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viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Por qué ahora el Cólera en Haití?

Por Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. La situación de Haití se encuentra en un callejón donde no se le ve salida.

A pesar de la presencia de las Naciones Unidas en este vecino país y las promesas de ayudas y cooperación de algunas potencias y naciones del hemisferio, tengo la impresión que al final le quieren dejar el problema a los dominicanos, que somos malos para una cosa pero buenos para otras.

Cuando explotó el problema del Cólera sólo pensé recordando unas discusiones recientes sobre la posibilidad de integración de soldados dominicanos a la Minustah en Haití, que si hubiese fuerzas dominicanas seguramente que uno de esos que viven de acabar con la República Dominicana, ya nos estaría acusando de ser los responsables del brote de la enfermedad.

Se habló que pudo haber sido provocado por un camión que descargaba heces fecales a un río pero como el camión es de la MINUSTAH no pasó nada.

Pero este brote me preocupa mucho porque está sirviendo de excusa para una potencial inmigración masiva hacia el territorio de la República Dominicana, con las consecuencias sanitarias y migratorias que esto pueda acarrear al país.

Los dominicanos de todos los sectores sociales debemos despertar ante este problema y ponernos en alerta máxima para defender el país, que está siendo tomado poco a poco por una presencia de nacionales haitianos.

Cada día vemos como las principales esquinas y calles de todo el país, están siendo  ocupadas por vendedores haitianos, quienes improvisan todo tipo de negocios desde paleteras, venta de coco, frituras, frutas, café y otros se dedican a mendigar utilizando niños con la finalidad de sensibilizar la humanidad del dominicano.

Quiero aclarar que no estoy en contra de que esa gente se le preste ayuda humanitaria, pero si dentro de los controles que establece las leyes y especialmente la Constitución de la República Dominicana que muchas veces es ignorada por algunas personas incluyendo funcionarios que se quieren vender como los graciosos ante las potencias como Estados Unidos, Canadá y Francia poniendo en peligro la Seguridad Nacional.

Además desde que se conoció del brote del Cólera se ha reactivado los controles epidemiológico fronterizo, con una presencia en los medios de comunicación del Ministro de Salud Bautista Rojas Gómez, pero no se habla de cómo llegó de dónde vino y lo más importante quién lo trajo pero también se debe investigar la posibilidad de que haya sido provocado como un acto para precisamente forzar la integración de haitianos y dominicanos.

Ahora las Fuerzas Armadas también tiene la presión de los controles fronterizos, sobre cuya responsabilidad recae, apoyados por el Cuerpo de Seguridad Fronteriza Terrestres CESFRONT creadas especialmente para eso fines.

El CESFRONT a pesar de las reciente criticas de mi amigo el diputado Rafael Méndez, es un cuerpo funcional, pero como todo lo que está integrado por seres humanos debe ser supervisado, el hecho de que quizás uno, dos, tres o cuatro  no cumpla con su misión, no podemos culpar todo el Cuerpo Especializado muy necesario, práctico y útil ahora  más en los actuales momentos que estamos viviendo.

El país debe despertar y cada ciudadano tomar carta en la problemática haitiana, ya que todo lo que pasa allá, repercute en nuestro territorio de una u otra forma.

Podemos ayudar, cooperar y asistir al pueblo haitiano pero en la medida que no nos perjudique a nosotros ya que como nación subdesarrollada, tenemos que enfrentar nuestros propios problemas con los escasos recursos que tenemos.  

Haití tiene muchos problemas, pero también nosotros y tenemos cuantiosos pobres que al parecer cuando se trata de Haití, nos olvidemos de los pobres de nuestro país a los cuales le negamos las posibilidades de ayuda en la mejoría de sus problemas económicos, de salud y otros con el fanatismo hacia el vecino país.

Las naciones poderosas como Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, Brasil entre otras son las que deben ir en auxilio de los países pobres como Haití, los cuales cuentan con cuantiosos recursos. Los países pobres puede cooperar pero no cuenta con la fuerzas de solucionar problemas que debe verse su solución, no sólo a mediano plazo; sino también a largo plazo.

Los que piensan dejarnos el problema de Haití, sólo a los dominicanos están muy mal intencionados ya que con estas intenciones, además de que no ayudan a encaminar ese vecino país por el camino del desarrollo de su gente también le impiden el crecimiento institucional, por lo que seguirá siendo la vergüenza de Caribe en los ojos del mundo y la República Dominicana, no puede cargar con ese problema, sin el peligro que igualmente colapse junto a su vecino.


La República Dominicana es como un barco que recibe náufragos de otro barco que se está hundiendo que es Haití, pero si sobre cargamos ese barco se hundirá junto con el que está socorriendo también, por lo que deben integrar más embarcaciones, para cooperar con el rescate de la embarcación haitiana para evitar que se vaya al fondo del mar.

1 comentario:

  1. saludos Ricardo Rojas, te felicito por tu trabajo profesional como periodista y como persona eres brillante e inteligente, sigue ahi, hacia adelante, que Dios te colme de bendiciones a ti y a tu familia...

    tu amigo Jacobo

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