“El proceso de planificación del sector con el
objetivo de alcanzar la llegada de 10 millones de turistas extranjeros por vía
aérea en 10 años, necesita incluir la seguridad como una de las vertientes de
alta incidencia”, dijo el señor Luis Emilio Rodríguez Amiama en la sesión de
apertura de la IV Conferencia Internacional Seguridad y Defensa, organizada por
FUNGLODE y dedicada a la seguridad en la hotelería y el turismo.
En un escenario que procura acelerar el
crecimiento de la llegada de turistas, “aumentar la inversión en seguridad,
proceder a la reorganización del aparato de seguridad, avanzar en la
persecución del crimen y mejorar la administración de Justicia, adquieren mayor
importancia y es uno de los aspectos a priorizar tanto en la Estrategia de
Desarrollo Turístico como en la Estrategia Nacional de Desarrollo”, dijo, al
pronunciar su charla titulada: “La sostenibilidad del turismo exige un ambiente
seguro para las personas y las inversiones”.
ASONAHORES, recordó, ha planteado, como una
cuestión prioritaria de gran trascendencia, el fortalecimiento de la Policía
Turística (POLITUR), aumentando y capacitando sus recursos humanos, dotándola
de equipos e infraestructura y aumentando los recursos asignados para
apoyo logístico.
LA INSEGURIDAD RECLUYE EL TURISTA
Rodríguez Amiama advirtió que para expandir las
bondades del turismo a todo el territorio dominicano, además de las obras de
infraestructura necesitamos “que los ciudadanos nacionales y extranjeros gocen
de un ambiente donde puedan disfrutar lo maravilloso de lo dominicano”, porque
la actividad turística “sólo es sostenible en un ambiente libre, con bajo nivel
de peligro, daño o riesgo para los turistas e inversionistas, nacionales y
extranjeros”.
Afirmo que el turismo “es la actividad de mayor
transversalidad en la economía de la República Dominicana, pero es una
actividad contrapuesta al crimen y a la inseguridad”.
Rodriguez destacó que “un ambiente inseguro,
con altos índices de riesgo, se traduce en pérdida de competitividad para el
mantenimiento y captación de inversiones, aun cuando un país o región reúna
otros atractivos”.
Señaló que en el caso del turismo “la
seguridad es determinante, porque es una actividad que requiere una intensa
relación con el entorno social, y las personas no pagan para visitar lugares en
que estarán sometidos a altos niveles de riesgo”, porque el turista exige un
ambiente de relajamiento, libre de las preocupaciones cotidianas, que es todo
lo contrario de una comunidad dominada por el crimen y el estado de violencia
que este provoca.
EMBARGOS ASALTOS Y EMBARCADEROS PIRATAS
El presidente de ASONAHORES que además de la
criminalidad la cuestión de la seguridad en el turismo incluye otras vertientes
que merecen mucha atención, y cito los factores de riesgo en las instalaciones
turísticas y en las actividades complementarias como transporte,
excursiones y prácticas deportivas, y la seguridad jurídica de las inversiones;
temas que se refieren a administración de justicia y a la capacidad del Estado
para supervisar las instalaciones turísticas desde el punto de vista de la
seguridad y de los servicios extra hoteleros.
Rodríguez Amiama planteó que aumentar las
inversiones o reorganizar el aparato de seguridad son proyectos
exigentes, pero “¿cuál es el nivel de exigencia y dedicación para evitar que
los turistas sean timados en las playas por vendedores piratas de excursiones,
utilizando embarcaciones sin control y sin estar registrados?”.
El dirigente turístico citó como ejemplo de graves
problemas de inseguridad que sólo requieren voluntad para ser resueltos “la
existencia de embarcaderos piratas sin control en la playa de Bávaro, o la
ocupación de la playa por botes y embarcaciones que atentan contra la seguridad
de los bañistas”.
Destacó que otro aspecto de la seguridad es el
referido a los “problemas de garantía y el irrespeto a las reglas existentes que
afectan tanto las grandes y medianas inversiones de empresarios, como a las
pequeñas inversiones inmobiliarias y empresariales”.
El presidente de ASONAHORES señaló como el caso
“más dramático”, el de los llamados “embargo asaltos”, en que las empresas
turísticas son víctimas de notificaciones judiciales en el aire, usadas
posteriormente para acudir a embargar bienes de los hoteles con turbas que
protagonizan escenas vergonzosas que aterrorizan a los turistas y a los
inversionistas.
Rodríguez Amiama afirmó
que este tipo de situaciones someramente descritas “suman riesgos evitables,
fáciles de combatir, que dañan las condiciones del país como destino confiable
para las inversiones, y alejan a personas interesadas en adquirir una segunda
vivienda, por lo que también tienen un impacto negativo en la economía
“El proceso de planificación del sector con el
objetivo de alcanzar la llegada de 10 millones de turistas extranjeros por vía
aérea en 10 años, necesita incluir la seguridad como una de las vertientes de
alta incidencia”, dijo el señor Luis Emilio Rodríguez Amiama en la sesión de
apertura de la IV Conferencia Internacional Seguridad y Defensa, organizada por
FUNGLODE y dedicada a la seguridad en la hotelería y el turismo.
