos
Especiales y Extradiciones de la Policía en San Juan, teniente Ferdinand
Acosta, narró sobre lo que la empleada doméstica Aida de los Santos, acusada de
asesinato, le contó en su investigación policiaca.
Según Acosta, el 17 de
agosto de 2010 a eso de las 2:00 de la tarde, Ortiz tuvo una discusión mientras
estaba encerrada en su dormitorio. La acusada decidió salir del apartamento en
el condominio Laguna Terrace y bajó al primer nivel a buscar al exjuez porque
este iba a traer una compra.
Dijo que según lo
narrado por la acusada, cuando ella volvió a subir se encontró con que el
apartamento estaba cerrado y su cartera estaba colgada en la perilla de la
puerta. Buscó las llaves en su cartera para entrar por la cocina pero no las
encontró, así que se retiró del lugar molesta y dijo “ojalá maten a esa perra”.
El teniente fue la
persona que llegó a investigar la escena cuando Ortiz fue asesinada. Dijo que
el patólogo indicó que la mujer fue degollada y perdió la fuerza, se
desplomó y en ese momento recibió una puñalada en el pecho con un movimiento de
derecha a izquierda.
Pese a que la empleada
no era sospechosa en ese momento, el teniente dijo que la entrevistó porque fue
la última persona que vio con vida a Ortiz. De los Santos exhortó al teniente a
que investigara a un presunto amante peruano al que Ortiz le enviaba
dinero.
Por su parte, el
representante de la comunidad dominicana, José Rodríguez, llamó la atención
sobre el hecho de que la Fiscalía sabía que los resultados del ADN apuntaban a
que había sangre del exjuez Irizarry Yunqué, sin embargo, no lo sientan a
testificar.
A preguntas del
Ministerio Público, el teniente dijo que el exjuez tenía una coartada y que de
su investigación se desprende que éste daba dos sesiones de Derecho de 1:00
p.m., a 5:00 p.m., y que sus estudiantes recuerdan haberlo visto.
A Irizarry Yunqué se le
pidió que se quitara una camisa para que mostrara unas ablaciones que tenía,
según explicó al teniente, relacionadas a una presunta enfermedad de la que padece
en la piel.
Fuente: El Nacional

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