Posible invasión del Cólera pone en peligro Seguridad Nacional del país.

Por Ricardo Rojas Vicioso.

Santo Domingo R.D. El problema de la frontera y en especial, lo que tiene que ver con la entrada de ilegales haitianos, al país ha sido siempre un tema de  extrema preocupación, para una gran parte de la población dominicana pensante y sobre todo que le duele su país.

Mientras las Fuerzas Armadas mantiene un reforzamiento de la frontera y equipamiento para salvaguardarnos de la entrada de ilegales, armas, drogas y otras cosas ahora también se debe proteger de una invasión pacífica, pero muy peligrosa de posibles ciudadanos contagiados con Cólera.

Tal vez ahora los defensores de los haitianos y las (ONG) nos darán la razón, y  entenderán la importancia de los controles fronterizos y le quitarán la presión a muchas instituciones y funcionarios que por la problemática haitiana y la bandera de defender los derechos de los haitianos, los tiene atados de pies y manos.

Algunos funcionarios ha tenido que hasta hacer discursos Pro- haitianos para hacerse los graciosos frente esas ONG para evitar que los tipifiquen como anti-haitianos y así evitar ser mal visto por la opinión internacional que le cree casi todo a esas ONG y algunos curas que viven de acabar con el país en una supuesta defensa a los haitianos.

Tenemos un problema de seguridad nacional y precisamente los dominicanos somos lo que tenemos que defender nuestro territorio de cualquier amenaza, incluyendo ésta terrible enfermedad potencialmente contagiosa.

El Mayor General Carlos A. Rivera Portes jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, y así como también el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT) deben instruir deforma clara a su respectivo personal, apostado en la línea fronteriza y en todos los trayectos de chequeos para mantenerse en alerta máxima, sobre este peligro para evitar que personas contagiadas penetren los limites de la República Dominicana.

El gobierno dominicano debe cambiar su política de tolerancia ante la infiltración, y pernoctación de ciudadanos haitianos que andan por todas partes, en las mismas narices de las autoridades del país, que no hacen nada para detener los haitianos.

El temor a tribunales internacionales que nos condenen por acusaciones de supuestos maltratos o violaciones a los derechos humanos de los indocumentados haitianos, nos puede llevar una condena peor, si el Cólera penetra nuestro país, lo que castigaría a muerte a una gran parte de la población.

Pero lo más graves es que  también provocará una crisis sanitaria de consecuencias impredecibles.

Las políticas de asistencia y solidaridad hacia Haití, por el Estado dominicano deben ser revisadas para que no nos lleven junto al vecino país,  al colapso de la nación dominicana, con la flexibilidad de los controles migratorios, sanitarios y aduanales que para estos fines ha sido impuesto.

Gracias al Cólera el Estado dominicano abrirá los ojos del peligro que representa, el hecho tener una política de tanta tolerancia, con los extranjeros haitianos indocumentados, que ha llenado el país por las cuatro esquinas, sin ningún tipo de controles, ni supervisión y cualquiera de ellos puede ser un foco de infección y contagio peligroso.

El cólera es un asunto de Seguridad Nacional y se debe alertar a toda la ciudadanía debidamente, para establecer los controles epidemiológicos necesarias, e impedir que el país sea posiblemente enfermado y lo primero es eficienciar los controles o cerrar la frontera.

Pero también debemos cooperar  todos los dominicanos con las autoridades, militares,  sanitarias y migratoria para evitar que esta peligrosa enfermedad penetre al país.