La población dominicana se encuentra en una situación muy difícil, ya que ha tenido que variar su forma de vida por la inseguridad que tiene secuestradas las calles del país, por la delincuencia.
Pero lo grande del caso es que existe un problema que casi nadie trata y es el hecho que se cree, que todo el que tiene un uniforme de policía o de militar lo es.
No es así, existen personas empleadas por la policía que no siente nada, me explico, no tienen una verdadera vocación policial, lo que quiere decir comprometidas a luchar contra el delito en todas y cada una de sus manifestaciones ese es un verdadero policía de los que se necesita en las calles.
Dentro de las instituciones existen muchas personas que simplemente fueron a buscar un empleo para sobre vivir, y no por una real vocación para realizar la funciones propias de un policía con lo que se consigue seguridad ciudadana en las calles.
Muchos policías simplemente quieren sobre vivir y cobrar su cheque mensual, con el mínimo de esfuerzo posible, y además tiene muchos problemas económicos con lo poco que ganan, que no puede interesarse en los problemas de los demás, aunque se les paga para eso.
De los miles de policías que hay en las calles, una mínima parte realiza el trabajo por vocación, los demás deben tener instrucciones desde altas esferas policiales, para trabajar con interés y hacer un esfuerzo que dé los resultados deseados.
Pero lo malo del caso, es que regularmente los policías como los bomberos no se pisan la manguera y cuando detectan alguno policía faltadores, nadie se motiva a reportarlo, sino que lo dejan tranquilo, lo que provoca que muchos de estos empleados uniformados con el tiempo utilicen su uniforme como un negocio particular.
Por lo que termina siendo subempleados por empresarios, o dueños de negocios incluyendo gente ligadas a la delincuencia común, narcotráfico y sus delitos conexos, por esta razón siempre o casi siempre que ocurre un hecho de sangre, robo o un atraco, aparece un gris, o guardia bailando.
Los policías luego de un tiempo se las buscan para salir de los trabajos propios ya que amenos que no haya una buena búsqueda, se mueven hacia donde está el dinero, para sobre vivir ya que los bajos salarios son una de las motivaciones que los lleva a emigrar o otras actividades más productivas.
La depuración es una de las acciones primarias para enfrentar esta ola delincuencial, ya que cuando se envía policías a las calles es con la finalidad que hagan el trabajo, y lo peor es que si no son debidamente depurados antes de entrar estamos entrenando los futuros delincuentes uniformados que colocaremos al servicios de los grupos delincuenciales que operan en el territorio nacional.
Mientras no se revisen estos puntos que he señalado el combate a la delincuencia, no pasara de anunciar un reforzamiento en la vigilancia con miles de policías de los cuales una minoría hará el trabajo o por lo menos el esfuerzo de hacerlo.
Hay que hacer hincapié en la diferencia entre personas con vocación para hacer el trabajo policiaco y personas empleadas de la Policía, al igual que los militares es el mismo análisis, ahí radica un gran problema.
En una ocasión me llego la información para que le sierva de ejemplo que en San Isidro la Jefatura del Ejército Nacional, había ingresado unos mil aspirante, para pasar el centro y dentro de los cuales luego se detectaron que una gran parte pertenecía a grupos y bandas de diferentes barrios, por lo que inmediatamente fueron expulsados del Centro de Entrenamiento militar, por suerte fueron descubierto de los contrarios el Estado iba a invertir en entrenar delincuentes de esos grupos , y las consecuencias son más que obvias.
Debe de motivarse un reforzamiento entre militares y policías de la responsabilidad que representa usar un uniforme, de esas respetivas instituciones y el compromiso que con el se contrae, y aquellos que no estén dispuesto a cumplirlo que se busquen, otro oficio. El Estado no está ni las instituciones para mantener gente que no rinda o no cumpla con sus responsabilidades.
Mientras no se tenga un control efectivos con los militares y policías que están dentro de las instituciones, como recurso humano, no se podrá contar con un personal eficiente para enfrentar el crimen en el país.
Bueno para finalizar les dejo esta frase del general Urbina, del 1884, “las Fuerzas Armadas son las bases del poder público y más en los pueblos incipientes, donde no hay hábitos arraigados de obediencia a la Ley”


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