En un escenario que procura acelerar el
crecimiento de la llegada de turistas, “aumentar la inversión en seguridad,
proceder a la reorganización del aparato de seguridad, avanzar en la
persecución del crimen y mejorar la administración de Justicia, adquieren mayor
importancia y es uno de los aspectos a priorizar tanto en la Estrategia de
Desarrollo Turístico como en la Estrategia Nacional de Desarrollo”, dijo, al
pronunciar su charla titulada: “La sostenibilidad del turismo exige un ambiente
seguro para las personas y las inversiones”.
ASONAHORES, recordó, ha planteado, como una
cuestión prioritaria de gran trascendencia, el fortalecimiento de la Policía
Turística (POLITUR), aumentando y capacitando sus recursos humanos, dotándola
de equipos e infraestructura y aumentando los recursos asignados para
apoyo logístico.
LA INSEGURIDAD RECLUYE EL TURISTA
Rodríguez Amiama advirtió que para expandir las
bondades del turismo a todo el territorio dominicano, además de las obras de
infraestructura necesitamos “que los ciudadanos nacionales y extranjeros gocen
de un ambiente donde puedan disfrutar lo maravilloso de lo dominicano”, porque
la actividad turística “sólo es sostenible en un ambiente libre, con bajo nivel
de peligro, daño o riesgo para los turistas e inversionistas, nacionales y
extranjeros”.
Afirmo que el turismo “es la actividad de mayor
transversalidad en la economía de la República Dominicana, pero es una
actividad contrapuesta al crimen y a la inseguridad”.
Rodriguez destacó que “un ambiente inseguro,
con altos índices de riesgo, se traduce en pérdida de competitividad para el
mantenimiento y captación de inversiones, aun cuando un país o región reúna
otros atractivos”.
Señaló que en el caso del turismo “la
seguridad es determinante, porque es una actividad que requiere una intensa
relación con el entorno social, y las personas no pagan para visitar lugares en
que estarán sometidos a altos niveles de riesgo”, porque el turista exige un
ambiente de relajamiento, libre de las preocupaciones cotidianas, que es todo
lo contrario de una comunidad dominada por el crimen y el estado de violencia
que este provoca.
EMBARGOS ASALTOS Y EMBARCADEROS PIRATAS
El presidente de ASONAHORES que además de la
criminalidad la cuestión de la seguridad en el turismo incluye otras vertientes
que merecen mucha atención, y cito los factores de riesgo en las instalaciones
turísticas y en las actividades complementarias como transporte,
excursiones y prácticas deportivas, y la seguridad jurídica de las inversiones;
temas que se refieren a administración de justicia y a la capacidad del Estado
para supervisar las instalaciones turísticas desde el punto de vista de la
seguridad y de los servicios extra hoteleros.
Rodríguez Amiama planteó que aumentar las
inversiones o reorganizar el aparato de seguridad son proyectos
exigentes, pero “¿cuál es el nivel de exigencia y dedicación para evitar que
los turistas sean timados en las playas por vendedores piratas de excursiones,
utilizando embarcaciones sin control y sin estar registrados?”.
El dirigente turístico citó como ejemplo de graves
problemas de inseguridad que sólo requieren voluntad para ser resueltos “la
existencia de embarcaderos piratas sin control en la playa de Bávaro, o la
ocupación de la playa por botes y embarcaciones que atentan contra la seguridad
de los bañistas”.
Destacó que otro aspecto de la seguridad es el
referido a los “problemas de garantía y el irrespeto a las reglas existentes que
afectan tanto las grandes y medianas inversiones de empresarios, como a las
pequeñas inversiones inmobiliarias y empresariales”.
El presidente de ASONAHORES señaló como el caso
“más dramático”, el de los llamados “embargo asaltos”, en que las empresas
turísticas son víctimas de notificaciones judiciales en el aire, usadas
posteriormente para acudir a embargar bienes de los hoteles con turbas que
protagonizan escenas vergonzosas que aterrorizan a los turistas y a los
inversionistas.
Rodríguez Amiama afirmó
que este tipo de situaciones someramente descritas “suman riesgos evitables,
fáciles de combatir, que dañan las condiciones del país como destino confiable
para las inversiones, y alejan a personas interesadas en adquirir una segunda
vivienda, por lo que también tienen un impacto negativo en la economía El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República
Dominicana (ASONAHORES) sugirió un incremento de la inversión en seguridad y la
reorganización del aparato policial del Estado como parte de las acciones
estratégicas para lograr que el país reciba 10 millones de turistas en el 2022,
como ha propuesto el presidente Danilo Medina con el apoyo del sector privado.
