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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ponencia presentada en Quito Ecuador en la “XIII Conferencia de Directores de Colegios de Defensa Iberoamericanos” Primera parte-


“Estrategia de Gestión de Riesgos y desastres medioambientales: caso República Dominicana”


Por el  General de Brigada Luís Francisco de León Rodríguez, E.N. (DEM)

Santo Domingo R. D. El concepto de riesgo se puede definir como una función matemática: Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad / Capacidad (R = A x V / C). Bajo esta lógica, la variable amenaza no puede ser controlada, mientras que las variables vulnerabilidad y capacidad  sí pueden ser afectadas para disminuir el Riesgo.

La República Dominicana por su ubicación geográfica y por diversos factores sociales, económicos y de crecimiento poblacional, está expuesta a un número de amenazas de origen natural y  causadas por el hombre, entre las que se destacan: huracanes, ciclones, inundaciones, sequías, terremotos, deslizamientos, incendios, explosiones y a la vez enfrenta un rápido aumento de sus condiciones de vulnerabilidad ante dichos fenómenos.

La temporada ciclónica, que se inicia el 1º. de junio y termina el 30 de noviembre, regula el estilo de vida que, a lo largo de los siglos, han dejado su huella en nuestro país. De acuerdo con estudios meteorológicos que se remontan a 1900, en cada decenio inciden no menos de cuatro huracanes en el país, e incluso en la década de 1960 se registraron hasta ocho. En el siglo XX seis eventos impactaron con gran severidad y causaron más de 7 mil muertes, gran cantidad de heridos y pérdidas económicas. Adicionalmente, todos los años el país enfrenta situaciones de inundaciones en las zonas próximas a  los principales ríos, así como en las zonas de cañadas y áreas bajas

Se estima que en el periodo 1961-1990, la temperatura se incrementó entre 0.7 °C y 3.4 °C, siendo la deforestación  una de las principales causas del incremento de las temperaturas, generando una reducción drástica de la precipitaciones, desde 1277.7 mm a 543.0 mm. A pesar de que en las últimas décadas se ha recuperado parcialmente la cobertura boscosa, apenas el 50% del territorio con vocación forestal está cubierto por bosque. Esta tendencia climática agudizará la ocurrencia sequías.
  
En gran parte del país se ha practicado un desmonte indiscriminado, que ha significado un cambio radical en el uso de la tierra, al sustituir los bosques por otros usos, como la agricultura y la ganadería extensivas. Esta práctica ha sido la responsable de sustituir las tres cuartas partes de las masas boscosas que originalmente poseía el territorio nacional. Como consecuencia, a cambio de obtener terrenos escasamente productivos en las laderas de las montañas, actualmente se enfrentan graves problemas de erosión de suelos, sedimentación en las presas hidroeléctricas, disminución en el caudal de los ríos y un incremento en la vulnerabilidad ante los fenómenos naturales.
Adicionalmente, existen áreas en proceso de salinización, como consecuencia de la escasez de lluvias y de un manejo inadecuado de la irrigación de tierras. La destrucción y fragmentación de los bosques ha provocado la desaparición de una serie de especies endémicas y por ende es una de las principales causas del empobrecimiento de la diversidad biológica. A ello se asocian también las prácticas agrícolas basadas en las nuevas tecnologías de cultivo de tierras secas, la degradación de las zonas marítimo terrestres, la caza y la pesca indiscriminada, la destrucción de humedales, la degradación y contaminación de las fuentes de agua superficiales, etc.


La República Dominicana ha experimentado un proceso acelerado de  urbanización, ya que el 63% de su población reside actualmente en zonas urbanas,  con mayor concentración en las ciudades de mayor auge económico. Por la situación de pobreza y exclusión en que vive una gran parte de la población, vinculada a los procesos migratorios rural-urbano, define la urbanización en zonas peligrosas y, acompañada por las condiciones de salud, educación y desempleo de esta población, que la hace al país más vulnerable a los fenómenos de origen naturales. 

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