“El proceso de planificación del sector con el
objetivo de alcanzar la llegada de 10 millones de turistas extranjeros por vía
aérea en 10 años, necesita incluir la seguridad como una de las vertientes de
alta incidencia”, dijo el señor Luis Emilio Rodríguez Amiama en la sesión de
apertura de la IV Conferencia Internacional Seguridad y Defensa, organizada por
FUNGLODE y dedicada a la seguridad en la hotelería y el turismo.
En un escenario que procura acelerar el
crecimiento de la llegada de turistas, “aumentar la inversión en seguridad,
proceder a la reorganización del aparato de seguridad, avanzar en la
persecución del crimen y mejorar la administración de Justicia, adquieren mayor
importancia y es uno de los aspectos a priorizar tanto en la Estrategia de
Desarrollo Turístico como en la Estrategia Nacional de Desarrollo”, dijo, al
pronunciar su charla titulada: “La sostenibilidad del turismo exige un ambiente
seguro para las personas y las inversiones”.
ASONAHORES, recordó, ha planteado, como una
cuestión prioritaria de gran trascendencia, el fortalecimiento de la Policía
Turística (POLITUR), aumentando y capacitando sus recursos humanos, dotándola
de equipos e infraestructura y aumentando los recursos asignados para
apoyo logístico.
LA INSEGURIDAD RECLUYE EL TURISTA
Rodríguez Amiama advirtió que para expandir las
bondades del turismo a todo el territorio dominicano, además de las obras de
infraestructura necesitamos “que los ciudadanos nacionales y extranjeros gocen
de un ambiente donde puedan disfrutar lo maravilloso de lo dominicano”, porque
la actividad turística “sólo es sostenible en un ambiente libre, con bajo nivel
de peligro, daño o riesgo para los turistas e inversionistas, nacionales y
extranjeros”.
Afirmo que el turismo “es la actividad de mayor
transversalidad en la economía de la República Dominicana, pero es una
actividad contrapuesta al crimen y a la inseguridad”.
Rodriguez destacó que “un ambiente inseguro,
con altos índices de riesgo, se traduce en pérdida de competitividad para el
mantenimiento y captación de inversiones, aun cuando un país o región reúna
otros atractivos”.
Señaló que en el caso del turismo “la
seguridad es determinante, porque es una actividad que requiere una intensa
relación con el entorno social, y las personas no pagan para visitar lugares en
que estarán sometidos a altos niveles de riesgo”, porque el turista exige un
ambiente de relajamiento, libre de las preocupaciones cotidianas, que es todo
lo contrario de una comunidad dominada por el crimen y el estado de violencia
que este provoca.
EMBARGOS ASALTOS Y EMBARCADEROS PIRATAS
El presidente de ASONAHORES que además de la
criminalidad la cuestión de la seguridad en el turismo incluye otras vertientes
que merecen mucha atención, y cito los factores de riesgo en las instalaciones
turísticas y en las actividades complementarias como transporte,
excursiones y prácticas deportivas, y la seguridad jurídica de las inversiones;
temas que se refieren a administración de justicia y a la capacidad del Estado
para supervisar las instalaciones turísticas desde el punto de vista de la
seguridad y de los servicios extra hoteleros.
Rodríguez Amiama planteó que aumentar las
inversiones o reorganizar el aparato de seguridad son proyectos
exigentes, pero “¿cuál es el nivel de exigencia y dedicación para evitar que
los turistas sean timados en las playas por vendedores piratas de excursiones,
utilizando embarcaciones sin control y sin estar registrados?”.
El dirigente turístico citó como ejemplo de graves
problemas de inseguridad que sólo requieren voluntad para ser resueltos “la
existencia de embarcaderos piratas sin control en la playa de Bávaro, o la
ocupación de la playa por botes y embarcaciones que atentan contra la seguridad
de los bañistas”.
Destacó que otro aspecto de la seguridad es el
referido a los “problemas de garantía y el irrespeto a las reglas existentes que
afectan tanto las grandes y medianas inversiones de empresarios, como a las
pequeñas inversiones inmobiliarias y empresariales”.
El presidente de ASONAHORES señaló como el caso
“más dramático”, el de los llamados “embargo asaltos”, en que las empresas
turísticas son víctimas de notificaciones judiciales en el aire, usadas
posteriormente para acudir a embargar bienes de los hoteles con turbas que
protagonizan escenas vergonzosas que aterrorizan a los turistas y a los
inversionistas.
Rodríguez Amiama afirmó
que este tipo de situaciones someramente descritas “suman riesgos evitables,
fáciles de combatir, que dañan las condiciones del país como destino confiable
para las inversiones, y alejan a personas interesadas en adquirir una segunda
vivienda, por lo que también tienen un impacto negativo en la economía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario